La última foto

La última foto

El vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, dio a conocer una imagen que el fallecido fiscal le envió a través de whatsapp. Fue el sábado. Según explicó, el domingo al mediodía ya no respondía.


Este martes por la mañana se dio a conocer la foto del escritorio del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, quien falleció el lunes a la madrugada de un disparo en la cabeza. El vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, había recibido la imagen a través de un mensaje de Whatsapp que mantuvo con el funcionario judicial el sábado a la tarde, según dijo a la Agencia Judía de Noticias.

“Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. Él me respondió que el que lo tenía que hacer era el secretario de inteligencia Oscar Parilli y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando”, expresó Wolff. Sobre éste se encontraba la documentación que iba a presentar ayer en diputados, en la cual denunciaba a la presidenta Cristina Kirchner y miembros cercanos del gobierno de haber encubierto a los iraníes acusados de participar del atentado a la AMIA en 1994, donde fallecieron 85 personas.

El vicepresidente de la DAIA también dijo que el domingo al mediodía volvió a escribir nuevamente al fiscal, pero que esta vez no tuvo respuesta. “Intercambié dos líneas con él y ambas quedaron sin responder. En la primera decía ‘Buen día’ y en la otra le preguntaba si correspondía que nosotros asistiéramos a la comisión que se iba a reunir el lunes. En el momento en el que mandé el mensaje había dudas sobre esto porque no se sabía si iba a ser pública”, destacó.

Wolff aseguró que el intercambio lo mantuvo con pleno conocimiento de sus compañeros de la institución comunitaria judía y que este tipo de comunicación era mantenida habitualmente. “Como querellantes teníamos un contacto fluido con la fiscalía para hacer consultas técnicas y él respondía los mensajes fluidamente”, dijo.

Consultado sobre la relación que mantenía la DAIA con el fiscal, él expresó: “Las instituciones siempre apoyaron el trabajo de la fiscalía, sino lo hubiésemos cuestionado a través de una presentación judicial”.

La autopsia del fiscal determinó que murió de un balazo en la cabeza disparada de un arma calibre 22 y que no hubo forcejeos, por lo que se cree que se trata de un suicidio. Su cuerpo fue encontrado en el baño de su departamento de Puerto Madero.

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