“Ya no somos una hoja en el viento”

“Ya no somos una hoja en el viento”

En los 80 fue la voz líder de Metrópoli. Hoy se dedica al jazz, al pop y a luchar por los derechos de los intérpretes. Es kirchnerista declarada, pero no se calla frente a situaciones que la desilusionan, como la no sanción de la Ley de la Música. Política y rock en una charla íntima, con la salud de la Presidenta como telón de fondo.


Si tenés 30 o un poco menos y alguien te nombra el tema ?Héroes anónimos?, tu memoria, seguramente, te va a disparar la versión de Catupecu Machu, tan power como monocorde. Si estás pisando los 40, lo más probable es que te transporte a una atmósfera inconfundiblemente ochentosa y a una voz femenina elegante y dulce. La de Isabel de Sebastián, exfrontwoman de Metrópoli, que también aportó en las míticas Bay Biscuits y les hizo los coros, entre otros, a Luis Alberto Spinetta, Virus y Los Redonditos de Ricota. Isabel se tomó el avión a Estados Unidos a fines de los 80 y volvió hace nueve años, cuando la Argentina estaba hecha pedazos. Se comprometió políticamente con el modelo K, creó el colectivo Músicos con Cristina y, actualmente, lucha por defender los derechos de los músicos. Es, también, una de las mujeres más cultas de nuestro rock. Actualmente, canta jazz junto a Bob Telson (autor de reconocidas bandas de películas, como la de Bagdad Café, y padre de sus dos hijos) y está grabando un nuevo disco de pop/rock, junto con su nueva banda compuesta por su excompañero de Metrópoli Javier Miranda (batería), Marcelo Vaccaro (bajo), Mauro Cambarieri (teclados y programación) y David Bensimon (guitarra lead). El CD saldrá, posiblemente, en abril de 2012. ?Es una mezcla bastante original, muy celebratoria: tiene pop, rock y latino, con guitarras del far west?, cuenta Isabel, o Isa, tal como la conocemos en el ambiente.

?¿Es una especie de vuelta a tus orígenes?
?Sí, pero antes yo buscaba la sofisticación y ahora busco la simplificación. Igual, canto algunos temas que hice antes, pero de manera diferente. Estoy grabando ?En camino?, la canción que compuse con Gustavo Cerati y que a él le gustaba tanto. Invité a Leo García, un gran amigo, a que participe en ese tema, y también hago una nueva versión de ?Héroes anónimos?, muy distinta a la de Metrópoli. Hay otro tema mío, este nuevo cien por ciento, que se llama ?La apuesta?. Y estoy haciendo ?Corazón y hueso?, de Daniel Melingo. Es el hit de mi disco, no sabés la versión que le hice. Van a ser alrededor de seis canciones. Como un EP largo o un LP corto, que va a salir por Pop Art.

?Vos volviste en 2003, antes de la asunción de Kirchner. ¿Qué te dio por regresar a la Argentina en un momento tan complicado?
?A ver, me fui en el 89 a Estados Unidos. Lo conocí a Bob, nos casamos, estuvimos juntos 21 años y tuvimos dos hijos. Yo hice distintas cosas allí. Exploré. Seguí cantando un poco con la banda de Bob; durante unos años también produje el canal de espectáculos StarMedia, la primera multinacional de internet para habla hispana; me dediqué varios años a promover el tango, y después volví porque mi madre empezó a tener síntomas de Alzheimer y tenía mucha necesidad de estar a su lado. Los cuidé a ella y a mi padre, que ya fallecieron. Tuve ese privilegio, porque no hay precio más alto que uno paga por irse que ese llamado triste en la mitad de la noche, a tantas millas de de distancia.

?No te quedan cuentas pendientes.
?No, no me quedaron cuentas pendientes. Y después me di cuenta de que me gustaba muchísimo más criar a mis hijos acá. Básicamente, venía bastante enferma con el sistema educativo de Estados Unidos. También con la judicialización que allá hacen de todo: te pueden meter un juicio si un nene viene a tu casa y se hace un raspón. Tienen una industria del juicio horrible que termina impregnando la vida cotidiana. Y en cuanto al sistema educativo, el síntoma más descriptivo es el altísimo porcentaje de chicos que toman medicación contra el déficit de atención. La medicalización de los niños me asusta mucho, es terrible. Esas son las cosas que yo, como madre, sufrí más en EE.UU. Tampoco me gusta su política exterior. Pero hay otras cosas que sí me gustan de allá. Amo a Nueva York. En realidad, podría vivir acá o en EE.UU. y de la misma manera soy con la música: bailo tango, me gusta el folclore, me gusta el rock, me encanta cantar jazz. Siento que no me alcanzan los minutos y la vida para la cantidad de cosas que me gustan.

?¿Por qué te acercaste al kirchnerismo?
?En el momento que Néstor descuelga el cuadro de Videla en la ESMA me di cuenta de que empezaba a pasar algo que me importaba. Soy de una generación sumamente atravesada por el oscurantismo que significó el golpe militar. Además, volví en un momento en que se había expoliado completamente a los argentinos de lo que tenían. Y cuando vi que todo empezaba a mejorar no pude dejar de tomar postura. Vos pensá que yo vengo de una familia política. Mi abuela, María Teresa León, fue la mujer de Rafael Alberti (NdR: reconocido poeta español, militante del PC, exiliado en la Argentina durante el franquismo). Aún hoy encuentro cartas de ella en las que me decía: ?Tenés que estudiar mucho porque en la vida vas a tener que tomar decisiones y las tenés que saber tomar?. De alguna manera, tenía la asignatura pendiente de la militancia.

?Y de ahí, ¿cómo fue que surgió la agrupación Músicos con Cristina?
?Esta es la historia: yo fui a la Plaza el día que murió Néstor. Al día siguiente, a los amigos músicos que se me habían acercado les mandé un e-mail para ver si querían hacer algo porque, en ese momento, la situación era alarmante. Acordate, se decía que podía haber un golpe de Estado en una semana. Ahora nos olvidamos porque Cristina ganó las elecciones con el 54 por ciento, pero hace poco más de un año todo era muy distinto. Hoy, quizá, no me interesaría crear un grupo llamado Músicos con Cristina. Es más, sería hasta olfa de mi parte querer hacerlo. Esto no significa que tenga menos interés en defender el proyecto de la Presidenta, pero hoy, para mí, tiene más sentido trabajar por cuestiones más amplias, como la Ley de la Música.

?¿Quiénes más están en Músicos con Cristina (MCC)?
?Tito Losavio, Celsa Mel Gowland, Fena Della Maggiora, Leo García, Mavi Díaz. Después, hay mucha otra gente que nos ha apoyado firmando, desde Kevin Johansen hasta Lito Vitale, pasando por Virus. Somos muchos.

?Se acaba de conocer el primer parte médico de la operación de tiroides de la Presidenta, que fue favorable. Como kirchnerista, ¿cómo vivís este proceso delicado?
?Parece ser que la adversidad nos hace fuertes. Se han superado escollos que parecían imposibles y, dadas las características de la situación, del tipo de enfermedad, estamos muy confiados y convencidos de que va a tener una muy pronta recuperación.

?Más allá de que el de la Presidenta es un tipo de cáncer curable, la sola mención de esa enfermedad suele meter miedo. Sin embargo, no despertó ningún tipo de crisis política.
?Es que hoy está todo dado en la Argentina para que sigamos creciendo y sigamos encontrando nuestro destino. El que creo que merecemos. Y me parece que de crisis política, nada. El fortalecimiento institucional es muy grande y ya no somos una hojita en el viento que cualquier tormenta puede volar.

?Mencionaste la Ley de la Música, ¿te desilusionó que no fuera aprobada este año?
?Y? en política siempre hay desilusiones porque se trata de lo posible y, a veces, el pragmatismo hace que se caigan algunos objetivos por los que se trabajó mucho. Cayó el estado parlamentario del proyecto, pero creemos que se va a volver a reimpulsar en marzo.

?¿Qué propone esta iniciativa?
?La creación del Instituto Nacional de la Música para fomentar la actividad.

?¿Eso se traduce en el otorgamiento de créditos y subsidios a los músicos?
?No solo en eso, sino, por ejemplo, en programas para que más músicos puedan acceder a grabar sus discos, en la posibilidad de tener un canal de televisión y en otros apoyos importantes. Diego Boris y la gente de la UMI estuvieron muy consustanciados en la escritura de la norma, que fue impulsada por el diputado Eric Calcagno (FpV). Yo salí a buscar firmas y adhirieron un montón de músicos. No conozco ninguno que esté en contra.

?Volvamos a tu carrera musical. ¿Qué fue Metrópoli para vos?
?Mirá, te diría que fue la amistad. Nos unía un sentimiento de enorme hermandad con Ulises (Butrón), con Mariano López y en la época que estuvo Celsa (Mel Gowland), también con ella. La otra palabra que me surge es experimentación. Por ejemplo: los vestuarios yo los compraba en ferreterías, o me vestía con desechos industriales, me ponía mangas de virulana. Creo que la ingenuidad y la falta de experiencia permitían también esa enorme frescura donde todo era posible. Verdaderamente, el cielo era el límite. Y también había una cosa de época muy distinta con respecto a ahora, que es que los músicos de rock nos conocíamos todos. Por un lado, los de la modernidad, como Soda Stereo, Virus; por otro lado, Sumo y otros. Pero íbamos todos a vernos a todos. Había un espíritu de interés por lo que hacía el otro. Hoy en Buenos Aires no vamos a escuchar a nuestros amigos músicos. Me pregunto por qué. Y todavía no encuentro la respuesta.

?¿Y qué te acordás de tu paso por las Bay Biscuits?
?¡Uy! Me recuerdo cantando por primera vez en mi vida sobre un escenario, con vestidos hechos con Plavinil. Me recuerdo haciendo coros para Los Redondos en ?Superlógico?. Me acuerdo de cómo me divertía y me tomaba las performances como un juego sin techo.

?¿Diana Nylon estaba con ustedes?
?No. Éramos Vivi Tellas, Edith Kutcher, Fabi Cantilo y yo. Diana tenía su banda propia, que era muy divertida. No sé si habrá pasado por las Bay Biscuits en algún momento, tal vez como invitada. Tendrías que preguntárselo a Vivi.

?Actualmente hay una especie de revival de los 80, ¿no?
?Sí, completamente. Lo ves con los grupos que vienen de afuera. En definitiva, lo que no hay es un surgimiento de artistas nuevos, jóvenes, en el rock y en el pop, que realmente toquen una fibra muy fuerte en nosotros. Si vos pensás en mujeres cantantes de rock en la Argentina, pensás en Fabi, por ahí pensás en Hilda, pero en nadie surgido después. Es gente que comenzó a hacer discos hace décadas. En la Argentina, a diferencia de EE.UU., no ocurre el fenómeno de la cantante pop con mucho impacto.

?¿Y eso a qué lo atribuís?
?A que el rock es la música nacional de Estados Unidos. Acá, una mujer que vende, surgió en los últimos años y es joven, es Soledad.

?Semanas atrás, Melingo me decía ?a mí el tango me abrió las puertas del mundo como no me las abrió jamás el rock?. Y que el motivo es que nuestro rock es una versión de cabotaje de las originales, que son las de Estados Unidos e Inglaterra. En cambio, con el tango o el folclore, tenemos la ventaja de que es nuestra música original. Si un extranjero la toca, la versión de cabotaje es la suya.
?Mirá, cuando viví en Nueva York, de hecho, canté tango. Lo hice como una necesidad propia. Yo promoví mucho el tango allá: hice una revista, produje espectáculos. Para mí era como ir juntando las fichas de mi identidad. Un esfuerzo para que no se me disolviera, porque la cultura norteamericana es muy fuerte. Incluso con la maternidad y una cantidad de cosas, uno estaba todo el tiempo tratando de no olvidarse de las buenas cosas que había vivido en la Argentina.

?Para terminar, ¿qué te parece la versión de ?Héroes anónimos? que hizo de Catupecu?
?Me gusta, está bien hecha. Fernando (Ruiz Díaz) canta muy bien y Catupecu es una banda muy sólida. El tema original tiene una ternura muy grande que no sé si se muestra en esa versión. Pero no deja de gustarme. Y ellos también como banda.

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