La RAPU (Red de Áreas Protegidas Urbanas), una red creada para organizar el cuidado y conservación de espacios naturales ubicados en el área metropolitana de Buenos Aires, denunció un nuevo emprendimiento inmobiliario gestionado por personas sin documentación que acredite la titularidad de los terrenos se está desarrollando en este momento en una zona núcleo de humedales de la Reserva Natural.
La zona en cuestión comprende hasta el río Matanza desde las vías del Ferrocarril Belgrano Sur.
Quienes vienen realizando esta destrucción argumentan haber pagado por las tierras a un particular pero la realidad es que este no es el titular.
La RAPU comprobó que además de la deforestación realizada se realizó un cercado de cemento y alambrado, y se construyó una cabina en la entrada.
Esta zona tiene una protección por la Ordenanza Municipal 9430 como zona “A PRESERVAR”, pero hasta el momento no vemos ningún freno impuesto ni desde el Municipio ni desde el IVC, único titular de la zona.
“Otra vez la misma historia, como en Puente Trece y el Río Matanza, donde hay un yacimiento arqueológico que está siendo destruido, y como en la propia Reserva Natural protegida por ordenanza municipal, donde la Fundación IYF sigue construyendo y desforestando”, señalron desde la RAPU.
Todos dicen haber comprado los terrenos de buena fe pero no respetan las protecciones de los lugares mencionados.
La RAPU además sostiene: “Mientras tanto la justicia lenta y el poco compromiso de los que deben hacer valer estas protecciones permiten la destrucción de estos espacios ricos en biodiversidad, para dar lugar a más cemento. Además, en los primeros días de este año un nuevo barrio intenta establecerse en la zona declarada como Reserva Natural de Ciudad Evita, provocando la destrucción un nuevo sector del área protegida por la Ordedanza 24247”.
La Reserva
La Reserva de Ciudad Evita es un área de 400 hectáreas de bosques y humedales ubicada dentro de la Cuenca Matanza Riachuelo.
Solo una parte de ella se halla protegida desde el 2015 por resoluciones aprobadas por el Concejo Deliberante de La Matanza, como la 24.247 y la 9.430 del año 1990, que la definen como “Reserva Natural Ecológicamente protegida”.
Otra gran parte del área tiene protección como Zona a Preservar.
