Los peronistas en sus infinitas vertientes y el Gobierno provincial que encabeza María Eugenia Vidal se disponen a encarar la última ronda de negociaciones para llegar a un acuerdo que permita la aprobación del Presupuesto Anual 2017.
El viernes pasado, el ministro de Economía provincial, Hernán Lacunza, se reunió en Lobos (al cumplirse justamente un mes de otra reunión celebrada en la misma ciudad, en la que los intendentes peronistas sellaron una trabajosa unidad) con los jefes comunales que conforman la fuerza propia de Cambiemos en la provincia. Allí, el funcionario garantizó los fondos para realizar obras de infraestructura, que el año pasado se revelaron como una solución eficaz para resolver sus gestiones. Lacunza concurrió acompañado por el exintendente de San Miguel, Joaquín De La Torre, actual ministro de Producción y, prontamente ministro de Gobierno de Vidal y por el secretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell.
Lacunza prometió allí 1.300 obras para el año que viene, a la vez que exhortó a los alcaldes a seguir realizándolas en sus distritos para obtener gestiones exitosas.
Paralelamente, en territorio bonaerense se producían novedades constantes. El martes comenzaba a correr la versión de que la gobernadora aceptaría finalmente reducir la cifra de endeudamiento desde los 92 mil millones solicitados en la presentación original del Presupuesto, hasta los 52 mil millones, que podrían ser, finalmente, algunos pocos más, ya que la negociación en este punto aún no está cerrada.
Al mismo tiempo, se conocía que el fondo para obras de infraestructura ascendería a 8.500 millones de pesos. En las reuniones de los operadores de Vidal con los jefes comunales se negociaban múltiples acuerdos paralelos, que incluían la designación del defensor del Pueblo y la del vicepresidente Primero de la Legislatura. En estos puntos, de todos modos, primariamente auspiciosos, en realidad está en juego la difícil unidad del peronismo, ya que a veces el protagonismo del Grupo Esmeralda genera fricciones internas.
Inclusive, intendentes de este grupo -son siete: Martín Insaurralde (Lomas de Zamora); Gabriel Katopodis (San Martín); Mariano Cascallares (Almirante Brown); Fernando Gray (Esteban Echeverría); Eduardo Bucca (Bolívar); Juan Zabaleta (Hurlingham) y Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa)- se ufanaban hace unos pocos días de que el elegido para ocupar la Defensoría sería el exdiputado Guido Lorenzino, cercano a ellos y que “la vicepresidencia primera de la cámara baja provincial no se nos escapa”. Los demás sectores les endilgan que negocian con el Gobierno provincial por su cuenta, que “se cortan solos” y que cuando hay un lugar que ocupar en los organismos descentralizados, lo ocupan con sus hombres, aprovechando su condición de interlocutores “privilegiados” de los operadores de Vidal.
Mientras estos chiporroteos que no incendian iluminaban el cielo, el martes último, entretanto, unos doce intendentes se reunieron por cuarta vez consecutiva en Avellaneda para avanzar en los acuerdos y para definir la propuesta que llevarían a los operadores de Vidal. En esa reunión se limaron las posiciones, en especial, el tema del límite al endeudamiento que proponía la gobernadora, que era uno de los puntos que incitaban a la polémica. En la reunión estuvieron presentes, además del anfitrión, Jorge Ferraresi, Alberto Descalzo (Ituzaingó), Katopodis, Verónica Magario (La Matanza), Hugo Corvatta (Saavedra) y Francisco Durañona (San Antonio de Areco), entre otros.
Una vez logrado el acuerdo, los jefes comunales se fueron raudamente a La Plata para encontrarse con un grupo de parlamentarios peronistas de ambas cámaras, que están divididos en cuatro bloques de senadores y en tres de diputados. Allí estuvieron con los senadores Norberto García (Bloque Peronista), Daniel Barrera y Darío Díaz Pérez (Bloque Justicialista) y con Magdalena Sierra y Juan Manuel Pignocco (Frente para la Victoria). También concurrieron los diputados Juan José Mussi, Santiago Révora y Juan Debandi (Frente para la Vicoria) y Walter Abarca (FpV-PJ).
El raid de los munícipes terminó tarde en la noche, tras la reunión sostenida sobre el final con el actual ministro de Gobierno -que en pocos días será el jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, Federico Salvai, que estaba acompañado por Hernán Lacunza y por Joaquín De La Torre, que recibieron la propuesta tan trabajosamente consensuada por el peronismo en su conjunto.
El acuerdo estaría cerrado, al menos en el trazo grueso, según se puede adelantar, aunque los funcionarios del gabinete de Vidal quedaron en contestar en unos pocos días más, alargando un poco el suspenso.
