A dos semanas, las promesas incumplidas de Milei

A dos semanas, las promesas incumplidas de Milei

El presidente prometió mucho pero aún se encuentra en deuda.


El presidente Javier Milei, prometió mucho para conseguir los votos que le dieron el triunfo, pero aún se encuentra en deuda con sus partidarios. De todos modos, algunos compromisos que tomó tienen un crédito abierto.

“Vamos a dolarizar”

Fue la propuesta central de campaña, al punto que hubo actos donde se exhibían billetes -verdes- con la cara de Milei o incluso los militantes intercambiaban plata con dirigentes como Ramiro Marra (por 1.000 pesos, el legislador les daba 1 dólar). Pero desde el triunfo en el balotaje hasta la asunción, la idea se fue desinflando.
En el entorno del presidente aseguran que el cambio no está descartado ni mucho menos, pero juegan también con la variante de una nueva convertibilidad. Por ahora, de todos modos, pone plazos.

“Vamos a dinamitar el Banco Central”

Esta segunda propuesta central de campaña estaba, en algún punto, atada a la primera. Incluso tenía un ejecutor designado: Emilio Ocampo. Pero sorpresivamente, luego de ser confirmado Luis Caputo en el Ministerio de Economía, quien se suponía sería una de las estrellas del nuevo Gobierno avisó que no asumiría en el BCRA.

Con su corrimiento (¿no consiguió los US$ 30.000 millones necesarios para ejecutar su plan?), quedó también descartada por el momento la idea de fulminar al Central, aunque se mantiene la postura de dejar de emitir.

“Vamos a desarmar la bomba de las Leliq”

Otra consigna que se relacionaba con las dos anteriores. Se presentaba como el principal problema de la economía para evitar una hiperinflación. Pero, con los anuncios iniciales, ni desde Economía ni desde el Central se dieron precisiones sobre algún plan concreto para avanzar sobre el tema.

Por ahora, se mantienen las tasas de estos papeles por debajo de la inflación y se presume que esto las podría ir licuando. Pero no hubo solución de shock.

“Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”

Fue otro de los slogans de campaña, para decir que si ganaban los libertarios se venía una verdadera renovación. Sin embargo, en puestos clave (y no tanto) hay funcionarios que ya pasaron por la gestión. Algunos vienen de Juntos por el Cambio, como Caputo y Patricia Bullrich, responsables de atacar nada menos que los dos problemas más sensibles para los argentinos (inflación e inseguridad); pero también de Unión por la Patria, como Daniel Scioli (embajador en Brasil) o Marcos Lavagna (Indec). Al final, a su modo, Milei arregló “con la casta”.

“El ajuste lo va a pagar la casta”

Fue la frase que logró la adhesión de muchos seguidores/votantes de Milei, que aplaudieron con entusiasmo la variante del ajuste con motosierra. Ya en campaña, de todos modos, quedaba clara la contradicción: el volumen del recorte (cinco puntos del PBI, arriba de 20.000 millones de dólares) hacía imposible que solo afectara los ingresos/privilegios de la casta.

Lo que vino después, de todas maneras, fue muy crudo, incluso para los que advertían sobre este delay. El congelamiento del Plan Potenciar, el eventual regreso de Ganancias, más los efectos de la disparada inflacionaria pegan debajo de la línea de flotación.

“Vamos a mandar una ley ómnibus con las principales reformas”

Otro anuncio que hizo Milei durante la campaña e inclumplirá en gestión. A esta promesa incluso le había puesto fecha: 11 de diciembre, al otro día de asumir. Pero el reparto político del Congreso, donde La Libertad Avanza es minoría en ambas cámaras, lo obligó a reconfigurar su idea sobre cómo avanzar con las reformas. Y en lugar de la remanida ley ómnibus, se prefirió ir optando por variantes como los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y proyectos individuales.

“No voy a ir a la Rosada, voy a trabajar en Olivos”

Un incumplimiento menos importante, quizá, pero también sintomático, de la diferencia entre la teoría/campaña y la práctica/gestión. Milei había dicho que casi no pisaría Casa Rosada, porque se instalaría a trabajar en la Quinta de Olivos. Pero recién termina de mudarse, demorado entre otras cosas, porque están reacondicionando el lugar para acomodar a sus canes. Hasta ahora, había pasado la mayor parte del tiempo en Balcarce 50 y luego, como en el final de campaña, se iba hasta el hotel Libertador. Proyecto de cumplimiento tardío.

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