En los últimos diez años, al menos 50 albergues transitorios cerraron sus puertas debido al aumento de tarifas y de los costos. En tanto que en la Ciudad existen 140 establecimientos para que las personas puedan disfrutar de la intimidad. Sin embargo, una de las ocurrencias que comenzó a escucharse es “si se permite el ingreso de tres personas a la habitación”, o bien si las parejas pueden compartir el cuarto, debido al aumento de los precios de los turnos.
Al respecto, quien hizo eco de esta cuestión fue el legislador porteño del GEN, Sergio Abrevaya, quien presentó un proyecto de ley sobre los Albergues Transitorios, donde pide que se elimine la restricción de capacidad de las personas en las habitaciones. “La cantidad de personas debería adecuarse al espacio mínimo de la habitación, y no limitarla a dos personas sin considerar las cuestiones espaciales de las habilitaciones”, indica el proyecto, según reveló el medio Clarín. Se espera que la ley sea sancionada entre octubre o noviembre próximo.
Es que la actividad en los “telos” está regulada por el código de “Habilitaciones y verificaciones” que se promulgó en 1978, durante la dictadura cívico-militar. En ese sentido, los espacios formaban parte de las actividades consideradas como “usos tolerados”: “Son aquella actividades que no son honorables ni reconocidamente útiles”, detalla el documento. “Cuyo ejercicio, en caso de ser habilitado por la Municipalidad, con sujeción a ciertas reglas y condiciones, no tiene derechos adquiridos”, afirma el escrito redactado en 1978.
En tanto, que el proyecto que impulsó Abrevaya también les permitirá hacer publicidad en la vía pública y los medios de comunicación, colocar carteles del tamaño que elijan, ofrecer un servicio de bar sin limitaciones y competirle a los hoteles tradicionales. En ese sentido, el legislador del GEN expresó que “los clásicos están destinados al turismo y está concentrados en las zonas céntricas y turísticas”.
Mientras que “en los barrios como Villa del Parque, Floresta o Villa Lugano, prácticamente solo hay albergues transitorios”. Con lo cual, “el proyecto propone que el que visite la Ciudad y quiere usar un alojamiento por un par de horas, pueda ir al albergue y se evite el pago de 24 horas de hotel, como ocurre en distintas ciudades del exterior”.
Lo que recomendó Abrevaya es que los hoteles “ahora deberán reinventarse”, ya que “las ciudades viven de lo económico. No puede seguir cerrando un sector característico de la Ciudad”. “Son confiables, muy propios. La gran mayoría de los vecinos pasó alguna vez por un ‘telo’. Y son consumidos por el público local, por el vecino. Esas son las razones que me movieron a plantear la modificación, además de que aun están regidos bajo una ley de la dictadura. Las relaciones ya no son más como antes. Hoy, hay un reconocimiento del placer sexual“, cerró el legislador porteño.