Chacho quiere volver con una ayudita de sus amigos

Chacho quiere volver con una ayudita de sus amigos

Retirado de la política activa desde aquel 6 de octubre de 2001 en el que renunció a la vicepresidencia de la Nación, "Chacho" Álvarez (foto) se propone por estos días volver a la arena del combate. No será candidato a nada, pero se dispone a utilizar el poder de convocatoria que posee para ayudar en el proyecto de construcción política de Néstor Kirchner, desde el costado del centroizquierda. Para esto solicitó -y obtuvo- la ayuda de Aníbal Ibarra, Hermes Binner y otros, que acudieron prestos para comenzar a delinear su opción


Tras aquellos estertores que marcaron, en el año 2001, la muerte del Frepaso -en primer lugar- y la de la Alianza después, parece que se invirtieron los roles. En aquellos tiempos, Carlos "Chacho" Álvarez era uno de los arquitectos de la frustrada coalición y Aníbal Ibarra su principal intérprete en la Ciudad de Buenos Aires.

Por estos días, el expatriado en que se convirtió "Chacho" Álvarez desde entonces está abandonando gradualmente su exilio para volver a pisar el terreno que mejor conoce -el de la política-, de la mano de algunos de sus antiguos amigos. Aún así, "Chacho" aclara -al menos en público- que sólo quiere hacer política desde el ámbito académico.

Es por todos conocida la relación que une al ex vicepresidente con el presidente Néstor Kirchner, quien tiempo atrás le ofreció primero ser embajador en México y luego lo postuló para ocupar la presidencia de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Finalmente, el secretario general de la ONU, Khofi Annan, eligió para ese cargo al ex ministro de Economía, José Luis Machinea, dejando de lado el antiguo presupuesto de designar a un progresista para ocuparlo. De todos modos, si se toma en cuenta que en el pasado Raúl Prebisch fue uno de los antecesores de Machinea, podría deducirse que el de la CEPAL es un sillón "envenenado" para un hombre que piensa la política y la economía con un sentido nacional.

Pero, más allá de las especulaciones acerca de la relación que une a "Chacho" con el presidente, la mano que por estos días intenta izarlo nuevamente a la política es la de Aníbal Ibarra. Por de pronto, este martes, en la presentación del libro "Kirchner en la Argentina, Lula en Brasil", que se realizó en el Centro Cultural San Martín, el ex vicepresidente pudo exhibir el decidido apoyo que éste le brindó, desacostumbradamente sentado entre el público, sin pedir mayor protagonismo. Pero "Chacho" recibió además un apoyo que pocos políticos argentinos pueden mostrar.

En el escenario estuvieron sentados el embajador de Chile, Juan Gabriel Valdéz, el embajador de Brasil, Botafogo Goncalves, Marco Aurelio García -el asesor de Lula- y Cristina Fernández de Kirchner. Entre el auditorio estuvieron sentados, además de Aníbal Ibarra, Hermes Binner, Roberto Feletti, Eduardo Hecker, Marcos Makón, Eduardo Epszteyn, Mary Sánchez, Horacio Viqueira, José Vitar, Rodolfo Rodil, Lía María y Pedro del Piero.

Tanta presencia de tantos importantes funcionarios de primera línea del ámbito porteño está anticipando que la vuelta de "Chacho" será de la mano de sus antiguos amigos, que habían dejado de serlo en los días inmediatamente anteriores y posteriores al 6 de octubre de 2001, cuando no quisieron acompañarlo en su regreso al llano.

La importancia del papel que le asignan a "Chacho" sus antiguos compañeros deviene de la incapacidad de Ibarra para convertirse en el referente del espacio de centroizquierda. El jefe de Gobierno porteño encarna un proyecto que está basado, no en la construcción política sino en la de su propia imagen personal. En repetidas ocasiones sus compañeros le reclamaron que asumiera el rol de conductor del Frente Grande -partido del que es el presidente-, pero éste se desintegró en mil pedazos, tras dos congresos que se realizaron el 15 diciembre de 2001, en el Hotel Bauen, y el 28 de abril de 2002, en el Savoy.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...