La decisión ya está tomada. Faltan tiempos y metodología. Los intendentes peronistas que acompañan por conveniencia y a regañadientes -que no son todos- la candidatura a senadora nacional por la Provincia de Buenos Aires de Cristina Fernández de Kirchnner ya planifican un futuro sin la exmandataria y con Sergio Massa como actor principal.
Intendentes como Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, Gustavo Menéndez de Merlo y Mariano Cascallares de Almirante Brown, nunca estuvieron de acuerdo con la postulación de Cristina. Es más, antes de la presentación de Unidad Ciudadana, Insaurralde había asegurado que no veía a Cristina como candidata.
El cambio de posición de los intendentes se debió a un motivo concreto y de puro pragmatismo: la necesidad de sumar concejales propios para enfrentar a Cambiemos en los respectivos Concejos Deliberantes.
“Los intendentes necesitan tropa propia y como Cristina les asegura un nivel de votos que no tenía ningún otro candidato en el peronismo, apoyaron su candidatura. Pero era evidente que no la querían”, le dijo a Noticias Urbanas un dirigente del peronismo bonaerense.
Ahora, las cartas ya están echadas y deben seguir pegados a Cristina para obtener en las elecciones generales de octubre el mejor resultado posible. Pero el tema es como seguir después de octubre y es ahí donde entra a jugar Sergio Massa.
No hay tiempo para improvisar para el 2019, por eso los intendentes piensan en el retorno de Massa al peronismo para que de esa manera se convierta en candidato a gobernador.
Desde el propio massismo también analizan esa posibilidad. Un allegado al líder de 1País se lo explicó a NU de la siguiente manera: “La elección que hicimos en las PASO bonaerenses no fue buena y aliarnos con Margarita Stolbizer no nos sumó nada. La estrategia de la amplia avenida del medio tampoco funcionó. Por eso estamos analizando un acercamiento con los intendentes pensando en el retorno al peronismo en el 2019”.
Esa movida política significaría el ocaso de Cristina Fernández de Kirchner y de Florencio Randazzo. El de Chivilcoy podría sumarse en algún momento a esta nueva expresión pero no ya liderándola mientras Cristina podría mantener un grupo de legisladores fieles a su liderazgo haciendo rancho aparte.
El objetivo del massismo apunta al futuro y a comenzar a tejer una confluencia con sectores amplios del peronismo para dar la pelea grande en las próximas presidenciales.
El primer paso de la estrategia en la que confluyen los intendentes y Massa se pondrá ver en funcionamiento cuando el 10 de diciembre asuman los nuevos concejales en todos los distritos de la Provincia.
“Lo más probable es que se empiecen a tejer alianzas a nivel de los Concejos Deliberentes y luego se avance en una estrategia conjunta en la Legislatura bonaerense”, le dijo a este medio un funcionario peronista de un intendente que participa de la negoción.
Esto además complicaría la estrategia de Cambiemos en la Legislatura Provincial ya que en lugar de tener los bloques divididos los tendrían juntos o por lo menos coordinados.
Seguramente está alianza tendrá en un futuro no muy lejano el visto bueno de los gobernadores peronistas que se quieren sacar de encima a Cristina. Eso tendrá un efecto en el Senado y en bloque que lidera Miguel Ángel Pichetto que deberá lidiar con un bloque K que aunque pequeño será siempre molesto para el rionegrino.
El tiempo tendrá la última la palabra. De lo que no hay duda es que el operativo está en marcha.
