En soledad, los senadores del Frente para la Victoria darán sanción a la nueva ley de Inteligencia que prevé la disolución de la ex SIDE para sustituirla por una Agencia Federal.
Dado que cuenta con la mayoría necesaria para aprobar el proyecto, el kirchnerismo tratará sin dificultades la iniciativa propuesta por el Poder Ejecutivo que cuenta con el absoluto rechazo del arco opositor. De hecho, salvo el bloque que encabeza Adolfo Rodríguez Saá, no habrá presencia opositora en el recinto. Sin embargo, en paralelo con la sesión, que iniciada pasadas las 14, la oposición convocó a una audiencia pública que comenzó a las 12.30.
Al comienzo de la sesión, a propuesta de la senadora sanluiseña Liliana Negre de Alonso, que responde al ex presidente Rodríguez Saá, los senadores hicieron un minuto de silencio en homenaje al fiscal Alberto Nisman. Aunque el jefe de bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, no evitó cuestionar la denuncia que éste presentó contra la presidenta Cristina Kirchner días antes de morir.
Tras las críticas del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el Gobierno aceptó incorporar cambios en el proyecto original. Según confirmó el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, la jefa de Estado autorizó incluir de la publicidad del presupuesto del área, el establecimiento de límites a la participación de los espías en investigaciones de causas criminales y la reducción de 25 a 15 años del plazo para desclasificar documentos secretos.
El texto sumará un cambio conceptual radical en relación con el manejo presupuestario de los servicios de inteligencia. Esto es así porque se incorporará un artículo 38 bis a la ley 25.520, de inteligencia nacional, invirtiendo “el principio general de las partidas presupuestarias, que pasarán de ser reservadas a públicas”.
En ese sentido, se aclara que “sólo serán reservados aquellos fondos que se utilizarán a tareas de inteligencia cuya publicidad pueda entorpecer su desarrollo”.
“Para el próximo presupuesto ya tendría que venir discriminado cuáles son los gastos reservados y cuáles son los gastos públicos”, aclaró Parrilli ante la consulta de los periodistas.
Otro cambio importante que sufrirá el dictamen de la semana pasada de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales es la prohibición taxativa a los servicios de inteligencia de realizar cualquier tipo de operación represiva o policial en materia de investigaciones criminales. En esa línea, se limitará el uso de los espías y sus estructuras logísticas como auxiliares de la Justicia.
Una vez que obtenga la media sanción del Senado, el proyecto pasará a Diputados, donde comenzaría a tratarse la próxima semana en comisión.
