La Legislatura sancionó una ley antidiscriminación para la Ciudad

La Legislatura sancionó una ley antidiscriminación para la Ciudad

"Esta ley llega para dar un instrumento indispensable de protección frente a los actos de discriminación", dijo Gabriela Seijo (PRO), coautora de la ley.


Con el propósito de que la Ciudad cuente con una legislación propia en materia de actos discriminatorios, que tome en cuenta la experiencia adquirida desde la sanción de la ley nacional Nº 23.592, y que sea una norma actualizada y apta para enfrentar los cambios sociales, políticos y culturales, la Legislatura porteña aprobó este jueves una ley antidiscriminación basada en los proyectos de los diputados Gabriela Seijo y Enzo Pagani (PRO) y María Rachid (FpV) y Daniel Lipoveztky (PRO).

Al respecto, Seijo, coautora de la ley, expresó: “Esta ley llega para darle a todos aquellos que viven o transitan por esta Ciudad un instrumento indispensable de protección frente a los actos de discriminación”.

El objetivo de la ley es garantizar y promover la plena vigencia del principio de igualdad y no discriminación, asegurar el efectivo ejercicio de los derechos de todas las personas, prevenir la discriminación en todas sus formas, sancionar y reparar los actos discriminatorios. La legisladora aseguró que: “Se trata de una ley fundamental también para entendernos y para crecer como comunidad”. Al respecto, señaló que “Todos hemos conocido, presenciado o escuchado un episodio discriminatorio, una frase, un cántico en una cancha, un insulto o simplemente un comentario desafortunado. Si estas experiencias se minimizan o quedan en la nada, somos parte de un silencio cómplice”.

Las disposiciones de la presente ley son de orden público, es decir, que no pueden ser dejadas de lado o sin efecto por voluntad de los ciudadanos. El Estado en todos sus niveles y poderes arbitrará los medios necesarios para desarrollar políticas públicas de prevención y acciones orientadas a formar a la ciudadanía en pos de eliminar prejuicios y obstáculos que impiden el ejercicio pleno de derechos por parte de todos los ciudadanos. “La discriminación, la intolerancia y el miedo provocan un estancamiento en las comunidades; pero la diversidad y el intercambio de ideas siempre son motores del crecimiento y el desarrollo. Buenos Aires no puede ser ajena a esa realidad”, agregó Seijo.

A propósito de la naturaleza y del alcance de la ley que contempla una diversidad de actos y condiciones (etnia, nacionalidad, color de piel, convicciones religiosas o filosóficas, ideología, opinión política o gremial, sexo u orientación sexual, situación familiar, ocupación, aspecto físico, discapacidad, condición de salud, situación socioeconómica, origen social, hábitos culturales, entre otros), Seijo manifestó: “Nadie nace discriminando. El odio se aprende. Pero también se puede enseñar algo diferente”.

Asimismo, la diputada porteña recordó que: “Durante siete años el gobierno de Mauricio Macri se propuso hacer de Buenos Aires una ciudad mucho más plural, abierta e igualitaria. Una ciudad con rampas para discapacitados, semáforos para no videntes, campañas de sensibilización y concientización de la salud y el medio ambiente, educación temprana, formación en idiomas y oficios. Una ciudad sin distinciones entre norte y sur, integrada al tejido urbano desde la propia Jefatura de Gobierno. Todas ellas son medidas de la actual administración que prepararon el terreno para esta ley. Una ley que no es casual durante el gobierno de Mauricio Macri”.

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