Otra vez alacranes en la Ciudad: esta vez en una casa de Palermo

Otra vez alacranes en la Ciudad: esta vez en una casa de Palermo

Se trata de un ejemplar de la especie Tityus trivittatus, que sería uno de los más venenosos que existen en la Argentina

Tityus trivittatus.

Luego de haberse encendido las alarmas en la Ciudad por el hallazgo de alacranes en el subte durante el verano de finales del 2017 y comienzos del 2018.

Esta vez, un ejemplar de la especie Tityus trivittatus, que sería uno de los más venenosos que existen en la Argentina, fue encontrado en una vivienda del barrio porteño de Palermo, exactamente en una cocina ubicada sobre la calle Costa Rica al 5100, y volvió a provocar alerta entre las y los vecinos.

Ante esto, desde el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur dieron una serie de recomendaciones para las personas que los encuentren, y desde su Departamento de Prevención y Control detalló que el alacrán encontrado es de “interés sanitario por su veneno toxicológico”.

El doctor Oscar Lencinas, director del Instituto, explicó a Perfil: “La peligrosidad de los alacranes es relativa, dado que depende del individuo al que lo haya picado. Los que corren riesgo son niños y personas mayores o con bajas defensas (con problemas de base de salud: hipertensos, caridopatìas, etc.), ahí puede producir síntomas importantes, inclusive hasta la muerte. Sin embargo, muchas veces pasa por una simple picadura. La sintomatología de la persona picada es que presenta fiebre a veces, tiene taquicardía, una roncha importante y hasta vómitos pero eso en los casos más graves. Lo que se recomienda ante una picadura es inmediatamente concurrir a un hospital” .

En el caso del alacrán hallado en Palermo, “se trata de un escorpión venenoso, pero no hay mayor peligrosidad, excepto si picara a niños o personas mayores”. La presencia de alacranes en Buenos Aires “se da en los meses que hace calor y se puede extender hasta mayo donde comienza el frío y ahí ya permanecen en cañerías o en el subte, es raro que aparezcan en invierno”, amplió el doctor.

“Lo que recomendamos es que cuando ven un alacrán lo tomen con una pinza, lo coloquen en un frasco y lo traigan al Instituto. Aquí nosotros lo identificamos; le damos un informe y le aconsejamos lo que tiene que hacer. Depende de dónde sea el hallazgo hasta podemos enviar a los biólogos para que hagan un informe y le brinde todas las recomendaciones”, indicó el especialista.

Lencimas manifestó: “La gente cree que lo soluciona con un insecticida, pero como el alacrán come y vuelve a su guarida, puede no aparecer más y entonces es difícil de combatir. Lo que sí se puede combatir es su alimento: las cucarachas. Éstas aparecen mucho en casas viejas, donde hay madera, en cocinas sucias o con olor a grasa que las atrae. En este caso en Palermo, el vecino trajo al alacrán en un frasco y aquí los biólogos lo identificaron: se trata de un ejemplar pardo claro; tiene tres rayitas en el lomo y dos aguijones en la cola, uno grande y uno más chico”.

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