Pitrola: “Hay en marcha un gran proyecto de flexibilización laboral”

Pitrola: “Hay en marcha un gran proyecto de flexibilización laboral”

En una entrevista con NU, el dirigente del FIT denuncia un plan de ajuste y rechaza el acuerdo entre el Gobierno nacional, gremialistas y empresarios para desarrollar el yacimiento de Vaca Muerta.


El dirigente del FIT denuncia un plan de ajuste y rechaza el acuerdo entre el Gobierno nacional, gremialistas y empresarios para desarrollar el yacimiento de Vaca Muerta, que el macrismo quiere replicar en otros sectores de la producción. Y advierte: “La Argentina es un hervidero por abajo”.

Néstor Pitrola no duda en afirmar que el gobierno de Mauricio Macri tiene bajo la manga un proyecto de flexibilización laboral. Es más, asegura que el flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, será el encargado de aplicarlo en 2017. “La palabra no la quieren usar porque ya la clase obrera está atenta después de lo vivido en los últimos 20 años”, afirma el diputado nacional por el Frente de Izquierda en una entrevista con Noticias Urbanas. Y acusa al sindicalismo de ser cómplice del plan de “ajuste” de la Casa Rosada.

Pitrola se prepara para pasar unos días de descanso en San Miguel del Monte después de un año, según sus palabras, “intenso”, pero no se relaja y sigue pendiente de los anuncios y medidas de la administración de Cambiemos. Por ejemplo, rechaza el acuerdo presentado esta semana por Macri para el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta. “Es un convenio insignia para reducir a la mitad las dotaciones de trabajo, los salarios y las conquistas de convenio por traslado de pozo en pozo”, denuncia. De cara a las próximas elecciones legislativas, pide que la izquierda compita con listas comunes. Además, señala que la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, debería estar en libertad, pero advierte que no la iría a visitar a la cárcel en Jujuy.

 

–¿Escuchó las declaraciones del secretario de Empleo, Miguel Ángel Ponte, sobre el mercado laboral?

–Sí. Lo que está indicando es que quieren usar los planes como Argentina Trabaja y otros como mano de obra en empresas, donde sigan pagando el plan social y las empresas tomen a estos trabajadores precarizados con un suplemento salarial que pagaría el patrón. Esto es un subsidio descomunal para introducir en la industria mano de obra barata, fuertemente precarizada, y establecer una competencia entre los propios trabajadores. Naturalmente, contribuye al desplazamiento de los trabajadores mejores pagos. En segundo lugar, Jorge Triaca dijo que el problema de la juventud es la falta de accesibilidad a los puestos de trabajo. Como si los puestos de trabajo sobraran y los jóvenes no pudieran acceder por falta de formación o algún otro problema. Esto es una mentira total. Esto encubre otra modalidad de precarización que es la pasantía. Quieren volver al furor de la pasantía de los 90.

 

–¿El Gobierno de Macri va por la flexibilización laboral?

–Todo esto tiende a encubrir un gran proyecto de flexibilización laboral. La palabra no la quieren usar porque ya la clase obrera está atenta después de lo vivido en los últimos 20 años con la flexibilidad laboral introducida en los convenios por Carlos Menem y todo el trabajo en negro y precario introducido durante el kirchnerismo. Es una gran reforma laboral. El tercer aspecto de esta reforma laboral la tenés en el convenio petrolero. Es un convenio insignia para reducir a la mitad las dotaciones de trabajo, los salarios y las conquistas de convenio por traslado de pozo en pozo. El obrero está pagando los costos empresariales, no los laborales.

 

–¿Hay complicidad del sindicalismo?

–No tengo ninguna duda. Ahora [el líder de los trabajadores petroleros, Guillermo] Pereyra inicia un largo viaje por Europa. Creo que es para evitar lo que le puede pasar en su gremio. Hace poco, un grupo de trabajadores, incluidos militantes del Partido Obrero, sufrió en Neuquén el ataque de una patota. Pereyra fue el secretario adjunto de la CGT de Hugo Moyano. Esto es para darse una idea del alcance de este proyecto de flexibilidad. Ahora van con lo mismo a las industrias del calzado, de electrónica. Sectores que están afectados por la importación y la caída del consumo interno. Es decir, quieren deflacionar el salario. Es obvio que el problema de los costos argentinos no es el costo laboral. El Indec acaba de determinar que la mitad de los trabajadores ganan desde ocho mil pesos para abajo. La CGT es completamente cómplice. El acuerdo por Ganancias le permitió a Macri hacer el cambio de gabinete en frío y poner a un Nicolás Dujovne, que viene con todos estos planes, a encarar la ofensiva de flexibilización laboral.

 

–Habla de crisis, aumento de pobreza, ajuste y caída del consumo. Si el primer año de Macri fue tan malo en términos económicos, ¿por qué no hubo un estallido social en diciembre?

–Porque eso no depende de que llegue la Navidad. Tiene que ver con las condiciones sociales y políticas de los trabajadores. Por lo pronto, los mecanismos de contención han sido terribles. Han creado una estatización de los movimientos sociales a cambio de prebendas de sus grupos dirigentes.

 

–¿Avizora un cambio en el rumbo económico con la salida de Prat-Gay y la llegada de Dujovne? ¿Se viene un ajuste, como dicen desde la oposición?

–El ajuste ya lo tuvimos. El fracaso del ajuste llevó a la caída de Prat-Gay. ¿Qué significa la llegada de Dujovne? Una nueva vuelta de tuerca. No hay un cambio de rumbo, sino que tratan de oxigenar al Gabinete para llevar la ofensiva hasta las últimas consecuencias. Eso presenta contradicciones explosivas. Aunque la burocracia sindical esté aliada y acompañe el ajuste del Gobierno nacional, la Argentina es un hervidero por abajo. Uno lo ve en cualquier situación fabril. El otro aspecto es político. Hay elecciones. ¿Podrá llevar adelante esta política antes de agosto y octubre? Si hasta ahora ha tenido cierta posibilidad de gobernar con crisis y contrastes, ha sido también porque lo acompañaron Sergio Massa, el FpV en el Senado y los gobernadores. Pero el año electoral se presenta como una situación de crisis. Esa crisis se vive también en el interior de Cambiemos. Vidal está apelando a lo peor del peronismo para tratar de ir en la línea de Monzó, que es la pata peronista.

 

–¿Cuál será la estrategia electoral de la izquierda en las legislativas?

–El Frente de Izquierda tiene un potencial enorme. Lo demostró en Atlanta, donde reunimos a más de 20 mil almas por primera vez en décadas. La clave para tener una intervención que nos multiplique, potencie y coloque como una alternativa política es no marearnos. Lo primero que tenemos que hacer es poner al movimiento obrero y popular contra el ajuste. En esa lucha podemos ser una gran alternativa política y, por lo tanto, electoral.

 

–¿Considera que Milagro Sala es una presa política?

–En este punto somos muy precisos. Milagro Sala ha tenido un proceso totalmente viciado. Debería haber sido procesada o juzgada libre porque ella fue puesta presa por una causa que después tuvo excarcelación. El constitucionalista Roberto Gargarella dijo que es un proceso completamente viciado. Por eso, la Comisión de Derechos Humanos de la OEA y la ONU la consideran virtualmente una presa política.

 

–¿La iría a visitar, como hicieron otros dirigentes?

–No la iríamos a visitar porque el Partido Obrero no da ningún apoyo político a Milagro Sala. Ella ha sido la jefa de un movimiento clientelar, construido con plata del Estado, con prebendas que han favorecido a la precarización laboral y que se ha basado en patotas que atacaron a todo el movimiento popular de Jujuy, a Carlos “el Perro” Santillán y al Partido Obrero. De manera que nuestra delimitación hacia ella es total. Morales, por su parte, ha reproducido un nuevo edificio clientelar.

 

–¿Piensa que la izquierda puede captar el voto de “los kirchneristas desencantados” en las próximas elecciones?

–La clave es la lucha contra el ajuste. En segundo lugar, la total delimitación del peronismo en cualquiera de sus alas y, en particular, del kirchnerismo. El tercer aspecto es golpear como un solo puño en los sindicatos, en el movimiento popular y en las elecciones. Creemos que deberíamos tener listas comunes para competir y, ante la desintegración de los partidos históricos, mostrar al Frente de Izquierda como una alternativa política real.

Qué se dice del tema...