El Frente Grande de la Capital rompe con la Alianza

El Frente Grande de la Capital rompe con la Alianza

Unos 200 dirigentes y militantes del Frente Grande porteño se reunieron en el Club Vedra el sábado pasado y reclamaron la formación de "otra alianza". Dijeron que la actual "está agotada" y plantean unirse con el ARI de "Lilita" Carrió


En forma algo tardía, el Frente Grande porteño realizó el sábado pasado un plenario para debatir el futuro de esa fuerza en la Alianza. La reunión se produjo cuando arrecian los cuestionamientos al proyecto que los reunió en el 2001 con los radicales, ante cuya falta de respuestas se produjo una diáspora de muchos cuadros, hoy instalados en otros agrupamientos de la izquierda porteña.

Las agrupaciones que concurrieron al Club Vedra, fueron el Modejuso de Abel Fatala, el Espacio Abierto de Ariel Schiffrin, la Agrupación "Isaura Arancibia" de la diputada Delia Bisutti, la Corriente de Eduardo Jozami y los "Ex – Banda", antiguos militantes del Partido Intransigente, que lideran Raúl Fernández y Marcelo Vensentini. Inesperadamente, hasta el "Chachismo" más puro se hizo presente, representado por su esposa Liliana Cherniajovsky y la diputada Beatriz Baltroc.

Los dirigentes autoconvocados evaluaron que "la Alianza está agotada en todos sus niveles, tanto en la Nación, como en la Ciudad y en cada uno de los distritos que gobierna" y reclamaron "la urgente realización de un congreso partidario para definir el futuro del Frente Grande, de forma orgánica y en conjunto".

La diputada Delia Bisutti, cuya agrupación fue la convocante original del plenario, manifestó que "orgánicamente, la Alianza sigue existiendo, pero el gobierno nacional está a contramano de su propuesta original. Nosotros tenemos que dar la pelea para no ser cómplices de esta política". Agregó que su agrupación ya había planteado el abandono de la Alianza en dos ocasiones, cuando la renuncia de Chacho y el 11 de julio, cuando Cavallo lanzó el "paquete" de medidas, pero no consiguieron entonces el consenso necesario.

Los dirigentes, reunidos en un club del barrio de Boedo, plantearon la formación de "otra alianza", que en octubre, no será con el radicalismo, puesto que sus aliados alfonsinistas no los acompañarán por afuera de su partido. La única posibilidad que se le abre, entonces, al Frente, es una unión con las huestes de "Lilita" Carrió, para formar así el grupo de "los desilusionados de la Alianza". De todos modos, la diputada disidente del radicalismo lidera todas las encuestas para la compulsa de octubre, aún sin el acompañamiento del Frente, por lo que no es seguro que acepte en su agrupación – la Alianza para una República de Iguales (ARI) – a aliados que le plantearán una serie de exigencias cuando deban conformarse las listas de candidatos. Por ahora Carrió prefiere mantener las cosas como están, aunque tiene un ojo abierto hacia una agrupación que tiene una presencia territorial de la que ella carece hasta ahora.

El martes se reunía la Mesa de conducción porteña, que en esta ocasión estará acompañada por la conducción que la reemplazará en septiembre – que ya fue elegida -. Tienen el propósito de convocar a un congreso partidario que, en realidad sólo se limitaría a firmar el certificado de defunción de una alianza que ya hace mucho tiempo que no existe.

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