Durán Barbaridad

Durán Barbaridad

Por Horacio Ríos

Tras calificar a Hitler como “un tipo espectacular” le llovieron críticas del arco opositor y un tibio cuestionamiento dentro del Pro. El peligro de los comunicadores estrellas que se van de boca.


La función de los comunicadores gubernamentales es construir y cuidar la imagen de los que ocupan funciones ejecutivas, asesorando a sus jefes para que su relación con la sociedad sea limpia, fluida y constante.

La imagen que deben construir estos asesores los debe incluir a ellos mismos. No construirá una imagen positiva de un político un consultor con mala imagen, por lo que los manuales aconsejan a estos mantenerse en segundo plano.

En este camino, si bien no es exigible que un comunicador profese la misma ideología que su cliente, es necesario que sus caminos no se bifurquen de manera demasiado radical.

Generalmente, los que protagonizan los escándalos y los entredichos de variada gama suelen ser los propios políticos. Para esto tienen asesores: para que los ayuden a salir de los atolladeros en los que ellos mismos se meten, por defectos propios o por la acción política enemiga.

Lo aconsejable para un consultor de imagen –o asesor en comunicación, o comunicólogo– es que la suya quede siempre en un discreto segundo plano. No es conveniente que el asesor sea más famoso o más renombrado que su asesorado. En una palabra, el centimil del político debe ser sensiblemente mayor al de su asesor.

Si no existe, hay que inventarlo

El Pro está formado por sagaces políticos y asesores que a veces inventan sus propios problemas donde estos no existen, quizás asumiendo la teoría del tábano, aquella del fundador del diario Crítica, Natalio Botana, que aseguraba que Dios lo puso como un díptero braquícero sobre la ciudad para que se encargara de picar al caballo “para mantenerlo despierto”.

Jaime Durán Barba es un sociólogo experto en comunicación política que ha asesorado a políticos de diversos países, como Ecuador –su país natal–, México y la Argentina, a los que aconsejó sobre la técnica de la información y del discurso.

Todos saben que Mauricio Macri confía en él y escucha sus palabras con mucha atención. Se podría pensar que la vida le sonríe al no menos sonriente ecuatoriano, pero a veces existen acechanzas que le complican la relación con los medios, con Macri y hasta con el propio Marcos Peña, su socio, mentor y compañero de aventuras en las corrientes procelosas del Pro.

Esta semana, la revista Noticias publicó un reportaje con el extrovertido comunicador, en el que exhaló algunas definiciones políticas que pusieron a navegar a su chinchorro en una tempestad de impredecible desenlace.

En medio de un diálogo con los periodistas Federico Mayol y Rodis Recalt, Durán Barba definió que “hay un retroceso en los países que pretenden tener dioses” como presidentes, “o sea Chávez”, completó, para graficar el concepto.

Cuando el periodista le recordó que Chávez tuvo “un nivel de aprobación altísimo”, el ecuatoriano se lanzó de cabeza sobre el barro de la polémica.

“Sí, como Hitler tuvo niveles altos de aprobación, lo que no significa que fue un gran gobierno. Hitler tuvo mayor aprobación que Chávez: 90 por ciento”, completó. Cuando el periodista le acotó que “no son comparables”, Durán Barba disparó la frase que está lamentando en estos momentos y lamentará seguramente por muchos años: “No –dijo–, Hitler era un tipo espectacular. Era muy importante en el mundo”.

De todos modos, el comunicador, utilizando un lenguaje casi coloquial, una actitud errónea para quien ejerce la profesión que ejerce, prosiguió en su afán condenatorio contra el fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez, obviando que el alemán fue un dictador que asesinó a seis millones de judíos y a miles de gitanos, homosexuales, enfermos mentales e inválidos y a cientos de sacerdotes católicos, solo por ser lo que eran, aunque no hubieran cometido crímenes como los que sí cometió su asesino.

Incluso, el ecuatoriano cometió la imperdonable gaffe de comparar a Hitler con el venezolano, igualándolos al relatar que, si bien Hitler mató a seis millones de judíos, Chávez, por su parte, “expulsó a la mitad de los judíos de Venezuela”.

Luego, en un incomprensible afán de contradicción a toda costa, se dedicó a ponderar a Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, alias Iósif Stalin, el dictador soviético que, según sus camaradas del Partido Comunista, asesinó al menos a seis millones de rusos (hay estudios que elevan la cifra hasta 30 millones) para imponer su proyecto político a sangre y fuego.

Durán Barba alabó la afición del líder comunista soviético a la poesía y su finura espiritual: “Era un tipo muy fino. ¿Tú sabes que la primera dedicación de Stalin era la poesía? En su biblioteca, la mayor parte de los libros son poesía. Y él escribía poesía, era un tipo de una finura impresionante. Y muy popular”, dijo Durán Barba, mientras condenaba a Hugo Chávez, anhelando quizá comparar sus temperamentos artísticos antes que sus liderazgos políticos, sus maneras diferentes de ejercer el poder y su compromiso social.

Los que no

Previsiblemente, dirigentes de casi todo el arco político se lanzaron en picada, como Stukas de la palabra, sobre Durán Barba.

Dentro del Pro, solamente Mauricio Macri, con quien trabaja desde 2003, y un par más lo cuestionaron. “Fue, sin lugar a duda, inaceptable esa expresión para referirse a un personaje nefasto de la historia”, dijo, agregando a continuación que “no existen calificativos positivos posibles para el responsable del mayor genocidio de la historia”.

De todos modos, Macri también alegó que está seguro del “absoluto compromiso en la lucha por la defensa de las libertades” de Durán Barba, dando prácticamente por zanjado el episodio y eludiendo el requerimiento de algunos opositores que le pidieron que expulsara al ecuatoriano de su privilegiada posición de asesor en marketing e imagen.

Mientras Federico Pinedo intentaba alegar que Durán Barba había sido “malinterpretado”, agregando incluso que “es un hombre de izquierda”, el legislador y rabino Sergio Bergman tuiteó el sábado: “Al finalizar el Shabat, quiero expresar cuánto lamentamos las declaraciones de Jaime Durán Barba”.

Luego Bergman expresó que, “dentro o fuera de contexto, ninguna calificación que no sea de repudio puede aplicarse a un genocida que degradó a la humanidad y perpetró el exterminio de seis millones de judíos”.

Finalmente, Bergman sostuvo: “Repudiamos la banalización de la Shoá, en todas sus formas y sin concesiones, de quién sea, a qué partido pertenezca o qué ideología pregone. La Shoá no permite comparaciones, solo respeto y memoria de la que no solo el pueblo judío sino toda la humanidad debemos ser custodios”.

Fuera del Pro no hubo tantas contemplaciones ni intentos de minimizar los dichos del asesor estrella de Macri. El titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Pedro Mouratian, afirmó que citará al sociólogo ecuatoriano “de oficio” para que aclare sus palabras. “Resulta particularmente grave y peligroso que dicha expresión provenga del principal asesor de una autoridad pública de alto rango, como es el Jefe de Gobierno porteño, sobre todo por el efecto perniciosamente multiplicador que puede tener esa expresión en los ciudadanos y ciudadanas”, sostuvo Mouratian.

La Comunidad Homosexual Argentina, a través de su presidente, César Cigliutti, repudió las declaraciones de Durán Barba, recordando que el líder alemán “exterminó a diez mil homosexuales” entre la década del 30 y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Finalmente, el fiscal federal Guillermo Marijuán pidió que Durán Barba sea procesado por apología del delito, una causa que quedó radicada en el juzgado del juez federal Sebastián Casanello. “No me quedan dudas de que deberá brindarse algún tipo de explicación luego de una correcta investigación para desentrañar si se quiso exaltar a un sujeto para nada espectacular”, consideró Marijuán.

Las disculpas

Durán Barba lamentó sus afirmaciones mediante un comunicado, quizás algo escaldado por los reportajes. “He rechazado siempre de manera radical las figuras históricas de Hitler y Stalin, soy partidario decidido de la democracia. Pronuncié una frase acerca de Hitler en el contexto de mi rechazo a otro gobierno por sus actitudes antisemitas”, escribió el ecuatoriano, refiriéndose a Hugo Chávez.

Para aclarar su uso del adjetivo “espectacular” para referirse a Hitler, el asesor de Macri incursionó en la etimología. “Hablo el castellano propio de mi país, Ecuador, en donde la palabra espectacular no tiene una connotación positiva, sino que se usa en el sentido que establece el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia. Significa algo que tiene caracteres propios de espectáculo público o que es aparatoso, sin posibilidad de ser entendida como un calificativo elogioso”, aclaró Durán Barba, para lamentar “si esto ofendió o hirió a alguna persona o institución”.

Comunicar a través de los otros

Quizá la próxima vez el comunicador comunique mejor, en un lenguaje cercano al que suele utilizar para ejercer su oficio y quizás abandonará, aunque sea por un tiempo, el lenguaje coloquial que utilizó ante los periodistas y ese afán de protagonismo que varias veces le acarreó problemas innecesarios.

Los comunicadores más expertos suelen aconsejar al asesor que calle en público y que hable en privado, solo frente a su cliente y a los allegados. Y que deje hablar en público solo al que tiene que exponer sus proyectos. Sin excesos de protagonismo se evitan estas barbaridades.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...