Genovesi: “El Pro se corrió hacia banderas progresistas de la UCR”

Genovesi: “El Pro se corrió hacia banderas progresistas de la UCR”

El precandidato a diputado nacional por la UCR en Cambiemos analiza la contienda electoral y acusa a Patricia Bullrich de no querer debatir, y dice que eso es "inconsecuente".


Mariano Genovesi competirá este domingo por un lugar en la lista final de candidatos a diputados nacionales del frente Cambiemos. Para ello, se medirá desde la boleta “El poder de la unión” contra Patricia Bullrich (Pro) y Hernán Reyes (CC). Su inclusión en el primer lugar de la lista, explica en diálogo con Noticias Urbanas, fue a partir de “una propuesta consensuada por todos los sectores” de la UCR.

–¿Cuáles son los proyectos más urgentes a tratar en la Cámara baja?

–Son sobre temas institucionales: hay que enviar proyectos para revertir la reforma judicial que propuso el Gobierno, que está vinculada a garantizar la impunidad después del 10 de diciembre. Está la reforma del Código Procesal Penal, la reasignación de causas, la Ley de Ministerio Público y el tema del Consejo de la Magistratura, que es fundamental. Tras la reforma de 2006, el funcionamiento quedó trabado. Hoy tenemos 200 vacantes de jueces y el Consejo envía 15 o 17 ternas por año. Siendo optimistas, estaríamos 15 años para cubrir todas las vacantes.

–¿Cómo cree que quedará el Congreso en cuanto a fuerzas tras el 10 de diciembre?

–Parecería que se va a reequilibrar. Hoy está cerrado, como consecuencia de las mayorías que obtuvo el FpV en la elección de 2011 y por las que puede aprobar prácticamente todo a libro cerrado. Para que eso no pase, hay que reequilibrar el Congreso y que vuelva a tener un rol protagónico, de debate y consenso, que nunca debió haber perdido. Hay que terminar con la lógica binaria de amigo-enemigo.

–Venimos de una campaña porteña donde hubo muchos debates, ¿por qué no hubo uno entre Bullrich, Reyes y usted?

–No se dio porque Patricia Bullrich no quiso debatir. La invitamos, primero informalmente y después formalmente. Nunca recibimos una respuesta, por lo que entendemos que es negativa. Es desconcertante y es inconsecuente por parte de Patricia Bullrich, porque ella es autora de un proyecto para las elecciones generales y las PASO que habla de promover debates en todas las candidaturas. Acá estamos en una instancia donde ella es precandidata pero se niega a debatir. Hay incoherencia entre lo que hace y lo que dice. Y no solamente en el debate, sino en la misma campaña: ella ha desaparecido de los medios de comunicación, no hace campaña, no presenta propuestas. Entonces, si realmente Cambiemos es el cambio, tenemos que empezar a cambiar algunas viejas prácticas políticas, entre ellas, la de esconderse durante la campaña por parte de quien es en teoría el favorito, rehuir del debate y no hacer campaña propositiva, como sí hacemos nosotros.

–¿Usted dice que Bullrich se esconde porque va ganando?

–Esto se inscribe en una estrategia del Pro de rehuir al debate. A Ernesto Sanz, Mauricio Macri no se lo está dando; Gabriela Michetti a Lucas Llach, tampoco. Esto es decisión de Durán Barba o algún otro gurú. Creo que este tipo de estrategias son equivocadas, no ayudan a fortalecer Cambiemos sino a debilitarlo.

–¿Cómo cree que va a quedar conformada la lista a diputados nacionales del frente tras las PASO?

–Dentro de Cambiemos, quienes somos el cambio y proponemos algo distinto somos el radicalismo. Patricia es una dirigente que tiene más de 20 años en el Congreso y pasó por distintos espacios políticos: fue representante del justicialismo, de la Coalición Cívica, ahora del Pro. Nosotros hemos sido consecuentes y coherentes en nuestra trayectoria política, hemos estado siempre en el radicalismo y vamos a seguir estando. Eso debe ser valorado, ya que el transfuguismo político es una moneda corriente en nuestro país.

–Martín Lousteau le dio su apoyo, ¿cuántos de sus votos cree que va a obtener?

–Es una pregunta difícil porque la gente vota de acuerdo a sus convicciones, nadie es dueño de los sufragios. En 2011 ganó Macri y a los pocos meses ganó Cristina Fernández. El hecho de que Martín me haya dado su apoyo es un espaldarazo importante. Esperamos que aquellos que se sintieron representados por las propuestas de ECO nos voten, pero no porque Martín lo diga, sino porque encarnamos muchos de los valores que encarnó ECO.

–Lousteau dijo que si Sanz no gana la interna de Cambiemos, votará en primera vuelta a Margarita Stolbizer, ¿usted hará lo mismo?

–Yo lo escuché decir que después de las PASO iba a ver a quién iba a votar.

–Pero si el ganador no es Sanz, ¿sabe usted a quién votará?

–No, no lo sé.

–¿Cree que Sanz realmente puede ganar la interna presidencial de Cambiemos?

–Soy descreído de las encuestas. Vimos lo que pasó en la Ciudad. Se publican números que no le dan al radicalismo un caudal de votos importante, pero no me llama la atención ni nos desmotiva, estamos convencidos de que el 9, cuando se abran las urnas, va a haber un montón de votos que no aparecían en las encuestas. Esperamos el resultado con los pies en la tierra pero muy confiados.

–En un momento se dijo que el radicalismo entregó el partido al Pro, ¿es así?

–Nosotros no entregamos el partido, hicimos un acuerdo político de gobierno para un frente electoral sin resignar ni una sola bandera. Ha sido el Pro el que tuvo que adecuarse a nosotros. Hace tres años nos corrían por derecha diciendo que habíamos pactado con el kirchnerismo por haber votado a favor de la estatización de YPF, de las AFJP y de Aerolíneas. Y ahora el que tuvo que correrse hacia las banderas progresistas del radicalismo fue el Pro.

–Macri propuso llevar la boleta única electrónica a todo el país, usted se oponía en la Ciudad. ¿Cómo conviven esas visiones en Cambiemos?

–Son dos visiones. El radicalismo impulsó reformas para una boleta única en papel. Tampoco la BUE va a ser la panacea de todo lo bueno, porque si no hay fiscales que verifiquen ciertas cuestiones, el problema es el mismo. El modelo de BUE que se implementó en la Ciudad no garantiza el hecho de que haya transparencia total, sino solamente que no se robe la boleta, que se garantiza también con la boleta única de papel. El problema es que el modelo que se adoptó en la Ciudad delegó llave en mano a una empresa privada la logística electoral. Y eso es una debilidad.

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