El interés por dotar al Poder Judicial de la Ciudad de tribunales vecinales no es nuevo. “La Justicia Vecinal es nuestra y hay que ejercerla”, afirmó en noviembre del año pasado, el presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Juan Manuel Olmos, durante un encuentro con esta justicia de menor cuantía como eje. Este interés por parte del Consejo porteño no se ha diluido y, como muestra de esto el pasado lunes se llevó a cabo en la Comuna 14 una representación de un caso testigo de un conflicto entre vecinos, dirimido ante un Juez vecinal.
Si bien desde el órgano administrador de la justicia porteña sigue firme la intención de brindar a los porteños un servicio de justicia que resuelva los conflictos entre vecinos, para dar cumplimiento a la Constitución de la Ciudad que contempla la creación de Tribunales Vecinales, es la Legislatura la que debe sancionar una Ley específica.
En el Parlamento porteño varios son los proyectos presentados que plantean la creación de una justicia vecinal, pero la mayoría de ellos, ya han perdido estado parlamentario. Días atrás, al iniciarse el período ordinario legislativo, una iniciativa para crear tribunales vecinales ingresó a la Legislatura a propuesta de un legislador PRO.
De autoría del legislador Jorge Garayalde, el proyecto propone la creación de 15 tribunales, “uno por cada comuna, integrado por tres jueces, no pudiendo ser todos del mismo sexo, de instancia única, oral, pública y de proceso sumarísimo y simplificado”. La propuesta plantea que los jueces sean abogados, designados por concurso, y establece la obligatoriedad del patrocinio letrado (la participación de abogados en representación de las partes).
La iniciativa impulsada desde el macrismo establece que los procesos judiciales vecinales no podrán durar más de 60 días hábiles y contempla que no se pagará tasa de justicia si únicamente el actor tramita una causa por año, aunque aclara que “a partir del segundo expediente iniciado por el mismo actor durante ese año tributará tasa de justicia”.
“No todas las causas podrán recaer ante el Tribunal de Vecindad, sino aquellas de menor cuantía, teniendo en cuenta para ello el sueldo del Juez/a del Tribunal, y cuando se actualice el mismo, también se actualizará el monto tope para estar en juicio”, destaca Garayalde en los fundamentos de su iniciativa.
“Se incorporan temas que por naturaleza son los más adecuados para resolver a través de esta única instancia, los derivados de la vecindad, medianería, locaciones, usurpaciones, desalojos, propiedad horizontal, y medidas cautelares en materia familiar, trasladando luego estas medidas al juez competente de familia para que tenga la última palabra; etc.”, explica el autor del proyecto.
Desde el kirchnerismo también se impulsa un proyecto similar. Presentado en 2011 por la legisladora María José Lubertino, el proyecto para la creación de un sistema de justicia vecinal también plantea instaurar tribunales de 3 miembros, pero establece como monto máximo para reclamar la suma de 5000 pesos , propone que el patrocinio letrado sea optativo pudiéndose recurrir al servicio jurídico gratuito del Gobierno de la Ciudad, y divide el proceso en una instancia prejudicial de mediación y otra judicial en el caso de no llegarse a un acuerdo entre las partes.
Con la reciente presentación del proyecto impulsado por un legislador del PRO, la experiencia promovida por el Consejo de la Magistratura para difundir entre los vecinos cómo sería la justicia vecinal, sumado esto a lo dicho por el presidente de la Comisión de Justicia, Martín Ocampo, en la jornada de debate sobre tribunales de vecindad donde aceptó que “la Justicia Vecinal sigue siendo una deuda de la Legislatura” y ratificó “el compromiso del Ejecutivo y sus legisladores para resolver los conflictos de vecindad”, el parlamento porteño podría encontrar las condiciones propicias para iniciar el debate y poner a la justicia vecinal en agenda.