¿Debacle para dos en la Provincia de Buenos Aires?

¿Debacle para dos en la Provincia de Buenos Aires?

La caída en las encuestas de Macri y A. Fernández, más la rebelión en la granja massista, podrían favorecer a María Eugenia Vidal, que mantiene expectativas de triunfo si se le alinean los planetas.


La debacle de Macri -que conseguiría menos puntos en las elecciones generales que en las primarias- no afectaría de una manera absoluta y contundente a María Eugenia Vidal, que inesperadamente se vio beneficiada por estos días con la prevención que reina en las filas del Frente Renovador ante el posible triunfo de Aníbal Fernández, el candidato a gobernador del Frente para la Victoria.

La rebelión en la granja massista sorprendió a propios y extraños, pero no a los mentideros políticos bonaerenses. El “baño de utilidad” que lanzarían los intendentes massistas tiene varias líneas de análisis. La primera es que su candidato, Felipe Solá, fue impuesto desde las alturas y no es el líder natural del espacio, por lo que el compromiso de los rebeldes con su candidatura es muy tenue. La segunda, es que éstos se saben muy lejanos a las esferas del poder para el caso de un hipotético triunfo de Aníbal y prefieren, sin cortapisas, que la posible beneficiaria de su “operación” deba agradecer sus buenos oficios cuando le toque gozar de las mieses del éxito.

La otras pata de la operación sería Daniel Scioli, que no moverá un dedo para perjudicar a Fernández, pero mirará para otro lado si alguien lo hace. De esta manera, el aspirante a la presidencia espera tener instalado en la Residencia del Gobernador, ubicada en la intersección de las calles 5 y 51 a un aliado y no a un “independiente”. Esto quiere decir que confía más en sostener una buena relación con una dirigente que necesita apoyo de la Casa Rosada, antes que con el actual jefe de Gabinete, un hombre que, con tantos años de actuación en los lugares más álgidos de la política llegaría en llamas a La Plata.

Lo concreto es que Vidal, que en las encuestas se encuentra unos seis puntos por sobre Mauricio Macri, sostendrá con Aníbal Fernández un combate que se definirá voto a voto, perforando el piso tradicional que jamás haya podido superar la oposición provincial, aún en los mejores tiempos del radicalismo bonaerense.

En cuanto a Aníbal Fernández, necesita del “arrastre” que le puede brindar la boleta que encabeza Daniel Scioli, en vista de que en las primarias, Vidal lo superó en su performance individual. Su única posibilidad de triunfo radica en retener a los votantes de Julián Domínguez, una dificultosa tarea en la que el éxito está muy lejos de estar seguro.

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