Vecinos de Barracas, junto al legislador porteño Javier Andrade y la comunera Victoria Colombo (Frente para la Victoria), debatieron la problemática sobre la Plaza “Casa Cuna”, en Barracas, debido a la parálisis de las obras encaradas por el Gobierno de la Ciudad.
El espacio público en cuestión quedó en estado de abandono luego que la justicia diera lugar a un amparo presentado por los vecinos. El GCBA detuvo las obras ilegales que estaba realizando, con las que pretendía trasladar la terminal de transferencia ubicada en Brasil y Hornos, al predio de la plaza, contaron en Barracas.
La acción judicial motivó un pedido de informes en la Legislatura, presentado por el bloque del Frente para la Victoria, cuya resolución se trataría en el recinto en las próximas semanas.
“Es un absurdo que pensemos que hay que poner una terminal de colectivos para garantizar la seguridad del barrio”, expresó Verónica, una de las vecinas organizadas para frenar esta obra que no cuenta con la aprobación en la Legislatura.
Es que desde que la empresa CONSTRUMEX S.A. retirara las máquinas, luego de tocar los cimientos del edificio lindero a la plaza, nada se ha hecho para reconstruir el espacio verde. El cableado eléctrico que arrancaron las topadoras, originó que el sitio quedara electrificado, lo que ocasionó la muerte de algunas mascotas que paseaban habitualmente en el lugar. Ante estos hechos, la resolución que tomaron las autoridades para evitar riegos mayores fue cortar la luz, lo que transformó al sector en un corredor de inseguridad, donde la oscuridad es aprovechada por los delincuentes para robar a los peatones que transitan por allí. Según los vecinos, sus reclamos fueron desoídos, además, por la comisaría de la zona, que no destinó personal para cuidar el área.
Javier Andrade explicó que las obras que pretendían realizarse tienen relación con el megaproyecto Red de Expresos Regionales (RER) presentado por el presidente Mauricio Macri en la campaña electoral, que trata de emular al de París. La propuesta, de concretarse, serviría para que los trenes que arriban a Constitución lleguen hasta el Obelisco; implicaría un gasto de 1.800 millones de dólares, “cuando en la Ciudad existen necesidades más prioritarias, como la situación estructural en las escuelas, los hospitales o la urbanización de las villas”.
“El presidente de la Junta Comunal, Héctor Apreda, incumplió la promesa que hizo hace tres meses de reconstruir la plaza en su estado original. Resulta llamativa esta desidia organizada, donde las autoridades prometen pero no resuelven, esperando quizá que el tiempo desgaste los esfuerzos de los vecinos, lo que lleve finalmente a que la terminal se traslade a un lugar que debería servir para el esparcimiento y una mejor calidad de vida de la comunidad”, expresan los vecinos de la plaza.
“Nos preguntamos si se justifica la cuantiosa inversión que supone construir una estación central, o si tiene sentido en sus objetivos quitando espacios públicos a la Ciudad”, recalcó Andrade. Además, agregó: “Estamos ante un diseño de Buenos Aires que concentra las obras y margina a aquellos que vienen del interior”.