Más datos que complican a Macri

Más datos que complican a Macri

Se agregaron al expediente elementos de peso que ensombrecen la situación judicial de Macri. Las llamadas con Palacios y el desprocesamiento de Narodowski. Los próximos pasos que dará Oyarbide.


El Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, parece ser un abonado a las malas noticias. Y la afirmación queda demostrada luego de enumerar los nuevos sucesos que se produjeron en el caso del espionaje porteño.

A la aparición de nueve llamadas entre Macri y el ahora detenido en el Penal de Marcos Paz y ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge ?El Fino? Palacios, se le debe sumar el desprocesamiento que dictó, el jueves 12, el juez federal Norberto Oyarbide sobre el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski, librándolo de culpa alguna en la causa, con lo cual el magistrado demostró que el ex funcionario no tuvo nada que ver en la contratación del espía Ciro James y apuntó todos los cañones a un hombre muy cercano al jefe comunal, el subsecretario de Recursos Humanos del Ministerio de Hacienda, Andrés Ibarra, quien deberá prestar declaración indagatoria -en calidad de sospechoso de cometer un presunto delito- el jueves 26.

?La movida de desprocesar a Narodowski no es menor, ya que si éste no tiene nada que ver con el contrato de James, hay otro funcionario que es responsable por su contratación y todo indica que Oyarbide cree que Ibarra, quien fue subsecretario Administrativo de esa cartera, fue el responsable de la llegada del ex integrante de la Federal al Ministerio de Educación?, adelantó a Noticias Urbanas un colaborador del juez.

Los camaristas Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, que integran la Sala I de la Cámara Federal porteña, sostuvieron en su fallo que ?la designación del espía James como supuesto asesor legal del Ministerio de Educación porteño, donde se comprobó que nunca realizó ningún trabajo, fue la forma de darle una retribución y cobertura al espía en los inicios de lo que consideró una estructura clandestina, subterránea de inteligencia ilegal en el ámbito de la administración porteña?.

A esos dos datos se debe sumar un tercero que involucra a la empresa de seguridad Akerman Group, compañía que Franco Macri contrataba para proteger a su familia. Según el magistrado, tanto Franco como Mauricio recurrieron a ella para encargarle que pincharan los teléfonos de Néstor Leonardo, el cuñado del jefe comunal, y que ante la negativa de la empresa el trabajo recayó en James. Por eso, Oyarbide le pidió a la compañía que informara si espió a Leonardo, para de esa forma presionarla y obligarla a revelar lo que saben del tema.

Estos elementos complican la situación judicial de Macri, en especial la aparición de las llamadas con Palacios, ya que el Jefe de Gobierno repitió varias veces en su declaración indagatoria que no había mantenido comunicaciones con su ex jefe de Policía.

?Ninguna comunicación existe entre Mauricio Macri y los nombrados?, remarcaron los abogados defensores Ricardo Rosental y Santiago Feder, en tres oportunidades por escrito. Las repercusiones de la oposición ante la confirmación de las llamadas entre Mauricio y el Fino no se hizo esperar y no fueron nada halagadoras para el jefe comunal.

El legislador de Nuevo Encuentro Gonzalo Ruanova disparó: ?Macri demostró intención de ocultar información y eso es muy grave?.

El entrecruzamiento de líneas telefónicas que se realizó la semana pasada se demoró, según explicaron en el juzgado, por la tardanza de los macristas en proporcionar los datos. El miércoles 19 de mayo, Oyarbide realizó un pedido judicial por el cual le solicitaba al Gobierno porteño un informe sobre los teléfonos fijos y móviles que utiliza el jefe comunal. También les pidió a las autoridades del Congreso de la Nación los números de cuando fue diputado nacional, entre 2005 y 2007.

La tardanza valió la pena

A pesar de la demora en conseguir los números de los celulares que utiliza el Jefe de Gobierno, en las últimas semanas el juez federal Oyarbide, a cargo de la causa caratulada ?James, Ciro Gerardo y otros sobre intervención de las comunicaciones?, recibió por parte de las autoridades de la administración porteña el número del teléfono móvil que el jefe comunal usa desde hace tiempo.

Con ese dato, los investigadores del caso comenzaron a realizar el jueves 12 un entrecruzamiento de llamadas entre Macri y el celular de Palacios. Tal como esperaba Oyarbide, las hasta el momento inexistentes comunicaciones entre Mauricio y el ex comisario comenzaron a aparecer.

Según una fuente de la pesquisa que fue consultada por Noticias Urbanas, en principio se trata de ?nueve comunicaciones?, pero habría más, ya que recién se iniciaron los entrecruzamientos. ?Entre julio y septiembre de 2009 Macri y Palacios hablaron nueve veces, ocho de las cuales corresponden al período en que ?el Fino? estaba en la jefatura de la Metropolitana, a la que renunció el 25 de agosto de 2009, y una llamada posterior del 25 de septiembre, a las 9 de la mañana, que va del teléfono de Macri al de Palacios y que duró 45 segundos?, detalló la fuente judicial a este medio.

Sobre esta última, el magistrado puso gran atención, ya que se realizó un día después de que James retirara de la Secretaría de Inteligencia del Estado las primeras escuchas al dirigente de la agrupación de familiares del atentado a la AMIA, Sergio Burstein, quien fue un fuerte crítico de la designación de Palacios en la Metropolitana.

En lo referente a James y Palacios, había un patrón de comportamiento, ya que solían hablar antes o después de que el espía retirara de la SIDE las grabaciones. Las intervenciones eran requeridas desde Misiones, por los jueces Horacio Gallardo y José Luis Rey, a los que recurría James para solicitar las intervenciones telefónicas.

Oyarbide consideró clave para procesar a Macri la presencia de James en la zona donde vive el jefe comunal (Libertador y Tagle) y los casetes con conversaciones de Leonardo, que el espía retiró de la SIDE. Según el magistrado, la pinchadura a Leonardo compromete a Macri, ya que no hay mucha explicación sobre quien más podía tener interés en escucharlo.

En paralelo con los nuevos y pesados elementos del caso se produjo una nueva amenaza anónima al juez de la causa. A fines de mayo una llamada al teléfono particular del magistrado le anunciaba a la empleada doméstica que atendió que Oyarbide había recibido un balazo en el estómago. En los últimos días, una nueva amenaza de muerte se habría realizado al celular del juez, quien atendió la macabra llamada.

Las novedades judiciales no son nada alentadoras para el ingeniero y contradicen con testarudez sus afirmaciones públicas de inocencia.

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