El intendente de Tigre, Sergio Massa, lamentó el desenlace de la segunda final de la Copa Sudamericana, al afirmar que el equipo argentino no vino a “una guerra, sino a un partido de fútbol”. “San Pablo es un equipo grande, nosotros jugábamos una final por primera vez, no hacía falta todo esto. Hubo mucho manoseo y ninguneo para Tigre“, protestó.
La final de la Copa Sudamericana que San Pablo le ganaba a Tigre por 2-0 al término del primer tiempo en el estadio Morumbí fue terminada por el árbitro chileno Enrique Ossés tras una grave agresión sufrida por el plantel argentino en el vestuario visitante. Según denunció el DT de Tigre, Néstor Gorosito, los jugadores argentinos fueron golpeados y amenazados con armas por seguridad privada de San Pablo, luego de una etapa inicial que terminó con una pelea entre los jugadores de ambos equipos en el campo de juego.
“Es un momento de mucha tensión, de mucha calentura y lo mejor ahora es bajar los decibeles. La Conmebol no nos da muchas explicaciones”, explicó Massa. El intendente de Tigre calificó lo sucedido esta noche como “una página vergonzosa para el fútbol brasileño“, responsable de la organización del próximo Mundial en 2014. Denunció que “ningún dirigente de San Pablo” se acercó a la delegación de Tigre para asistirla después de lo sucedido y recordó las anomalías que rodearon la previa de la segunda final.
“Hasta último momento no nos dieron las entradas, no dejaron hacer el reconocimiento del campo, nos apedrearon el micro al llegar al estadio y pese a todo salimos a jugar”, apuntó. “Nos da mucha tristeza todo. La supuesta seguridad privada del estadio le puso un arma de fuego en el pecho a (Damián) Albil. El árbitro no tenía talla para dirigir un partido como este y se le fue todo de las manos”.
