Un relevamiento en las escuelas porteñas permitió establecer que 6 de cada 10 estudiantes secundarios se llevará materias a fin de año y deberá rendirlas en diciembre. A Matemática y Lengua, que tradicionalmente son las más difíciles, se sumaron Biología o Historia.
De acuerdo con las proyecciones, alrededor de 2 millones de estudiantes secundarios en todo el país, es decir más de la mitad, llegarán al último día de clases con alguna materia desaprobada. Asimismo, se prevé que cerca del 12% repite el año. En la ciudad de Buenos Aires, el año pasado solo el 36,5% de los alumnos habían aprobado todas las materias el último día de clases. En diciembre aprobó el 16,2% y en marzo se sumó otro 18,6%. El 25,6% restante no fue promovido, señaló el diario Clarín.
Algunos docentes precisaron que en muchas ocasiones los alumnos se despreocupan y no se presentan en diciembre ni en febrero, y apuestan todo a la última instancia, que muchas veces no aprueban. Señalaron que como está instalado que si es la última materia para pasar, los maestros son condescendientes y aprueban sin mayor esfuerzo.
“No notan que el objetivo de las mesas es asentar lo trabajado durante el año. Incluso el mensaje que está establecido sobre las mesas es que no son instancias de estudio, sino de preparar un examen en el que no importa el contenido del año, sino las 3 o 4 preguntas que se toman en la mesa”, dijo un docente de Historia de Villa Adelina.
Incluso en la Ciudad ya está incorporada la idea de que el ciclo lectivo ahora comienza en marzo y termina en marzo del año siguiente. El calendario escolar indica que el período de apoyo de 2014 finaliza el día anterior al inicio de ciclo lectivo 2015.
“Hay materias que tradicionalmente han sido consideradas terribles e imposibles: Lengua y Literatura y Matemática. Pero en la actualidad se suman unas más, como Biología, Física e Historia”, describió al diario Mariel Córdoba, profesora de Lengua y Literatura en los colegios Patrocinio de San José y San Román de Belgrano. Para Córdoba, estas asignaturas “plantean más dificultades para su desarrollo y exigen más tiempo de calentar la silla”.
