El PJ se quiere reacomodar por fuera de la Cámpora

El PJ se quiere reacomodar por fuera de la Cámpora

Se miran con desconfianza y sin amor, pero se necesitan demasiado, so pena de volver a perder en 2017 y en 2019. Ambos prefieren deglutir batracios antes que soportar nuevos traspiés.


El peronismo tiene nueva conducción y está claro adónde reside el poder interno del partido político más grande de Argentina: en la Liga de los Gobernadores. Entre sus seis responsables máximos, los dos primeros -José Luis Gioja y Daniel Scioli- fueron los popes de esta Liga en tiempos no muy lejanos, cuando gobernaron las provincias de San Juan y de Buenos Aires. A ellos les siguen las gobernadoras Lucía Corpacci (Catamarca) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y a éstas, el secretario general de la UOM, Antonio Caló y el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.

Es necesario detenerse en un dato, casi de color, que rodea la postulación de Nardini, al que además de su responsabilidad como enlace con los intendentes del Conurbano, se le adjudicó la de relanzar la Juventud Peronista. La información asegura que Nardini va a ser el ariete anti-Cámpora, a partir del mismo lugar que antes ocupaba la exdiputada pampeana María Luz Alonso, que respondía casi exclusivamente al número uno de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque.

Lo que ocurre es que las gestiones de los jóvenes de La Cámpora en los puestos partidarios y de Gobierno vinieron acompañadas casi siempre por fuertes pujas palaciegas y por el desplazamiento sin demasiados miramientos de los anteriores ocupantes de los lugares a los que llegaban.

La cadena de rencores que desataron los tironeos, las purgas y desplazamientos que generó la llegada de La Cámpora a los ministerios y oficinas estatales, que incluyeron casi invariablemente serios enfrentamientos con sus propios compañeros, se mantendrá por todo el tiempo en el que uno solo de los camporistas siga ocupando una posición de poder.

Por esta razón es que ellos mismos no se esmeraron ni se esmerarán demasiado en mantenerse en los lugares que ocuparon en la conducción nacional del Partido Justicialista.

La tarea de Nardini estará, entonces, teñida de antiguas polémicas, desde las cuales deberá partir a la construcción de una nueva realidad interna. Y eso viene a cuento porque es casi seguro que, de ahora en más, los jóvenes camporistas se abocarán a la construcción de una realidad paralela al peronismo, que será en Frente Ciudadano que promueve la expresidente, Cristina Fernández de Kirchner, la única líder que reconocen. De esta manera, abandonarán la estructura peronista, aunque no para irse demasiado lejos, ya que su jefa va a “armar” por afuera del PJ, pero no sin él.

Y ambos sectores -PJ y Frente Ciudadano- se necesitan desesperadamente el uno al otro. La áspera realidad que los circunda les exige a ambos la cotidiana ingestión de batracios anuros que significa el otro, so pena de volver a perder, un trauma que ninguno de los dos sectores desea volver a vivir.

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