Liniers negro

Liniers negro

En ese barrio y alrededores, las mafias despliegan sus negocios. Prostíbulos, locales donde se vende droga y talleres textiles esclavistas son moneda corriente. Adónde están la Policía Federal, el Gobierno porteño y la Justicia.


A esa altura, la calle Risso Patrón es un callejón. Sólo a 100 metros de la avenida Rivadavia la cuadra se cierra contra las vías del tren Sarmiento. Los árboles sin podar bloquean las luminarias. De la oscuridad brota la entrada de una casa iluminada. Su puerta es un gran ventanal con rejas blancas. Noche tras noche, y sobre todo los domingos, se repiten las visitas. Sólo hombres. En grupos o solitarios. Bajan de los autos, vienen en moto o caminando desde Rivadavia. A las mujeres se las ve salir en remises. Y siempre el mismo sujeto en moto, con su patente dada vuelta, que pasa unos minutos a buscar la recaudación.

Estos hombres se acercan al callejón para entrar al prostíbulo Valentina y sus Amigas, antes conocido como Paraíso de Ángeles. Pero estas últimas noches algo cambió. En la puerta había dos nuevos carteles. ?Clausurado?, anuncian. Pero los barones de la trata no les dieron importancia. Esas fajas de clausura no están bloqueando la puerta. Una, en la pared y la otra, en la parte superior del vidrio de la puerta. ?Nadie se alteró demasiado. Algunas corridas al principio y a esperar que se termine el circo?. Así lo contó a Noticias Urbanas una mujer que surgió de la oscuridad del callejón. ?Vino el subcomisario de la 44ª, Oscar Javier Dolcemáscolo, junto a la Fiscalía Contravencional N° 4 y la Agencia Gubernamental de Control (AGC). Ellos pusieron las fajas?, relató, a cambio de no grabar la entrevista.

?¿El prostíbulo sigue activo pese a la clausura?
?Claro, ¿qué esperabas? Fijate dónde pusieron las fajas. Acá la gente entra y sale sin problemas. De hecho enfrente, en la esquina de Yerbal 6300, tenés otro prostíbulo donde no pasaron ni a tocar el timbre.

?¿Cuánto poder tiene la mafia prostibularia?
?Mucho. Si te fijás en el mapa del Gobierno de la Ciudad donde fotografían los frentes de los domicilios, en la última actualización, Risso Patrón 111 no aparece. Es una foto de 1996.

Los prostíbulos del callejón están divididos por la calle Yerbal. Cuando se consulta a esta mujer si no sería poco redituable en lo financiero la cercanía para el mismo negocio ilegal, ella responde con una sonrisa y a los segundos larga: ?El prostíbulo es la fachada pero tenés otros negocios. La merca rinde, querido, y vender alcohol suma?.

La simbólica clausura por acuerdo de las dependencias de los dos gobiernos, nacional (Policía Federal) y porteño (AGC), se produjo horas antes de la segunda caravana contra el delito organizado que realizaron los vecinos de Liniers, con respaldo de la fundación La Alameda que lleva años investigando y denunciando a redes de trata laboral y sexual que operan en los talleres textiles o prostíbulos.

?Está claro que la clausura es de antes del escrache. Nos decepcionan porque una vez más asistimos a la farsa montada por las autoridades. Y no nos resulta para nada novedoso, sólo que, a raíz del documento que presentamos en el Ministerio de Justicia de la Nación, sinceramente pensamos por un instante que podían trabajar en serio, pero no?, afirmaron los vecinos de Liniers, a través de un blog que viene denunciando desde tres años y medio los pormenores de la mafia que se instaló en el barrio cercano al estadio Vélez Sarsfield.

El miércoles de la semana pasada, los vecinos de Liniers y La Alameda finalizaron el ?mapa del delito? de la jurisdicción de la comisaría 44ª, que abarca los barrios de Liniers, Versalles, Villa Real y parte de Villa Luro y de Montecastro. El informe alcanza 160 páginas y detalla con precisión dónde están las principales cajas negras. Los primeros funcionarios en recibir la investigación fueron los del Ministerio de Seguridad Nacional (en el expediente Nº 11.126/11) y la Jefatura de Ministros porteño (exp. Nº 479.921/2011).

En el ministerio a cargo de Nilda Garré tuvieron una entrevista la comisión de vecinos surgida de la asamblea que se realiza hace un mes y medio cada miércoles, a partir de las 20, en Lisandro de la Torre y Rivadavia. En la cartera de Seguridad prometieron convocar en 15 días a una mesa barrial para trabajar. Y tomaron nota de los reclamos urgentes. ?Cuando llamamos a Daniel Badie (el funcionario que recibió el mapa del delito) por la clausura del prostíbulo, el funcionario no respondió que se habían sentado con la comisaría 44ª el día anterior. Badie nos reconoció que el mapa del delito se lo habían entregado a la comisaría, la misma que nosotros señalamos por su complicidad con crímenes y coimas?, expresó ?El Guasón?, uno de los vecinos que crearon el blog Liniers Así No Te Queremos y que denunciaron que el prostíbulo en Risso Patrón 111 integra la red que comanda ?El Gitano? o ?Francés?, como se apoda a Daniel Enrique Bougeardt. Este hombre fue acusado ante el juez federal Ariel Lijo de dirigir la cadena de prostíbulos Paraíso de Ángeles, una serie de talleres textiles clandestinos y hasta casas tomadas. Esta mafia fue también denunciada por Noticias Urbanas en sus ediciones Nº 265 (del 4 de noviembre de 2010) y 274 (del 6 de enero de 2011).

Bougeardt aún no fue alcanzado por la ley. Las denuncias penales y los escraches hicieron temblar su empresa criminal pero no la derrumbaron. De hecho, estará reabriendo en las próximas horas el prostíbulo por el que saltó a la fama. Se trata del piso de arriba un pelotero, ubicado en la misma cuadra que un jardín de infantes, en Lisandro de la Torre 472, que fue convertido en un tugurio para explotar sexualmente a mujeres inmigrantes. Al otro día del escándalo en los noticieros de televisión, en octubre del año último, la Policía Metropolitana, la AGC y la Fiscalía Contravencional Nº 4 aplicaron el método de la intervención simbólica. La faja de clausura la colocaron a mitad de puerta y con las víctimas dentro. Tras conocerse por los medios la abstracta clausura, los funcionarios volvieron al lugar con más fajas y una custodia de la Policía Federal. A los meses se retiró la presencia policial y los medios ya no hablan del tema.

Entonces volvieron los lugartenientes del Gitano Bougeardt. Estos arriban a Lisandro de la Torre al 400 desde hace una semana conduciendo una camioneta Chevrolet negra 4×4, 2.8 turbo limited, chapa patente EED 385. Los vecinos de la cuadra ya están preparando la ofensiva contra el capo mafia. Desde los bajos fondos se rumorea que Bougeardt se cargó a Carlos Benvenuto, un ex inquilino del pelotero, quien apareció con las piernas cortadas dentro de su propio auto luego de una pelea con el Gitano.

EL UMBANDA DE LINIERS

La caravana por seguridad y contra las cajas de la trata, el narcotráfico y la prostitución, producida pocas horas antes del cierre de este artículo, impactó en un histórico rufián instalado con varios comercios sexuales frente a la terminal de tren. Terapia Privada es el nombre de fantasía que Carlos Rodríguez, ?El umbanda?, puso a las propiedades prostibularias de Carhué 18 y José León Suárez 18. No hubo incidentes en el escrache. Rodríguez prefiere hacer el menor ruido posible, no responder y dejar que ?todo esto pase. Igual yo no regenteo, sólo alquilo?. En cambio, en Carhué 34 sí hubo problemas con un hombre que no dejaba que clausuraran su local porque allí, decía, ?sólo funciona un bar?.

El mapa del delito en Liniers incluye, además de una treintena de prostíbulos, 24 talleres textiles clandestinos y diez inmuebles donde se comercializan drogas. El tráfico de estupefacientes fue denunciado el año pasado por un grupo de vecinos ante el juez federal Sergio Torres. Pero eso no es todo en el mapa de la delincuencia organizada. ?Comercios y boliches irregulares, trapitos que cotizan en cada partido o recital, las zonas liberadas para los robos de autos, como la calle Murguiondo o Bruselas en Versalles, los arrebatadores en grupo, el transporte clandestino y la venta ambulante que funciona bajo la extorsión y dirección de la brigada?, denunció Gustavo Vera, de La Alameda, quien, como los vecinos, quiere que Liniers deje de ser la estación terminal del crimen organizado.

OPINIÓN
Alicia Pierini: "Los barrios piden seguridad y se organizan"

La presidenta Cristina Kirchner lo dijo el 1 de marzo de 2008 en su primera inauguración de sesiones ante el Congreso de la Nación. Se tardó mucho en escucharla. Recordemos qué dijo Cristina: ?Hoy, cuando una madre o un padre dice ?hay zona liberada para vender paco o droga, para hacer aquel asalto o para cometer aquel homicidio?, vemos que esa zona liberada no es distinta a otras zonas liberadas que había durante la dictadura para llevarse o secuestrar a alguien. No es distinto, hay una conexidad: unos para delitos de lesa humanidad y otros para delitos comunes, pero ambos contribuyendo a crear la inseguridad? (ver Diario de sesiones).

Efectivamente, no es tan distinto, la institución que ayer liberaba zonas a los grupos de tareas cambió de hombres, y algo en las formas: pero no se exilió del oscuro mundo de la ilegalidad y vino ostentando impunidad cada vez que pudo.
Ahora las cosas han empezado a cambiar, y al mismo tiempo, al rebalsarse la paciencia barrial, otro protagonismo toma cuerpo: el de la sociedad que se organiza para defender sus derechos. Porque la seguridad es un derecho, y un derecho humano importante engarzado en el derecho a la vida, dignidad e integridad de las personas. Sin seguridad, cada día es un riesgo. Sin seguridad, la democracia se debilita.

La comunidad organizada ha empezado por organizar su información. Curiosamente, los vecinos detectan los talleres clandestinos que la policía nunca vio, saben de los prostíbulos que explotan mujeres y adolescentes, conocen los kioscos, esquinas o cuevas donde se trafica la droga, quiénes distribuyen paco, dónde se acopian las mercaderías robadas. Y nos han dicho que es inútil denunciar a la policía esos ilícitos, porque por alguna extraña razón al final nunca pasa nada, o temen las represalias porque sospechan de la ?zona liberada?.

Todas las denuncias que hoy investiga (¿investiga?) la Justicia han sido provistas por entidades barriales, por cooperativas como La Alameda, con olfato especial para talleres clandestinos donde explotan a trabajadores inmigrantes, o por vecinos que piden reserva de identidad, o simplemente por quienes revisan el famoso rubro 59 y pescan los prostíbulos más sórdidos. El reciente dossier elaborado por La Alameda en relación con la zona de Liniers es una síntesis apretada de cómo los vecinos, simplemente recopilando el delito en su zona, muestran una verdad: que la policía ha venido siendo parte del problema de la inseguridad, y aún no sabemos si podrá ser también parte de su solución.

En ese dossier está también el hecho del año último, cuando el comisario de la 44ª reprimió brutalmente a los asistentes al recital de Viejas Locas para darle ?entrada liberada? a los barrabravas de Vélez. Por la golpiza hubo un adolescente muerto, al que tiraron debajo de la autopista, lo abandonaron y encima inventaron una presunta caída del joven. Toda la sociedad vio por TV la increíble represión, con el comisario en escena, quizás muy seguro de su impunidad.

Por todo eso los vecinos reaccionan. Sólo falta que vuelvan a cantar aquella ?marcha de la bronca? con que desafiábamos en nuestra juventud. Pero antes que eso ocurra, organizaciones barriales, movimiento de trabajadores y cooperativas, defensores del pueblo y autoridades no corrompidas, tenemos la oportunidad de entrelazar voluntades y democráticamente desmontar estos resabios de épocas pasadas y hacer que la justicia sea justa.

Liniers ya se ha puesto de pie y pide un plan de acción para volver a creer en las instituciones y a dormir en paz en su barrio. Cuando así sea, también será justicia.

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