El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, defendió las obras del Metrobus sobre la avenida 9 de Julio, explicando la experiencia sobre la avenida Juan B. Justo y el ahorro en los tiempos de viaje, y pidió: “déjennos trabajar, déjennos terminar el trabajo”, en referencia a “quienes judicializan la gestión, que meten amparos, y que algunos son legisladores, que tienen que ser coherentes”.
Macri también se refirió al inicio de clases en la Ciudad, el cual espera que se desarrolle con normalidad, y dijo que “desafío no es sólo que empiecen, sino que salimos de una emergencia edilicia en la que se caían los techos, y hoy ya hemos implementado mantenimientos preventivos”, en los que desde un establecimiento pueden llamar al Gobierno por problemas estructurales.
El alcalde porteño habló de una “Ley que cree un Instituto para medir la calidad de la educación”, y explicó que la función sería “evaluar a docentes y alumnos, para saber dónde estamos parados y que hay que mejorar”, y citó ejemplos como Brasil y Ecuador, “países que no van por el mismo andarivel pero que en esto coincidieron”.
En referencia al Gobierno nacional, el titular del Ejecutivo porteño aseguró en TN que “cuando el relato se topa con la realidad, la gente se da cuenta que hay severos problemas y eso genera irritación, más que irritación, es desánimo”.
“El desafío no es ganar la elección en 2015, sino volver a unir a los argentinos. No hay que discutir lo que pasó hace 30 o 100 años, sino de qué manera nos insertamos en el mundo, de qué manera retomamos la alianza estratégica con Brasil”, deslizó Macri sobre los comicios presidenciales venideros.
Sobre las elecciones legislativas de este año, el ingeniero aseguró que “van a surgir esfuerzos comunes, candidaturas comunes” como fruto de la búsqueda de puntos en común y pidió que “no nos intoxique el Gobierno nacional con su espíritu confrontativo. Tenemos que hacer un esfuerzo diferente y no firmar acuerdos siniestros como el de Irán”.
Por último, habló del acercamiento de gente a la política y la definió como “gente que tiene algo que perder, que no viene a salvarse con la política”, y nombró casos como el de Leandro Ginóbili y Carlos Melconián.
