Maru Botana: “Cuando me enteré del premio, pensé que era broma”

Maru Botana: “Cuando me enteré del premio, pensé que era broma”

A instancias de los senadores Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso, la famosa cocinera recibió la mención Senador Sarmiento por “ser madre de familia y profesional exitosa”.


Salón Illia del Senado. Arriba, una araña antiquísima rebosante de lámparas bajo consumo; óleos de presidentes por doquier. Mucha señora paqueta. Mucha. A las seis de la tarde, Julián Weich esperaba en la primera fila, siempre sonriente, a pesar del calor. Unos cuantos asientos detrás de él, tamborileaba los dedos Angie Arbisu, ayer productora de Tinelli en tiempos de Videomatch y hoy, rubia rubísima, parte de las huestes de Warner Channel. María José González Botana de Solá sería reconocida, minutos después, por intermedio de los senadores puntanos Adolfo Rodríguez Saá, recién operado del corazón, y la todo terreno -siempre que se trate de cuestiones de familia, de familia que crece- Liliana Negre de Alonso. ¿El nombramiento? Mención de honor Senador Domingo Faustino Sarmiento. ¿El motivo? “Ser madre de familia y profesional exitosa”. ¿La homenajeada? Maru Botana.

Entre los fundamentos de la iniciativa que valora a la cocinera mediática, famosa por su milhojas híperabundante, se cita que “en 2014, Naciones Unidas conmemora el XX Aniversario del Año Internacional de la Familia, que propone como uno de sus ejes centrales la conciliación entre la vida familiar y laboral”. Botana encarna, se desprende de tal definición, un cabal ejemplo de tal dualidad.

Negre de Alonso, enfundada en un taier rojo, recordó que un día, mirando la tele con su esposo, pensó en voz alta: “Esta chica, Maru Botana, cocina, atiende a sus chicos, viaja: merece el premio”. Acto seguido, junto a Rodríguez Saá, presentó la propuesta al resto de la cámara alta y el visto bueno fue casi inmediato. “Yo me puse muy contenta con el resultado porque defiendo la familia, sobre todo numerosa”, precisó la senadora.

Y le habló a Maru, que la escuchaba junto a su marido, el ingeniero agrónomo Bernardo “Berni” Solá, y sus siete hijos -Agustín, Lucía, Matías, Sofía, Santiago, Juan Ignacio e Inés-, sentados en escalera imperfecta: “Maru, lloramos contigo en 2008 cuando perdiste a tu hijo Facundo, pero también festejamos tus logros, que es el logro de las familias argentinas que afrontan el desafío, precisamente, de la familia y el trabajo”. Además, resaltó la veta solidaria de la conductora, que da clases de cocina a chicos de barrios marginados, “como parte del voluntariado del colegio Newman”.

“Maru no es solo una cara bonita, es una mujer con todas las letras”, calificó Negre de Alonso, quien agregó que el acto debía servir también para insistir en la idea de que “los padres deben estar unidos para toda la vida”. Y Maru, según su mirada, va por ese camino.

“Cuando me llegó un mensaje de texto y me enteré de esto pensé que era una broma, que todo era por el sorteo de un auto”, dijo Maru, entre entusiasmada y emocionada. “La verdad, estoy muy contenta, no sé cómo agradecer este gesto”, siguió. El famoso mensaje le llegó, comentó, cuando justo necesitaba un mimo.

A su vez, consideró que, “desde el principio”, su intención fue combinar el trabajo y la familia. Está convencida de que lo logró. Y retomó los dichos de Negre de Alonso, mientras la pequeña Inés le pedía upa: “Cuando voy a un lugar carenciado, me doy cuenta que con solo ser conocido y famoso hacés feliz a la gente”. Y concluyó, al borde del llanto: “Y yo soy feliz porque todos, ustedes y el público, están en mi camino”.

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