Cordial, Gustavo López, uno de los siete precandidatos a jefe de Gobierno que presentará el FPV en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 26 de abril, se disculpa con Noticias Urbanas por la demora en atender. “Estaba en una radio en la Comuna 8, y recién terminé. Ahora puedo hablar”, explica. Empieza la entrevista.
López sabe que en la interna del kirchnerismo corre desde atrás. Sin embargo, siente como “un triunfo que haya PASO”. “Era lo mejor que nos podía pasar para sumar más”, asegura. En tanto que, la desventaja en relación a las estructuras políticas a las que se enfrenta en las primarias no lo amedrentan.
“Tengo lista propia en dos tercios de la Ciudad, y allí reflejo una diversidad que va más allá de las estructuras”, resalta con entusiasmo, y añade: “En cada lugar ponemos gente que representa el barrio, ese es un primer triunfo”. “Yo estoy trabajando para ganar. Y si no me toca ganar, para ampliar la base electoral del Frente para la Victoria”, completa el ex secretario de Cultura porteño, de orígen radical, que -inflando el pecho- rescata: “En estos momentos de crisis del radicalismo, tengo un apoyo importante del alfonsinismo”.
-¿Cómo recibe la gente su propuesta, teniendo en cuenta que es candidato en un distrito complicado para el FPV?
-La gente recibe bien mi propuesta. Siempre hay excepciones, hay cierta agresividad en algunos sectores, pero son minúsculos. Al que no le interesa nuestra propuesta, no la recibe. Y en general, la gente es muy amable, y la recibe. Y la discutimos. Porque los problemas están. La gente puede votar al Pro, pero viviendas no construyó, las escuelas funcionan mal, y la salud está deteriorada. Cuando uno habla de los temas puntuales, ahí la gente se prende.En los barrios más humildes, como Los Piletones, por ejemplo, se sienten traicionados. Utilizados políticamente. No les ha mejorado la vida. No tienen agua, no tienen gas y ni les dicen lo que van a hacer.
-Sin embargo, Rodríguez Larreta se sacó una foto con Margarita Barrientos hace días, presentando la urbanización de Los Piletones.
-Eso es un engaño. Los Piletones es una villa muy chica, que podría urbanizarse sin problemas. Urbanizar no es darle la escritura y vendérsela a precio de mercado. Si no tienen cloacas, pero le van a dar la escritura, tienen esa mentalidad del negocio inmobiliario. Es todo una fachada, en una villa pequeña, con problemas menos complejos que los que puede tener la 1-11-14. En el Pro hacen “como que”. Y cuando dicen lo que han hecho, nunca hay repregunta. Ellos van a los programas donde nunca hay repregunta.
-Siguiendo su campaña, puede observarse una fuerte presencia en los barrios del Sur. ¿Por qué hace hincapié en esa zona?
-El problema estructural está en la desigualdad del sur. Soy muy crítico de la gestión de [Mauricio] Macri porque, teniendo la oportunidad económica que tuvo la Ciudad, no la ha aprovechado y ha dejado todo como estaba. Sé cuáles son los problemas del norte. Yo no quiero que Cabildo y Blanco Encalada se siga inundando, ahora, yo quiero que la gente tenga acceso a la vivienda, acceso a la salud, acceso a la educación. Hago hincapié en la desigualdad para desnudar lo que se ha construido desde la virtualidad.
-En una entrevista con el candidato del massismo, Guillermo Nielsen, éste se quejó de que la interna del Pro obstaculiza la discusión de ideas y propuestas. ¿Coincide?
-En campañas tan cortas, cuesta mucho discutir ideas y propuestas. Y en los grandes medios, a diferencia de lo que ocurre en el interior, lo local no existe porque es todo nacional. Yo largué la campaña un año antes, y lo que más me costaba no era ir a los canales de televisión, sino hablar de los temas de la Ciudad. La Ciudad no está en agenda. Después de las PASO, camino al 5 de julio, cuando sean las generales, se va a poder debatir un poco más. Aunque no estoy esperanzado en que el debate sea amplio.
-¿Qué opina sobre esa idea ya instalada de que quien gane las PASO del Pro será el próximo jefe de Gobierno?¿Es así?
-No, mirá. Ir a las PASO nos permite volver a ocupar el lugar del ballotage, lugar que habíamos perdido en el 2013.
-¿Y Lousteau?
El Unen, que ya no existe más, mostró sus contradicciones. Y hoy Lousteau está por debajo del FPV. El Frente saldrá holgadamente segundo. Y el que gane (en las PASO) nos va a representar a todos los demás. La vamos a pelear. Y si no ganamos esta elección, estamos construyendo el futuro. Porque la gestión del Pro es como en el menemismo: la gente igual lo votó en el ’95, cuando algunos advertíamos que el país iba hacia el precipicio, porque era la ilusión de que algo iba a cambiar. Después todo estalló por el aire.
-¿Le teme a que el país, como la Ciudad, se pinten de amarillo?
Sería catastrófico. Porque Macri es una persona elemental, y esto es el liberalismo más elemental. Sería, otra vez, la expropiación del que menos tiene para el que más tiene. Y eso ya lo vivimos. Yo estoy convencido de que no va a pasar, primero, porque la gente no se suicida. Y segundo, porque este proceso político no está agotado. Es imposible perder, ya que no hay nadie que proponga algo mejor. Tanto Macri como Massa son volver a los ‘90.
-Si no fuera candidato, ¿a quién votaría?
-No sé. Pero como soy candidato, voto la mejor propuesta que es “Ciudad para todos” dentro del FPV. Que, oh casualidad, me lleva a la cabeza. (Risas) Me presento porque represento un colectivo, y estoy convencido de nuestra propuesta. Si pierdo, voy a trabajar para el que salga primero.
