Ante el silencio K, Alberto le ordenó a sus funcionarios salir a respaldar a Batakis

Ante el silencio K, Alberto le ordenó a sus funcionarios salir a respaldar a Batakis

Desde Presidencia se bajó línea para que salieran a apoyar públicamente el programa de la Ministra.


Ante el “ruidoso” silencio del kirchnerismo luego de los anuncios que lanzó la ministra de Economía Silvina Batakis para tranquilizar a los mercados, desde Presidencia bajaron línea a todos los funcionarios para que salieran a confirmar y apoyar el programa económico.

En ese contexto, distintas voces de primera línea del Gobierno salieron a respaldar a la ministra: el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti. Fue un contrapeso al vacío que le hizo el kirchnerismo a los dichos de la ministra.

En el entorno presidencial intentaban decodificar la reacción K. Querían saber si ese silencio se trataba de una primera respuesta cauta, ante la confirmación oficial de la ratificación del acuerdo con el FMI, algo que en el Gobierno naturalizan porque ya nadie espera que desde el kirchnerismo se valide esa decisión de Fernández; o si implicaba el anticipo de que la suerte de Batakis corre por el mismo sendero que la de Guzmán.

Ante ese panorama, el Presidente hizo su movimiento y armó un scrum de apoyo a Batakis. Manzur se puso al frente de esa estrategia y planteó que mas medidas pretenden “desterrar definitivamente de la Argentina todo lo que se conoce como la timba financiera”. Fue, en paralelo, un guiño a los K, que suelen apuntar contra la especulación financiera que -consideran- se instaló durante el Gobierno de Mauricio Macri.

Desde el Banco Central, Pesce intentó aportar certezas respecto a la política monetaria. “No necesitamos una fuerte devaluación, necesitamos construir un puente hasta el momento en que reduzcamos las importaciones de energía”. Y remarcó que hay reservas “suficientes”.

En esa línea, Moroni, otro hombre de extrema confianza del Presidente, ya había hecho su parte al ratificar la postura del Gobierno de que los salarios le ganen a la inflación y confirmar que no descartan reabrir paritarias en agosto si eso no ocurre.

El albertismo está agazapado y  tiene sus alarmas encendidas por la reacción K. Ya tuvo una señal cuando Grabois y otros dirigentes considerados más marginales de la coalición como el referente de la CTA, Hugo Yasky, cercano a Cristina, sostuvieron que “la ministra Batakis eligió dar señales al mercado”.

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