Ibarra viajó preocupado a Montevideo

Ibarra viajó preocupado a Montevideo

Éste no fue un lunes más para el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sumado a la denuncia de un preso alojado en una cárcel de Neuquén sobre la existencia de un plan para secuestrar a uno de sus hijos, intentaron robar la casa donde vive su ex esposa. El propio Ibarra no considera que este último incidente sea un hecho político, aunque estuvo a punto de cancelar su viaje a Montevideo donde este martes participará de las reuniones con los presidentes de los países del Mercosur


Un par de días después de que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, confirmara la denuncia de un preso alojado en una cárcel de Neuquén, que advirtió sobre la existencia de un plan para secuestrar a uno de sus hijos, dos delincuentes intentaron robar este lunes la casa donde vive su ex mujer y se produjo un tiroteo donde resultó herido un agente de la Policía Federal, llamado José Ramón Moreno.

El policía, que custodia la casa, vio a dos jóvenes saltar desde la terraza de un vecino. Cuando quiso detenerlos hubo disparos, lo hirieron en un brazo y escaparon. Creen que fue un intento de robo común. Fue en la jurisdicción de la comisaría 39ª, donde ya hubo una ola de asaltos que hicieron pensar en una interna policial.

El tiroteo se produjo alrededor de las cinco de la tarde en Cádiz 4027, en Parque Chas. Allí, en una casa de dos plantas, vive la ex esposa de Aníbal Ibarra, Marcela Heiss. Sus dos hijos, de 13 y 15 años, duermen algunas noches allí y otras en lo del jefe de Gobierno.

Esta casa tiene custodia policial de la comisaría 39ª desde el viernes pasado. Ese día, un preso llamado Rubén Alberto Tenusi denunció ante el fiscal neuquino José Mario Darquier que habría escuchado a otro preso alojado en el pabellón número 8 que la banda que mantiene cautivo a Cristian Schaerer, hijo de un ex ministro de Salud del gobierno correntino, planeaba secuestrar a uno de los hijos de Ibarra.

En la casa sólo estaba la mujer que limpia, ya que la ex esposa de Ibarra estaba trabajando y sus hijos habían salido media hora antes. El mayor estaba festejando su cumpleaños en otro lado -fue justo este lunes- y el menor estaba en lo de un amigo.

Según fuentes del caso, los delincuentes tenían entre 18 y 20 años y al menos uno de ellos estaba armado. El policía los quiso detener, hubo un forcejeo y empezaron los tiros. Moreno disparó al menos tres y los sospechosos, dos. "El cabo recibió los dos disparos en su antebrazo izquierdo", dijo el inspector Walter Castillo. Los sospechosos lograron escapar, aunque se cree que uno quedó herido. En el lugar aparecieron manchas de sangre y quedó tirada una pistola 22 que habían usado.

Ibarra aseguró que "no hay que sobredimensionar el tema" porque "por ahora" no tiene ningún dato mínimamente cierto que le haga suponer cualquier otra cosa y lo atribuyó a un hecho absolutamente común, fuera de cualquier otro contexto.

"En todas las comisarías hay hechos como éste todos los días, insisto, por experiencia, por filosofía, yo nunca descarto nada de antemano. Ahora, no tengo ningún dato cierto de que esto pueda formar parte de alguna cosa planificada especialmente. La verdad es que no tengo nada. Yo ando sin custodia", afirmó el jefe de Gobierno.

Sin embargo y, según aseguraron fuentes del oficialismo, dado su excesivo protagonismo en la denuncia por las presuntas coimas en el Senado, Ibarra estuvo a punto de suspender su viaje a Uruguay. De todas maneras, finalmente cruzó el charco y este martes se reunirá con los presidentes de los países del Mercosur para debatir sobre la participación de las ciudades en el ámbito del Mercado Común del Sur.

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