Legislatura: renovación y cambio

Legislatura: renovación y cambio

A los legisladores del Pro que quieren renovar no les da igual que el candidato sea Larreta o Michetti. La movida K para ganar los votos de la diáspora Unen y lograr un candidato que amplíe la base.


El ex primer ministro británico Winston Churchill aseguró que “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. La frase resulta tan adecuada que incomoda. Porque la realidad se da de bruces con lo que debe ser. Es imposible que un político no piense en las próximas elecciones. Y no hay mejor ejemplo de esto que los comicios que se vienen en la Ciudad. El cambio de jefe de Gobierno será tan importante como la renovación de bancas en la Legislatura porteña. Y para todas las fuerzas políticas de la Ciudad, el recambio será clave.

De las 60 bancas de la Legislatura se renovarán 30, y para que cada fuerza mantenga o aumente la cantidad de legisladores es clave quién será el candidato a jefe de Gobierno. Eso es algo que hasta en el macrismo se discute. Muchos creen que no es lo mismo que el candidato sea el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, o que sea la senadora nacional Gabriela Michetti.

“Está claro que para los legisladores de todas las fuerzas que quieren renovar es clave que el candidato a jefe de Gobierno sea el mejor posible, para que de esa manera traccione la mayor cantidad de votos. Y aunque no lo digan en público, a los diputados no les da lo mismo que sea Horacio o que sea Gabriela”, le manifestó a Noticias Urbanas un político macrista que trabaja en la campaña electoral de Mauricio Macri.

Ese mismo problema lo tienen el kirchnerismo y Unen. En este último caso, la cuestión es mucho más grave debido a la crisis que atraviesa la fuerza por los coqueteos que Elisa Carrió lleva adelante con el macrismo. Por eso, será clave quién sea el candidato a jefe de Gobierno de cada fuerza, por la cantidad de legisladores que se ponen en juego.

De las 28 bancas con las que cuenta en la actualidad el Pro, en la próxima elección se pondrán en juego 16. De las 17 que tiene el interbloque del Frente para la Victoria (FpV) y sus aliados, se ponen en juego diez. Y Unen, que tiene nueve, pone en juego dos bancas.

La movida interna de los que quieren reelegir

La situación en el Pro no es tan calma como parece. Y eso quedó en claro en las últimas semanas, cuando la disputa sobre quién será el candidato a jefe de Gobierno se incrementó debido a la idea de Michetti de competir en las PASO pese al deseo del propio Macri de que su sucesor sea Rodríguez Larreta.

La idea de Mauricio era muy clara. Rodríguez Larreta iba a ser su sucesor y detrás de él habría una lista única de legisladoras que terminaría siendo armada por el ingeniero y su mesa chica. O sea que todos los candidatos que fueran a competir en las PASO por la Jefatura de Gobierno aceptarían llevar una lista única y común de legisladores.

Pero con la insistencia de Michetti por competir en la Ciudad, el panorama cambió. Y eso se debe, fundamentalmente, al diferente caudal de votos que aportan Rodríguez Larreta y Michetti.

Porque, aunque en público se diga que los dos tienen una intención de voto parecida, puertas adentro se dice otra cosa. Y para los legisladores que quieren renovar su banca, ese detalle no es nada menor.

“El desdoblamiento de los comicios tiene varias lecturas. Por un lado, se decía que para Horacio lo mejor era que fueran unificadas, porque de esa manera, con la boleta de Macri para presidente, sumaría muchos más votos. Por otro lado, una vez que se anunció el desdoblamiento, se dijo que también le convenía a Horacio porque de esa manera se discutirían solo los temas relacionados con la Ciudad y, en ese sentido, la cuestión de la gestión Pro ante la gente tiene una imagen tan positiva que el triunfo de Horacio no tendría ningún obstáculo”, le dijo a Noticias Urbanas un operador político del macrismo.

Pero esta misma fuente agregó que la lectura no es tan lineal y tiene sus aristas. “Para muchos no es lo mismo lo que suma Horacio que lo que suma Gabriela. Y esto es lo que se discute por lo bajo en el Pro, en especial en la Legislatura. No son pocos los que creen que Gabriela les aseguraría una mayor cantidad de votos y, por lo tanto, más legisladores. Este grupo cree que, pese al apoyo de Mauricio a Horacio, este no tiene una inserción tan grande en la gente como la que tiene Michetti. Y aunque sus chances de ganar son grandes, no lograría la cantidad de votos que obtendría la senadora. Por eso, los legisladores prefieren el silencio a la hora de manifestar sus preferencias entre uno y otros”, señaló el político antes consultado.

Una pelea que se agiganta con el tiempo

En el Pro pueden renovar su banca –y tienen intención de hacerlo– José Luis Acevedo, Daniel Presti, Francisco Quintana, Daniel Lipovetzky (ver recuadro), Gabriela Seijo, Paula Villalba, Alejandra Caballero, Lía Rueda y Cristián Bauab.

La situación en la bancada K también es compleja. Muchos creen que la diáspora de Unen los favorecerá electoralmente, pero para aprovechar esa situación deberán contar con un candidato a jefe de Gobierno que les asegure un piso superior al 20 por ciento. Hay que recordar que en la última elección, Daniel Filmus obtuvo el 23 por ciento.

Por eso, la idea que convence a varios es que el candidato elegido debe ampliar la base del voto K duro y sumar aliados por centroizquierda. “No podemos ir con un kirchnerista puro, justo cuando Cristina se va. Hay que buscar un candidato que retenga el voto K, pero que al mismo tiempo lo amplíe”, le dijo a este medio un legislador del Frente para la Victoria.

De las 17 bancas que tiene el kirchnerismo junto con sus aliados, se ponen en juego diez, ya que Juan Carlos Dante Gullo, Jorge “Quito” Aragón, Claudia Neira, Paula Penacca, María Rachid, Fernando Muñoz y Edgardo Form tienen la posibilidad de renovar. Los que seguro no pueden renovar son Gabriela Alegre, Aníbal Ibarra y Gabriela Cerruti.

En Unen la cuestión se presenta más difícil, porque pese a que pone en juego dos de las nueve bancas que tiene y que Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Virginia González Gass (Partido Socialista Auténtico) tienen posibilidad de renovar, la idea de que el espacio se mantenga unido parece una quimera.

Las elecciones están cada vez más cerca y en la Legislatura el clima empieza a calentarse. Nadie quiere perder su banca. O, al menos quien la pierda, pretenderá obtener algo a cambio. Todo el mundo sabe que en política el poder tiene que ver con el puesto que se ocupa. Por eso, el armado de las listas de legisladores desencadenará una pelea en la que habrá triunfadores y heridos de toda índole. De lo que todos están seguros es que la batalla será cruenta, despiadada y sin espacio para los neutrales.

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