Una hora despsués del horario señalado y con la Línea H de paro, funcionarios del Gobierno porteño y metrodelegados dieron arranque a la reunión por el conflicto en la línea B. Previo al encuentro, el titular de Sbase Juan Pablo Piccardo cruzó a los trabajadores y los acusó de “no querer trabajar”. En la puerta de la Subsecretaría, Néstor Segovia, trabajador de la línea C respondió informando que solicitarán una medida cautelar a la Justicia porteña frente a la falta de condiciones de seguridad en las formaciones y estaciones.
Después de que el representante del Ejecutivo criticara el accionar de los trabajadores y hasta revelara el valor del sueldo, el empleado apuntó los cartuchos contra el jefe de Gobierno y el jefe de Gabinete: “Me dan asco”.
En las últimas horas por su parte, el subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor indicó que “los metrodelegados y Sbase se tienen que poner de acuerdo en el diagrama de cuántos choferes y motorman deben salir y con qué frecuencia”. “Queremos garantizar este servicio que beneficia a la gente, particularmente a miles de vecinos de Villa Urquiza. Por eso impulsamos el diálogo, para llegar a una pronta solución”, agregó en declaraciones a La Nación.
El funcionario indicó que durante el fin de semana tuvo diálogo abierto con los metrodelegados y por eso descartó una posición inflexible de los sindicalistas. “Acá hubo un aprovechamiento político”, deslizó, como también lo hicieran otros dirigentes de Pro desde el viernes.
Claudio Dellecarbonara, delegado gremial de la línea B, respondió: “Político es lo que hicieron los del Pro días antes de que se cumpla la veda que impide inaugurar obras antes de las elecciones. Las estaciones tienen una precarización criminal”.
La postura de Sbase es que los trabajadores recapaciten y accedan a completar el recorrido que se inicia en Alem. “Propuesta nueva no hay. La idea es que se incorporen las dos estaciones porque cumplen las condiciones de seguridad”, dijeron sus voceros.
Sin embargo, el candidato por el Frente Nueva Izquieda replicó: “Vamos a seguir con esta medida hasta que se corrijan las falencias. No pueden convivir cables de 600 volts con cámaras inundadas con agua. Tampoco podemos comunicarnos en las nuevas estaciones”.
Y desde la subsecretaría señalaron: “Todos los motorman tienen un celular para comunicarse con tierra y no hay ninguna cámara inundada. Filtraciones de agua hay en todo túnel, pero hicimos una inspección antes de que corrieran los trenes y no encontramos dónde había cables de electricidad”, detalló. Para el subsecretario, sólo resta definir detalles entre los metrodelegados y la empresa concesionaria, tales como diagramas de recorridos y frecuencia.
Desde primera hora de la mañana de este lunes, el subte presta servicio completo. Personal jerárquico se encarga de cumplir con la tarea.
