Macri quiere un nuevo Código de Convivencia

Macri quiere un nuevo Código de Convivencia

Trapitos, limpiavidrios, manteros y prostitución son algunos de los temas que el líder del PRO quiere que se traten en un nuevo Código Contravencional. El proyecto ingresaría pasadas las elecciones.


A casi 10 años de los acalorados debates legislativos para dotar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de un Código de Convivencia en reemplazo de los viejos edictos policiales, una reforma integral de dicha normativa se cocina en la mente del Jefe de Gobierno porteño. Numerosos fueron los proyectos del macrismo, y de la oposición planteando reformas al Código Contravencional, dejando como resultado una normativa llena de parches y retoques que, en gran medida, no satisface a los intentos del PRO de prohibir y sancionar actividades vinculadas al uso indebido del espacio público.

Del plan del PRO de prohibir a los cuidacoches y limpiavidrios por ejemplo, concluyeron, tras debates, acuerdos y retoques, en sutiles reformas como la creación de un registro de “trapitos”. Ante esta situación, Mauricio Macri encomendó a sus especialistas en materia jurídica que realicen una revisión total del Código Contravencional porteño y planteen un proyecto de reforma integral en el que se contemplen sanciones más duras, principalmente a actividades lucrativas en el espacio público.

El objetivo del titular del Ejecutivo porteño no sólo sería contar con un Código Contravencional actualizado a las problemáticas diarias que se generan por la proliferación de cuidacoches, trapitos y manteros, también podría incluir una revisión de los artículos que sancionan a quienes afecten el funcionamiento de servicios públicos (con eje en Metrobus y Subte), y obstaculicen la libre circulación (piquetes).
El ordenamiento de las numerosas reformas realizadas es una de las tareas que el equipo jurídico del PRO se encuentra realizando, pero también, tienen encomendada la misión de revisar las sanciones con un criterio de endurecimiento en algunas infracciones (tanto en el caso de multas, como arresto).

Otro punto que sería modificado es el artículo 81 que sanciona la oferta y demanda de sexo en los espacios públicos. Inspirado por el trabajo que realiza Carolina Barone desde Mujeres Como Vos y el movimiento Martes Rojos despegando los volantes de promoción de oferta sexual que se encuentran en la vía pública, el proyecto de reforma del Código Contravencional porteño incluiría sanciones a quienes realicen este tipo de pegatinas promoviendo servicios sexuales.

La violencia en el fútbol también tendría un lugar en la reforma judicial con mayores sanciones a actividades que perturben el orden en espectáculos deportivos masivos.

Según informaron fuentes macristas, esta reforma integral de la ley 1472 iría de la mano con otra modificación a la normativa local encomendada tiempo atrás a los equipos del PRO con eje en el Régimen de Faltas.
Las escasas sanciones que algunas contravenciones reciben de manos de la justicia porteña es otro de los puntos que Macri quiere revertir, y con este objetivo, se podrían convertir en faltas actuales casos contravencionales como manejar bajo los efectos del alcohol o generar ruidos molestos.

Este cambio de contravención a falta tendría como fundamento que la sanción de las infracciones es mucho más rápida y genera efectos casi inmediatos en el infractor ya que se realizan por medio de un controlador de faltas y no de un juez y el correspondiente proceso judicial. Para el proceso judicial quedarían concentradas aquellas conductas irregulares más graves.

Si bien el proyecto de un nuevo Código de Convivencia aún está en borrador, en las filas macristas esperan que esté culminado en un mes, con el objetivo de ser presentado en la Legislatura una vez culminadas las elecciones legislativas de octubre.

 

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