El Gobierno estudia cómo minimizar el impacto del acuerdo con el FMI

El Gobierno estudia cómo minimizar el impacto del acuerdo con el FMI

Se trabaja en medidas que promoverían el crecimiento y reuniones con otros sectores, incluso con UC.


“Nada fortalece tanto la autoridad como el silencio.” La frase es de Leonardo da Vinci, pero bien puede aplicarse para sintetizar la absoluta reserva que reina en el Gobierno por estos días, en línea con ciertos aspectos del viejo arte de la política.

Bajo llave y en absoluto secreto se escribe por estos días la Carta de Intención que el empoderado ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, deberá remitirle al Fondo Monetario Internacional (FMI), tras el acuerdo por una línea de crédito de 50 mil millones de dólares, anunciada la semana pasada.

El texto terminará con el manto de secretismo y las dudas sobre las respuestas oficiales a las condiciones que impone el organismo de crédito. Seguramente, muchas de ellas impactarán en la economía de bolsillo, en tándem con otras recomendaciones que ya viene formulando el FMI, y pese a que no vayan a tener el sello formal en la carta de intención, impactarán en la realidad cotidiana. Por caso, las paritarias estarán por debajo o empatadas con la inflación, y ese es uno de los puntos que el organismo le sugería a la Argentina durante su informe de 2017, mucho antes de la crisis cambiaria por la que el Gobierno justificó su decisión de recurrir a una línea de crédito preventiva.

Esta semana, el Gobierno resolvió poner finalmente en agenda parlamentaria la discusión del paquete de leyes laborales, aunque deberán sacrificar el punto destinado a reducir las indemnizaciones, otro de los caprichos del Fondo. No habrá “disminución del nivel de las indemnizaciones”, como rezaba el documento, según reconocen ahora desde Casa Rosada: “El único ruido es el tema de las indemnizaciones, pero el resto va a salir porque para la CGT y la oposición es importante lo del blanqueo laboral”, aseguraron a Noticias Urbanas.

El informe del FMI, fechado el 29 de diciembre de 2017, propone promover contrataciones temporales y contratos a tiempo parcial, además de “limitar la extensión de la cobertura de los convenios colectivos”, algo que hasta el Presidente promueve cada vez que puede ante los empresarios, incluso públicamente, como cuando participó del aniversario de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina.

Todos los elementos hacen pensar que la decisión de recurrir al FMI no fue un arrebato de urgencia como respuesta a la tormenta que significó la reciente crisis cambiaria, sino que el plan estuvo escrito y guardado en los despachos del Palacio de Hacienda. Incluso, Lagarde aprovechó su visita a Buenos Aires en marzo, por el G20, para reunirse con Macri en Olivos y elogiar su “proceso de transformación”.

El Gobierno trabaja por estos días en la elaboración de un “paquete de medidas económicas” para compensar el “sacrificio” que significará cumplir con los requisitos del Fondo y atender el creciente malestar social que reflejan las encuestas privadas: “Va a haber un paquete de medidas económicas que va a buscar sostener el crecimiento y marcar una agenda de desarrollo. Hay medidas que impactarán positivamente en el bolsillo de la gente”, revelaron a Noticias Urbanas desde un despacho que hoy tiene un rol estratégico en la relación con la oposición y los gobernadores.

En paralelo, se está definiendo el formato de la convocatoria tan promovida por Mauricio Macri. “No está definido el formato y tampoco la fecha, pero sí que va a ser muy amplia y que va alcanzar a los gobernadores, parlamentarios, sindicalistas, empresarios y también a la Iglesia. Sobre la mesa van a estar todos los temas que hagan al desarrollo económico y no solamente la discusión fiscal. Queremos discutir todos los temas, porque, si no, no va a venir nadie. Seguramente tenga el concepto de Desarrollo Nacional”.

Aseguran que no habrá prohibidos en la convocatoria y que serán convocados todos los sectores del arco político, entre ellos el que encarna la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “No vamos a discriminar a nadie; después se verá con quiénes tenemos más afinidad y con quiénes podemos cerrar acuerdos”, dicen.

Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tiene a su cargo la tarea de despejar el camino para las negociaciones finales por el Presupuesto de 2019, que deberá reflejar mayor austeridad en materia fiscal.

Sin embargo, el “principal déficit” que tiene la Argentina es del propio Estado nacional y es por eso que la mayor discusión sucederá puertas para adentro. La decisión de suprimir y fusionar ministerios está siendo estudiada por el círculo presidencial, aunque señalan que eso tampoco movería el amperímetro en las cuentas públicas. “Eso es una cuestión más política que fiscal. Es mínimo el impacto que tendría. Sí se habla de eso, pero no es una decisión que vaya a impactar fiscalmente. No lo descartamos y hay conversaciones sobre eso en la mesa chica. Mauricio es el que lo tiene que definir.”

La desventaja de encarar una reforma en el organigrama gubernamental es su aplicación administrativa, pero a favor sería una señal hacia el Fondo y el mundo. Después está la discusión con los gobernadores para achicar el déficit de las cuentas provinciales, pero son solo algunas provincias las que están en esa situación.

Hay posturas más radicales, como la del cordobés Juan Schiaretti, que esta semana le insistió a Macri durante una reunión que el recorte del Presupuesto debe enfocarse en los subsidios que reciben las empresas energéticas para los porteños y bonaerenses. El tercer punto es rediseñar toda la matriz impositiva, tras una revisión de los ingresos y gastos del Estado. En este ítem señalaron a Noticias Urbanas que “de esos pasos van a salir todas las decisiones que tomemos”. Entre las buenas noticias que espera dar el oficialismo no se descarta subsanar las heridas que dejó el veto presidencial al proyecto opositor que buscaba frenar los aumentos tarifarios.

Macri podría retomar el proyecto del salteño Juan Manuel Urtubey, que proponía una reducción del IVA en las tarifas eléctricas. Por ahora, quedaría postergado avanzar en el Congreso de la Nación con la discusión de un nuevo sistema previsional, pero el enigma lo terminará de resolver la carta de intención. Hace unas semanas, Macri ordenó la creación de un comité que deberá analizar y proponer un nuevo sistema jubilatorio, en cumplimiento con la llamada Ley de Reparación Histórica promulgada en 2016.

El acuerdo con el Fondo Monetario obligó a reformular la toma de decisiones y hoy la figura de Dujovne cobra cada vez mayor relevancia, a partir de su flamante rol de coordinador económico. “Ahora tiene el tablero completo, que era importante previa y posteriormente al acuerdo. Desde esa perspectiva, es trascendental su empoderamiento como ministro y coordinador”, señaló un funcionario, que pese a pertenecer a un ala distinta a la de Marcos Peña, minimiza que el jefe de Gabinete haya perdido influencia sobre el Presidente y lo señala como uno de los impulsores de la decisión de ampliar la mesa política, con Frigerio y Emilio Monzó como principales generales y el ascenso de Dujovne a líder del equipo económico.

La “mala articulación” de la Jefatura de Gabinete con el Banco Central apuntada por Macri tuvo otros destinatarios. La lectura los pone en el centro a Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, los cada vez menos coordinadores del gabinete nacional. A favor de Quintana, el más apuntado tanto adentro como afuera de la Casa Rosada, hay que decir que es uno de los que hoy encabeza la mesa gubernamental en el diálogo con el triunvirato de la CGT. “No hay que dramatizar tanto; las acciones de algunos bajan y suben, porque así es la política. Puede ser que las de Mario hayan bajado pero rápidamente también pueden volver a subir.”

El frente más importante para Cambiemos es la prosperidad de su nuevo plan económico. Como venimos insistiendo, ahí radica toda la esperanza de un segundo mandato presidencial. “No vamos a adelantar la campaña”, insisten. La línea entre ofrecer garantías de gobernabilidad y no jugar el partido electoral es muy delgada. Los gobernadores, por ahora, asisten todas las semanas a la Casa Rosada, donde comparten sus puntos de vista para el próximo Presupuesto de 2019, pero muchos de ellos optaron por el silencio y por reducirlos a los gestos institucionales y las fotos. Al igual que el Gobierno, intuyen que saldrán fortalecidos si mantienen la reserva. En resumen, ensayan el silencio de los inocentes.

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