"Zamora usó conmigo métodos que ni siquiera usó la dictadura"

"Zamora usó conmigo métodos que ni siquiera usó la dictadura"

Así se expresó el ex zamorista, Héctor Bidonde, en una muy dura carta pública, en donde criticó sin eufemismos el accionar político del diputado nacional Luis Zamora y su mujer, la legisladora Noemí Oliveto, dando a conocer la parte oscura del manejo partidario


Le dijo de todo. A través, de una carta enviada a los medios, el legislador del Bloque del Sur, el ex zamorista, Héctor Bidonde, se dedicó a cuestionar en duros términos a su ex jefe político, el diputado nacional, Luis Zamora y a su mujer, la legisladora Noemí Oliveto. Bidonde dio las razones de su alejamiento de Autodeterminación y Libertad y le aconsejó a Zamora "no presentarse más a elecciones". A continuación la carta del legislador:

"Soy Héctor Bidonde, actor, hoy diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Escribo esto a título estrictamente personal. Durante tres años pertenecí a Autodeterminación y Libertad (AyL), movimiento político del que me separé hace algo más de un año, junto a un grupo de compañeros con quienes actualmente conformamos el Bloque del Sur. ¿Por qué escribo esto hoy? La principal razón, es que me harté de que en los últimos meses y por todos los medios a su alcance, Luis Zamora me insulte y me ofenda cuando trata de explicar quiénes eran y por qué se fueron todos los legisladores porteños y diputados nacionales que integraban AyL, menos él y su mujer. Creo que si Luis Zamora tuviera vergüenza, no debería presentarse más a elecciones; ni él ni Noemí Oliveto, ni nadie de su grupo. Ya no hay dudas de que Luis Zamora quiere volver a tomarnos a todos por idiotas.

El desembarco en la Legislatura, el 10 de diciembre del 2003, coloca a Oliveto en el centro de la escena y, a mí criterio, comienza una tarea de demolición vertiginosa. Esto es: feudaliza todo AyL Legislatura. Obviamente, sin la menor consulta. Se abalanzó sobre los sueldos a cobrar por cada
empleado y decidió lo que aportaría cada uno al movimiento. En general, porcentajes altísimos.

En cuanto al funcionamiento del Bloque, los temarios a tratar por los diputados de AyL en cada reunión, emanaban exclusivamente de ella. Este comportamiento instalaba dos temas que atravesarían toda la historia de AyL: el manejo discrecional y absurdo del poder y del dinero. Luis Zamora no tuvo proyecto con AyL. Jamás quiso construir un movimiento político, más allá de sí mismo y de un pequeño grupo. Ocurre que Zamora se vive como una marca, una imagen. AyL fue sólo un soporte humano y mediático, una estructura virtual, llena de palabras, que fue utilizada para recuperar la banca que había dejado en 1993.

En lo personal, guardé con discreción, durante más de un año, las divergencias que hoy salen a la luz provocadas por la incontinencia verbal reiterada de Luis Zamora, a quien considero el máximo responsable del tremendo fracaso de esta aventura que pudo haber sido histórica. Él, para mi
último capítulo de este escrito, revela la maniobra más sucia que he vivido en mi vida política.

Así actúa este campeón de la ética y fiscal general de todos los sistemas políticos: Luis Zamora. Así actúan Noemí Oliveto, Gerardo Romagnoli y Gustavo Baamonde. Equipo que se postula para ser elegidos diputados nacionales, los dos primeros, y legisladores por la Ciudad de Buenos Aires,
los otros dos. AyL posee la herramienta más desarrollada políticamente y no sólo no la usa sino que acude, en nombre de las nuevas formas de Socialismo, a métodos que no usó conmigo ni siquiera la dictadura genocida. Esto pasará a la historia de la vergüenza. Que no hable más el Dr. Zamora de Compromiso Ético: él fue el primero en violarlo. Debe rendir cuentas por eso y callarse la boca para siempre. Quisiera saber si al día de hoy todavía tiene cara para decirle a quien sea, que nos fuimos sin dar discusión política. Claro que hubiésemos querido discutir otras políticas, de otras maneras, como en el encuentro Nacional en Puán, en la Facultad de Filosofía, con más de mil compañeros explorando con todas sus complejidades "los cinco puntos" – principios fundacionales de AyL.

Por último, quiero recordar y guardar un profundo respeto a todos los militantes de base de AyL que, a pesar de la manipulación de los Plenarios, el uso de mecanismos expulsivos y la ventaja de manejar puestos de trabajo
(por parte de la Dirección de AyL), conservaron su dignidad e independencia de criterios, frustrando así, el manejo impune y discrecional del grupo que integró la Conducción de AyL. Ésta fue mi experiencia. Mi deseo es que en los próximos tiempos se termine".

El texto de la carta también puede consultarse en:
http://ar.geocities.com/hbidonde/index.htm
http://ar.geocities.com/hbidonde/index.htm.

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