Chiche: “Seguirle la corriente a la Presidenta es para la gilada”

Chiche: “Seguirle la corriente a la Presidenta es para la gilada”

La ex senadora rechazó las denuncias de la Presidenta contra su marido, Eduardo Duhalde y aseguró que la mandataria "delira". Asimismo, ratificó que "quiere ser" gobernadora de la Provincia.


La ex senadora Hilda “Chiche” González rechazó las acusaciones de la presidenta Cristina Kirchner contra su marido, el ex mandatario Eduardo Duhalde, por presuntas maniobras especulativas a través del Banco Mariva y denunció que a la jefa de Estado “le dan letra y arma una fantasía”.

“Nuestra presidenta está delirando”, lanzó la ex legisladora, luego de que Cristina Kirchner vinculara al ex presidente con José Luis Pardo, titular del Banco Mariva, cuya actividad bursátil fue suspendida anteayer por la Comisión Nacional de Valores (CNV) en forma “preventiva”.

En un reportaje que publicado en el diario Perfil, Chiche Duhalde insistió en su embestida contra la mandataria: “Seguirle la corriente es para la gilada, nos saca de temas importantes como la inseguridad, la inflación y la pobreza”, alertó.

La ex senadora dijo que “aprecia muchísimo” a Pardo, un antiguo amigo de su esposo, pero insistió en rechazar las acusaciones contra el ex caudillo del PJ bonaerense: “A la Presidenta le dan letra y arma una fantasía, una deducción loca”, denunció.

Reiteró que con el accionista del Mariva, a Duhalde lo une una vieja relación de amistad. “Para mí es Chicho. Lo conozco de hace por lo menos treinta años. Es parte de un grupo grande y heterogéneo en el que está mi marido. Son hinchas de Banfield, juegan al fútbol, a las cartas y comen asados desde hace décadas”, destacó.

Esta semana, la CNV tomó la decisión de suspender a la Sociedad de Bolsa Mariva Bursátil, tras un operativo destinado a fiscalizar las operaciones de compra venta de activos bursátiles con liquidación en el exterior, al considerar que la entidad “no exhibió la documentación necesaria” requerida.

Por otra parte, Chiche Duhalde renovó sus cuestionamientos al manejo político y económico del Gobierno nacional. “En términos económicos, 2001 fue más difícil, pero ahora me preocupa la pobreza espiritual, anímica y cultural”, lamentó.

Para la ex legisladora, “fueron muchos años de decadencia, que han hecho implosión en esta década. Las formas tienen importancia, y acá hubo una pérdida de respeto por las instituciones a todo nivel: educativo, familiar, de seguridad”.

Finalmente, ratificó sus aspiraciones de pelear por la gobernación bonaerense. “Quiero ser gobernadora. Me creo la más conocedora y capacitada. A un gobierno como el de Daniel (Scioli), a quien aprecio, le resulta difícil pelear por los derechos de la provincia porque no tiene poder”, expresó.

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