Unen define sus listas

Unen define sus listas

Por Horacio Ríos

La ansiedad por el cierre, que será en 15 días, no decae. El frente apuesta a una supervivencia difícil. Hay fuertes internas y una colección de rebeldes: todo anuncia un final a toda orquesta.


Embarrados por la duda, empapados de controversias. Así llegará Unen al 26 de febrero, cuando se cierren las listas de las alianzas políticas que competirán el 26 de abril en la elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).

La heterogeneidad de las fuerzas que componen la coalición le suma, por una parte, votantes de orígenes disímiles, pero también le ha traído cualquier cosa menos la paz al interior de una alianza que busca su identidad en aguas procelosas.

A este panorama hay que añadirle que su fuerza principal, la Unión Cívica Radical, es un barco que navega en la noche con las luces apagadas, tal es la magnitud de la crisis que la atraviesa. De todos modos, hay que acotar que tampoco es una fuerza que se haya desagregado hasta convertirse en arena, ya que el centenario espacio posee una cultura partidaria y una historia que le sirven hasta ahora como argamasa, aunque para sobrevivir deberá apelar a la reconstrucción de sus mejores tradiciones.

Unen tendrá su interna en las PASO de la Ciudad, que se disputarán el 26 de abril, sin competir con el Pro, que se permitirá a su vez pugnar con la Coalición Cívica-ARI en las PASO nacionales.

Sumas y restas

Actualmente, el bloque mayoritario de Unen en la Legislatura es el de Suma+, cuyos cuatro diputados responden directamente a Martín Lousteau, una de las incorporaciones más novedosas de la alianza. Lousteau será uno de los grandes electores en la Ciudad, por lo que los que quieren “ser” deben hablar con él para ocupar un puesto expectante en las listas. Por esta razón, en estos días la actividad de los aspirantes a ocupar los puestos expectantes en las listas es febril.

El acuerdo primigenio ubica al socialista Roy Cortina al tope de la boleta de legisladores que llevará a Lousteau y a Fernando Sánchez como precandidatos a jefe y vicejefe de Gobierno. En el segundo puesto iría ubicado el actual vicepresidente tercero de la Legislatura, Maximiliano Ferraro, hombre de confianza de la líder natural del espacio, Elisa “Lilita” Carrió.

Desde allí para abajo, hasta ahora todo es forcejeo, salvo para los del Partido Socialista Auténtico, que esperan ubicar allí a Virginia González Gass para que repita su mandato de cuatro años en la Legislatura. Los socialistas aseguran que la trayectoria de esta docente, que fue rectora del Colegio Nacional de Buenos Aires, bastará para que su postulación sea viable.

En el cuarto puesto podría ir Emiliano Yacobitti, dado que los radicales buscan ubicar en lugares expectantes a dos de sus hombres. El primero le tocaría a La Cantera, que lidera el legislador Hernán Rossi, y el segundo sería de Enrique “Coti” Nosiglia y podría ser Carlos Macchi.

El quinto puesto, que le correspondería al partido que encabeza Margarita Stolbizer, Generación para un Encuentro Nacional (GEN), iba a ser para el economista Martín Hourest, pero parecería que en los últimos momentos crecieron las acciones del politólogo especialista en narcotráfico Alberto Förigh, que acompañó últimamente a la diputada bonaerense en varias conferencias.

El sexto puesto en la lista de legisladores porteños estaría reservado para una integrante de la CC-ARI y sería para una mujer, aún desconocida para el público.

Los que apuestan al piso

Hasta el día en que esta crónica vea la luz, aún hay posibilidades para que se presenten otras listas de Unen en las PASO, que competirán alguna por la Jefatura de Gobierno y alguna otra solo con “lista corta”, de legisladores porteños.

Entre las ligas menores, el líder de la agrupación Libres del Sur, Humberto Tumini, aseguró que también lanzará su postulación, pero aún no operó alianzas, aunque esta posibilidad está presente, dado que sus posibles competidores en este especie de Nacional B, entre los que se cuenta el titular de Podes, Sergio Abrevaya y los insurrectos radicales Andrés Borthagaray y Carlos Mas Vélez, si se aliaran lograrían quizás alcanzar el piso necesario para intercalar a algunos de sus candidatos en la lista definitiva.

En los últimos días, otro grupo de radicales ligados a Julio César Cleto Cobos anunció su voluntad de competir con una lista solo para legisladores porteños. Los tres primeros postulantes de esta opción serían Álvaro de Lamadrid, Omar Avendaño y la titular de Adecua, Sandra González.

 Proyecto Sur, en el freezer

Los seguidores de Fernando “Pino” Solanas que aún siguen formando parte de Proyecto Sur casi no dan señales de vida.

La interna es tan feroz que hasta existen denuncias judiciales casi adolescentes, como una que presentó el exlegislador Julio Raffo contra el hijo de una diputada nacional de su partido, que adquirió un departamento de un ambiente con una herencia de su abuelo.

Entretanto, el único legislador que aún posee Proyecto Sur, Javier Gentilini, no se privó de decretar el fin de Unen, sino que hasta se atrevió a cuestionar a todos sus compañeros de ruta, incluido su propio líder, Fernando “Pino” Solanas. Por esta razón, hay quienes ven cercana la disolución de la fuerza porteña que lidera el cineasta.

Este sería el porqué de la ausencia de los hombres de Solanas en las negociaciones.

Finale, ma non troppo

Las óperas más conocidas son las que culminan en tragedia, pero las hay de otros géneros, como la ópera buffa, que trata sobre temas más allegados al sentir popular, pero que igualmente han generado grandes obras, como Falstaff (Verdi), El barbero de Sevilla (Rossini) y Las bodas de Fígaro (Mozart).

No será trágico el final de Unen en Capital, como muchos vaticinaban, pero habrá aún mucha tela para cortar hasta que se acaben las penurias de muchos de sus integrantes.

Notará el lector avispado que en esta crónica se utilizó en muchas ocasiones el verbo en tiempo condicional. Esto sucede porque la experiencia enseña que nada es más inestable que un cierre de listas. Cinco minutos antes de la hora señalada todo puede cambiar, todo puede estallar en mil pedazos o todo puede fluir –sorpresivamente– con total tranquilidad.

El final feliz es el menos habitual en estos casos. Incluso, dicen, es necesaria una queda disconformidad para que exista una verdadera sensación de equidad.

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