Eduardo Félix Valdés, diputado del Parlasur por el Frente para la Victoria, muy cercano a Cristina Kirchner, está convencido de que el año que viene el kirchnerismo les ganará en las elecciones intermedias al Pro y al Frente Renovador. El día después de los festejos por el Día de la Lealtad, asegura en esta entrevista que el peronismo está “muy vivo” desde las bases, pero también en las cúpulas. En ese sentido, festeja que el 17 de octubre hayan coincidido en un acto el Movimiento Evita y La Cámpora, con cierre discursivo de la expresidenta desde Santa Cruz.
El exembajador en el Vaticano, muy cercano a Jorge Bergoglio y al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, cree que el recibimiento que le brindó el Papa a Mauricio Macri fue “cordial”, pero que el Sumo Pontífice, en realidad, es crítico de la situación social de la Argentina.
–¿Cómo encontró este último Día de la Lealtad al peronismo?
–Este 17 de octubre demostró que el peronismo está muy vivo. No hubo pueblo de la Argentina donde no se festejara el aniversario del nacimiento del día de la justicia social. En la Capital y el Gran Buenos Aires hubo actos más grandes. Estamos vivos.
–¿Qué va a pasar el año que viene con las elecciones?
–Creo que se van a dirimir liderazgos, y los peronistas del FpV vamos a ganar. Pero no porque seamos los mejores del mundo, sino porque quienes gobiernan hoy son peores. Se han puesto el país de sombrero. Podrán decir muchas cosas, pero el poder adquisitivo del salario tenía un valor el 10 de diciembre de 2015 y tiene un valor mucho menor hoy. Ese hecho ya es irreversible. Por esa misma cuestión creo que la sensación electoral del año que viene va a ser el principio de acción y reacción. En esa elección se dirimirán los liderazgos. Como siempre pasa en el peronismo, el que gana conduce y el que pierde acompaña. Hoy cualquiera ve que en la Argentina hay tres líderes políticos: Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Sergio Massa. Entre esos tres espacios va a ser la elección el año que viene. Particularmente, yo voy a estar trabajando dentro del espacio de Cristina. El propio Marcos Peña reconoce en una entrevista que Cristina está muy alta en la intención de voto en la provincia de Buenos Aires. Va ganando, no es solo que está alta. A pesar de que ellos juegan con distintas personalidades del peronismo y que les gustaría que tuvieran mayor liderazgo, lo cierto es que el liderazgo central lo tiene Cristina. No lo veo a Pichetto liderando.
–¿Cree que Cristina se va a presentar como candidata?
–Eso es una decisión personal de ella. No puedo decir que vaya a presentarse. Pero tampoco tengo elementos para decir que no vaya a hacerlo. Tampoco le exijo que se defina, porque no quisiera ser diez minutos ella, con la andanada mediática que recibe todos los días tratando de socavarlas a ella y a su familia.
–¿A quién ve mejor posicionado como líder del PJ?
–El liderazgo se va a definir en las elecciones. Para liderar hay que ganar elecciones. No lidera el que quiere. Va a ser, precisamente, el que tenga el liderazgo social externo, no el que tenga el liderazgo interno. Eso es aparato. Creo que en las PASO del año que viene o en internas es donde se va a resolver quién va por el espacio que compitió y perdió por un punto en las últimas elecciones. Fue un punto. Después de gobernar por doce años, perder por un punto es una contingencia.
–¿Con quién trabaja de manera más cercana?
–Trabajo con el FpV. Hicimos un acto del 17 de octubre. Con mucho orgullo digo que fui convocado por Daniel Filmus, por Víctor Santa María, por Jorge Taiana, a un encuentro del espacio del FpV. Nosotros somos los cuatro diputados del Parlasur que integramos el FpV en el Parlasur. Tengo también el orgullo de decir que compartieron ese acto, en la Ciudad de Buenos Aires, el Movimiento Evita y los principales dirigentes de La Cámpora. Habló Jorge Taiana y estuvieron Andrés Larroque, Mariano Recalde, Axel Kicillof, los compañeros de Nuevo Encuentro con Gabriela Cerruti a la cabeza, y todas las organizaciones del peronismo de la Ciudad. Ese espacio me parece muy competitivo y con mucha aptitud electoral. Y cerró el acto la compañera Cristina Kirchner con un video desde Santa Cruz.
–¿Cómo encuentra la gestión social del Gobierno?
–Con dolor tengo que decir que en la Ciudad de Buenos Aires, en este 2016, se han incorporado 60 mil nuevos pobres. El 30 por ciento de la población de la Ciudad pasó a la categoría de pobreza o está al límite con respecto al primer trimestre. Y estamos hablando de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, que viene midiendo con los mismos coeficientes de los últimos diez años. Da esta barbaridad. Por eso vamos a ganar, ellos son peores, se han puesto al país de sombrero. La plata no viene: si no traen la plata ellos, los de arriba, ¿la van a traer los extranjeros? Esto significa dolor social en los sectores más vulnerables, que estaban mucho mejor el 10 de diciembre de 2015.
–¿Qué piensa el Papa sobre Mauricio Macri?
–A mí me parece que la reunión ha sido cordial. A veces lo cortés no quita lo valiente. Lo importante es lo que deben haber conversado en la intimidad. Uno es analista del Vaticano y ve que el viernes anterior a la reunión del sábado aparecieron dos informes de dos organizaciones muy vinculadas al papa Francisco con un duro diagnóstico social de la Argentina. Entonces, cuando leo que el Papa dice que Macri parecía un ingeniero por cómo manejaba los números del país, creo que de lo que hablaba es de estos números de las organizaciones. Es importante el encuentro, más si Macri dice que el Papa es un líder moral para él. Pero sería bueno que a los líderes morales los escuche y trate de reflexionar con base en su prédica, y accionar en consecuencia. Esto es lo que yo espero que surja producto de esa reunión.
–¿Cómo ve la actitud de la CGT unificada y de la CTA en cuanto a la posibilidad de un paro?
–Yo soy de los que creen que Macri debe gobernar los cuatro años y me parece que la cuestión social está muy complicada. A mí ya me empieza a sorprender. El 24 de marzo de este año la Plaza de Mayo estaba repleta como nunca la vi en otras fechas. En abril se hizo la marcha de las tres CGT y las dos CTA, donde casi no hay kirchnerismo. Pero había más de 150 mil personas. Después vino la marcha del 7 de agosto, por San Cayetano, que lo organizan sectores para nada kirchneristas, y ahí las crónicas hablan de que desde San Cayetano a la Plaza de Mayo se desprendieron 150 mil personas pidiendo dignidad y trabajo. Y por último, la Marcha Federal de las dos CTA, que ahí sí podemos hablar de kirchnerismo. Había 200 mil personas, según los diarios que menos quieren a esa organización. Veo que la cuestión social está muy sensible en la base. Son muy numerosas esas marchas y, por eso, hay que ir graduando el conflicto. Porque, después del paro, ¿qué? Valoro mucho la unificación de la CGT y valoro que haya un punto de encuentro entre la CGT y la CTA. Y que entre ellos encuentren cómo relacionarse con el Gobierno. Pero lo importante es que la gente sufra lo menos posible. ¿De qué sirve que yo haga un paro si no encuentro la conquista? El movimiento trabajador está para encontrar la solución aquí y ahora. Tengo un profundo respeto por Hugo Yasky y los compañeros que acompañan. Esperemos que todos trabajen en común. Pero no pongo primero el paro y después lo demás. Primero hay que ver cómo se abren las paritarias, cómo hay un bono a fin de año. Eso es lo primero. Si eso no se da, ahí viene la medida de fuerza.
