Más críticas a la muestra de Ferrari en el Centro Cultural Recoleta

Más críticas a la muestra de Ferrari en el Centro Cultural Recoleta

Este jueves continuaron en la Legislatura porteña las repercusiones en torno a la exposición que está realizando el artista plástico León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta, en la cual mezcla íconos del cristianismo en escenas violentas. Además de las declaraciones realizadas por el Arzobispado de Buenos Aires, los diputados Juan Carlos Lynch y Jorge Enríquez no escatimaron críticas sobre la muestra. Incluso Enríquez la definió como "un nuevo ataque a la religión católica"


Este jueves el diputado porteño Juan Carlos Lynch (Juntos por Buenos Aires) aseguró que "se está desarrollando en el Centro Cultural Recoleta una muestra plástica que afecta la sensibilidad de una vasta porción de población de nuestra ciudad al atacar sus valores religiosos y morales. Se trata de la obra pictórica de un artista que es reincidente en la temática, pues ya en 1999, en ocasión de una exposición en una galería privada había incitado similares reacciones que las actuales".

Según Lynch "no estamos haciendo consideraciones sobre las calidades pictóricas del artista (León Ferrari), pero estas representaciones, cobijadas en conceptos artísticos buscan discutir los basamentos de la civilización judeocristiana desde una posición provocadora, hiriente, que el Arzobispado de Buenos Aires consideró una burla y ofensa a la fe católica, al mismo tiempo que discriminatoria. Esta exhibición ofende nuestras conciencias como católicos".

Además, el ex diputado nacional agregó: "El Secretario de Cultura ha dicho, que no apoyan el pensamiento político de Ferrari sin advertir que es su propia obra la que expresa su mensaje provocador y así lo señala el autor que niega la tolerancia y el ecumenismo. No se trata de censurar. Se trata de reclamar el respeto y la consideración del pensamiento de la mayoría de los Argentinos. No es suficiente por lo tanto colocar un cartelito en la entrada del Centro Recoleta que diga "hay obras que pueden herir la sensibilidad religiosa o moral del visitante".

Por su parte, el padre Guillermo Marcó -vocero del Arzobispado de Buenos Aires- sostuvo que "el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, comparte con la Iglesia la idea que la muestra del artista León Ferrari es blasfema".

Además expresó: "Me gustaría muchísimo que pida la renuncia el responsable que es el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, además que acá hay un secretario de Cultura que es Gustavo López y hay una Directora del Centro Cultural y los tres estaban en advertencia de que esto iba a pasar. Tengo que decirlo en forma absolutamente diferente hacia Telerman, que se mostró preocupado, que contestó los mails que se mandaron y que en todo momento se preocupó por el tema.

En tanto, el legislador porteño, Jorge Enríquez, sostuvo que "si bien es cierto que en el marco de la libertad de expresión, que tutela también a las creaciones artísticas, cualquiera puede manifestar lo que quiera, no lo es menos que un centro cultural estatal, sufragado por los contribuyentes de nuestra ciudad, no debería ser el ámbito propagador de las más groseras afrentas a las creencias de la enorme mayoría de los argentinos".

El presidente de la Comisión de Seguridad de la Legislatura afirmó que "la lesión a los sentimientos más profundos y legítimos de nuestro pueblo es demasiado grande como para necesitar mayores explicaciones. Un inexplicable rencor, un odio a toda idea de trascendencia, un desprecio abominable por los valores más delicados del espíritu fundamenta esta muestra, que nada tiene de artística".

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