La aparición de una solicitada en apoyo al periodista Daniel Santoro que publicó el siete de marzo el diario Clarín -en el que trabaja-, que firmaron algunos de sus colegas y compañeros de trabajo, entre los que se contaron Magdalena Ruiz Guiñazú, Jorge Fernández Díaz, María Laura Santillán, Gustavo González, Luis Majul, Norma Morandini, Nelson Castro, Alfredo y Diego Leuco, Joaquín Morales Solá, Cristina Pérez, José Ignacio López, Marcelo Bonelli, Nicolás Wiñazki, José del Río, Mónica Gutiérrez, Roman Lejtman y Diego Cabot, trajo otras consecuencias.
Una de ellas fue el intercambio, por momentos al borde de la rispidez, que sostuvieron Ernesto Tenenbaum y Reynaldo Sietecase en el habitual pase de Radio con Vos. Ambos periodistas acordaron en que ninguno de ellos había firmado la solicitada, aunque los dos alegaron razones diferentes, más allá de los acuerdos que pudieran sostener.
Tenenbaum hace su programa, “¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?”, entre las siete y las diez de la mañana y luego lo sucede Sietecase, que hace “La inmensa minoría”, entre las 10:00 y las 13:00. En el pase entre uno y otro programa, Tenenbaum expresó que “una vez que surge toda esta historia, aparece una campaña muy clásica de un sector del kirchnerismo, que te agarra como el malo y te amenaza de muerte. Hacen campañas por las redes, los peores insultos y es un bombardeo permanente. En este contexto, muchos periodistas, algunos de los cuales yo respeto y quiero, firmaron una solicitada”.
Luego, Tenebaum alegó que “no firmo solicitadas en general, son textos consensuados donde tienen cosas que comparto, cosas que no comparto exactamente y cosas que se omiten, entonces me obliga a algo que expresa muy relativamente mi punto de vista, salvo que sean temas de derechos humanos muy sensibles”.
Luego expresó que “trato de evitar, salvo que sea muy exagerado, cualquier tipo de expresión colectiva de periodistas, porque te pone en un ejército o en el otro”.
“Sobre el tema Santoro, yo creo que no hay ninguna razón para pensar que es un ‘servicio’, como tampoco la hay de Verbitsky. Lo han acusado de eso y me parece horrible, es una acusación espantosa. Está lo que dice y lo que escribió D’Alessio, solamente eso, y no me parece que yo pueda sospechar de él”, objetó Tenembaum, aunque consideró que Santoro “metió la pata”.
Luego Sietecase intervino para puntualizar que “ahora, del otro lado es demoledor también. Muchas de las personas que hoy se solidarizan con Santoro en esa solicitada no harían lo mismo en otras condiciones, con personas que no les gustan tanto. Los respeto cuando se preocupen por todos, sin importar si están de nuestro lado o no, porque ése es el problema. Acá los que se solidarizan con Santoro es porque piensan como él, en su gran mayoría“.
Luego protestó porque se acusa al juez Alejo Ramos Padilla de ser “el juez k”, pero “Bonadío no es el juez Cambiemos”, al tiempo que agregó que “hay una doble moral todo el tiempo en el periodismo argentino. Los grandes medios se rasgan las vestiduras en este caso, pero estaría bueno que lo hicieran cuando de pronto un gobierno entero condena, vamos con una antítesis de Santoro, a Verbitsky. Si se preocupan por los dos, a mí me parece que tiene algo de sentido. Si defendemos las fuentes de Santoro, defendamos las de Verbitsky“. “Esta cosa de que sólo defiendo los derechos de los que piensan como yo me hace un ruido atronador”, cuestionó.
En ese punto, Tenenbaum alegó que “hay que revisar eso, sí”, volviendo a poner el punto sobre que “hay una organización en el kirchnerismo para el escrache, está tan a flor de piel como una práctica habitual y sobre cualquiera”. Inmediatamente Sietecase le contestó que, si es así, “condenemos a los dos. Está mal el escrache en general“, aclaró.
Luego, el conductor de La inmensa minoría expresó que “a Rafecas lo putean porque lo convirtieron casi en un corrupto, a un juez que es honesto. Te puede gustar o no gustar, pero la construcción de Rafecas como juez cuestionable -como para que un energúmeno le grite en un restaurante- es mediática, Ernesto y háganse cargo también los grandes medios de que a los tipos que no coinciden con ellos, los construyen como malditos. Si yo viera a esta gente repudiando todos los escraches, yo firmo. Mientras las cosas sigan en esta lógica, no“, vilvió a cuestionar.
Allí, Tenembaum le contestó que “yo estoy de acuerdo con vos conceptualmente. Cuando yo sufrí los escraches, me sorprendía o esperaba que mucha gente se solidarizara y escuchaba este tipo de razonamiento. Cuando veía lo de Santoro me acordaba de lo que me pasaba a mí. Entonces, vivo eso y veo una militancia muy fuerte“.
“En cambio, cuando hay una causa en la que hay algún indicio que involucra a Santoro, empezamos a trabajar y a sostener que Santoro es tal cosa”, añadió.
En ese momento, Sietecase respondió que “el periodismo se debe una fuerte autocrítica en Argentina. En la pelea entre el gobierno anterior y Clarín, el que perdió fue el periodismo. Estaban entregando la credibilidad”.
Tenenbaum volvió nuevamente sobre los tiempos del kirchnerismo, expresando que “vi un nivel de utilización de medios muy poderosos como el Fútbol Para Todos y en esa dinámica no existe solamente un medio de comunicación…veo que hay que romper el doble estándar. El lugar del periodista no es el lugar de víctima, nos lo tenemos que bancar”.
Finalmente, Sietecase cuestionó que “en Argentina se distorsionó todo esto porque los periodistas nos creemos más importantes que la noticia y que lo que investigamos, es extraño”.