Exclusivo NU: Rusia alerta sobre la “ayuda” de la OTAN a Ucrania

Exclusivo NU: Rusia alerta sobre la “ayuda” de la OTAN a Ucrania

El embajador en Argentina, Dmitry Feoktistov, explica las consecuencias globales del envío de armas a ese país.


El embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, en material exclusivo al que accedió NU, se refirió al envío de armas por parte de la OTAN hacia Ucrania y las posibles consecuencias globales de esa “ayuda”. A continuación el texto:

Políticos con poca visión y medios de comunicación prejuiciados occidentales llaman a Rusia un poder revisionista que está violando las normas y reglas de relaciones internacionales. Sin embargo, los hechos contradicen a esta convicción. Examinaremos, por ejemplo, el control de armamentos, que es una esfera de significado crucial para la estabilidad y seguridad en el mundo. La estructura contractual y jurídica de este ámbito, construida minuciosamente durante décadas, fue desmontada de manera planificada por los esfuerzos de los EEUU y sus aliados. Entre sus víctimas cayeron acuerdos de mayor importancia, tales como el Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM), Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), Tratado de Cielos Abiertos, Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) y otros documentos que contribuyeron a la paz global.

Hoy en el caso de Ucrania observamos que los países de la UE y la OTAN se están apartando de los principios básicos del control de las exportaciones al suministrar armas a zonas de combate, los que ellos mismos promovían durante muchos años. A pesar de estas reglas, están transfiriendo al régimen de Kiev nuevas tandas de armas modernas, incluyendo lanzacohetes múltiple, lanzamisiles antitanque y antiaéreos. Solo a través de la Fundación Europa Paz ya fue designado para este fin unos 2,6 mil millones de euros.

Les recuerdo que el Tratado internacional sobre el Comercio de Armas, elaborado de hecho por la misma UE, prevé que sus participantes no darán su consentimiento al traslado de armas convencionales, si sepan con certeza sobre una intención a usarlas para cometer actos de genocidio, crímenes de lesa humanidad, ataques contra instalaciones civiles o población civil. Fueron los países de la UE quienes hace tiempo acordaron prohibir la expedición de licencias para transferencia de armas en caso cuando esta actividad cree riesgos explícitos de la utilización de los productos de uso militar para llevar a cabo represiones internas en el país destinatario, lleve a violaciones del derecho internacional humanitario o provoque el inicio o escalada de un conflicto armado en este territorio. Todos estos factores son pertinentes ahora para el caso de Ucrania. Sin embargo, los países occidentales prefieren pasarlos por alto.

Finalmente, de acuerdo con la práctica establecida, los suministros de la mayoría de tipos de armas prevén que el país destinatario presente normalmente un certificado de usuario final, donde se estipula la prohibición de la reexportación de las armas obtenidas sin la autorización escrita expedida por el país exportador. Este principio ahora se ve violado por varios países, entre ellos Bulgaria, Polonia, Eslovaquia, República Checa, los EEUU y otros miembros de la OTAN que están intentando comprar armas soviéticas y rusas en todo el mundo para pasarlas a Kiev.

Las armas que entran a Ucrania están utilizadas para lanzar ataques contra instalaciones civiles e infraestructura crucial, así como llevar a cabo masacres masivas de la población civil y demolición de ciudades. Se está profundizando la catástrofe humanitaria, multiplicando los flujos de refugiados que tienen que abandonar su hogar.

No se trata solo de suministro de armas y equipo militar. Hace poco, los países de la UE presentaron una nueva iniciativa de crear una misión militar especial con el fin de reforzar la capacidad operacional de las tropas ucranianas. En otras palabras, por cuenta de los ciudadanos europeos que pagan impuestos, se planea organizar el entrenamiento de los matones y extremistas ucranianos (es difícil buscar otro nombre para neonazis, criminales recién liberados de cárceles y mercenarios extranjeros sedientos de sangre, que están luchando hoy por el régimen de Kiev).

Mediante estas actividades, las autoridades de los países occidentales solo logran agravar la crisis en Ucrania, mientras su solución se vuelve mucho más remota. No se toma en cuenta que las armas de precisión modernas, difundidas sin que se observen medidas necesarias de control, empiezan a aparecer en el mercado negro y pasar a manos de grupos criminales internacionales, terroristas, carteles de narcotraficantes. El efecto de tal política miope no da lugar al optimismo. No solo provoca la escalada de la tensión, sino también lleva el mundo al borde peligroso de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. Si se cruce esta línea, habrá consecuencias catastróficas para todo el mundo.

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