Como en otros tiempos, intervinieron el PJ con “culatas” y policías

Como en otros tiempos, intervinieron el PJ con “culatas” y policías

Retornando a una historia que parecía haber quedado atrás, el peronismo fue inducido por una decisión judicial a volver al tumulto, la confusión y a cierto folclore violento y peligroso, que en el pasado fueron habituales en su vida partidaria.


En el arcón de los recuerdos todavía arde la memoria de aquellas urnas humeantes en la lejana Catamarca.

Finalmente, al cabo de las horas, el PJ parece haber sido intervenido, aunque la comedia de enredos que se desarrolló tanto dentro de la sede como sobre la vereda de la calle Matheu al 100 puede haber sembrado algunas dudas, porque si bien la jueza María Romilda Servini de Cubría decidió la intervención del partido y designó como nuevo jefe partidario al dirigente gremial gastronómico Luis Barrionuevo, los protagonistas de esta historia nunca se encontraron. En efecto, por imperio de las circunstancias, Barrionuevo y José Luis Gioja protagonizaron una especie de baile trunco, a tono con una decisión judicial controversial.

La razón es que Barrionuevo buscaba asumir y Gioja decidió no facilitarle el camino. El único momento en el que se comunicaron brevemente en un pasillo, Gioja le reprochó al dirigente gastronómico: “Nosotros fuimos senadores juntos, ¿cómo podés hacer esto?”.

Más tarde llegaría la lamentable intervención de la Policía de la Ciudad, que desplegó –por orden de Servini de Cubría– varios pelotones de la Guardia de Infantería, camiones hidrantes y otras bellezas represivas en las puertas de la sede del justicialismo. Una postal que quedará en el recuerdo de uno de los momentos en que la democracia es malherida.

Bailando en la oscuridad

El hasta el último martes presidente del partido, José Luis Gioja, llegó en su auto a las 14.20, acompañado por su jefe de prensa, José Luis Lamanna, y algunos colaboradores. Desde dentro se le abrieron las puertas del garaje y estacionó su vehículo. Luego, el portón se cerró y ya no volvería a abrirse hasta la noche.

Minutos después de su arribo, Gioja salió hasta la puerta exterior, acompañado por la apoderada partidaria, Patricia García, y se paró en lo alto de la escalera de entrada para atender a los periodistas. Allí adelantó que iba a apelar la decisión de la magistrada. Mientras hablaba, un colaborador de Barrionuevo adelantó que este iba a llegar a Matheu 130 –la sede partidaria– alrededor de las 15 y solicitó que se le abrieran las puertas del garaje, a lo que le contestaron que estaba lleno y que esto no iba a ser posible.

A las 14.30, aproximadamente, comenzaron a concentrarse en la vereda de Matheu un grupo de muchachos que lucían remeras del gremio gastronómico. Con ellos fueron llegando también varios secretarios generales de los gremios de la CGT Azul y Blanca, que lidera el gastronómico. Llegaron así los dirigentes principales del Sindicato de Obreros de la Industria del Vidrio, del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas, del Sindicato de Trabajadores Viales y Afines y de la Unión de Obreros y Empleados Plásticos, entre otros.

A las 15.20 llegó Barrionuevo. Se bajó de su camioneta en la calle, frente a la sede partidaria que iba a ser suya en minutos. En medio de un tumulto, en el que abundaron los empujones, los manotazos, las corridas y los tropezones, el gremialista ingresó en la sede del justicialismo, acompañado por su abogado, Horacio Ferro. Enseguida llegó Carlos Acuña, uno de sus operadores político-gremiales y gestor de la intervención, que logró ingresar también en el edificio. Junto con él lograron colar sus cuerpos dos dirigentes más, en medio de forcejeos, insultos y empujones.

La estadía del nuevo interventor dentro del edificio que alberga a la conducción nacional del Partido Justicialista fue breve. A las 15.40, aproximadamente, volvió a salir y apenas adelantó: “Acabo de asumir. Gioja se encerró en una oficina. No puede hablar, pobre”. En ese momento, arreció la Marcha Peronista entonada por sus partidarios, y el sindicalista avanzó hacia su auto y allí se desató el caos. Antes de irse, Barrionuevo adelantó: “Voy a pedir el desalojo de las autoridades actuales por medio de la fuerza pública”, mientras que, en una evidente maniobra para impedir que los periodistas le realizaran más preguntas, sus allegados lo sacaban del lugar.

Entre empujones, golpes y gritos destemplados, se pudo ver a algunos gremialistas y custodios enfurecidos, arremetiendo contra los periodistas, devenidos repentinamente en un ejército enemigo. Uno de ellos, incluso, tomó del cuello a un camarógrafo y lo tiró sobre un auto, dejándole varios moretones como recuerdo. Los periodistas alegaban, entretanto, que Barrionuevo efectivamente quería hablar, pero no hubo más nada que hacer. El sindicalista subió a su máquina, que arrancó raudamente, dejando tras de sí el rastro de sus luces rojas y algunas preguntas sin respuesta.

Una conferencia de prensa antes del caos

Una hora antes, en su improvisada conferencia de prensa, Gioja había adelantado que iba a apelar la medida de la jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría, a la vez que manifestó: “Llama mucho la atención que este escrito se haya presentado ayer y se haya resuelto hoy, a pesar de que nunca se nos haya dado traslado. Hace dos semanas hicimos una reunión del Consejo Nacional, en la que se tomaron medidas, se aprobó lo de Jujuy y se convocó al próximo Congreso nacional, incluso. Creemos sinceramente que no hay motivos técnicos para la intervención del partido y creemos, sí, que esto tiene que ver con judicializar la política. Creemos que así como en Brasil se proscribe al primer candidato o al más popular de los candidatos, acá pretenderán proscribir al principal partido opositor. Nosotros vamos a defender nuestras banderas, vamos a estar con los más humildes, vamos a estar en contra de los ajustes, vamos a estar con los jubilados, a los que se les está metiendo la mano en el bolsillo y vamos a estar con los sectores necesitados.

Ante la pregunta de si cree que el Gobierno está detrás de esta movida, el sanjuanino contestó: “Yo creo que sí. Intenté comunicarme con el ministro del Interior y no pude hacerlo porque hay una visita de un presidente extranjero, el presidente de España. Nosotros, humildemente, convocamos a todos los compañeros a seguir levantando bien altas nuestras banderas, a tener mucha dignidad y a tener mucha convicción de que el camino que siempre ha planteado el justicialismo es estar con los que menos tienen y combatir cualquier tema que tenga que ver con estas medidas de ajuste y estas políticas neoliberales que no le hacen bien al país”.

A continuación, la apoderada partidaria, Patricia García Blanco, afirmó: “Nos notificamos del fallo esta mañana y estamos preparando la apelación para presentarla. Para nosotros no está firme. No tiene traslado ni a nosotros ni al fiscal, con lo cual vemos un vicio en la resolución de su señoría (en referencia a Servini de Cubría). Mañana vamos a apelar, no creemos que hoy pueda asumir nadie. Hoy fuimos a presentarla al juzgado, pero ya estaba cerrado. Hemos dejado una nota para ver el expediente mañana (por el miércoles) y vamos a hacer la apelación mañana en la mañana”.

Enseguida, Gioja informó: “Hemos convocado al Consejo Nacional, a todos los presidentes del partido de los 24 distritos del país para que nos acompañen mañana. Sé que quien firma todo esto es Carlos Acuña, que es miembro del Consejo Nacional, que antes firmó la planilla cuando fue candidato y también participó en las reuniones del Consejo Nacional”.

Luego Gioja informó que había hablado con los gobernadores Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan) y con el vicegobernador de Santiago del Estero, que iban a ir al día siguiente, adelantó. Así culminó el primer round Gioja-Barrionuevo.

Pero habría un segundo round, que culminó de manera vergonzosa. Primero fueron algunos muchachos bravos en la vereda de Matheu 130, pero, avanzada la tarde, se hizo presente la Guardia de Infantería policial, que haciendo honor a su pasado represivo se aposentó al frente del edifico y reprimió a los periodistas que buscaban la palabra de José Luis Gioja cuando eran alrededor de las 20.45 de la noche. Actitud desafiante, escudos en ristre, miradas torvas y patadas por debajo de los escudos fueron la tónica, mientras que la democracia agonizaba en la vereda.

El tercer round se produjo en la Justicia el miércoles 11 de abril, cuando los abogados del PJ, Patricia García Blanco y Eduardo López, se presentaron ante el juzgado de Servini de Cubría. La primera afirmó al salir del juzgado: “Hemos presentado la apelación y la hemos pedido con efecto suspensivo para que automáticamente cese esta intervención hasta la resolución de fondo”. La apoderada partidaria señaló luego que “no hay ninguna cuestión administrativa para intervenir el partido, es un fallo político. El partido está normalizado, tiene sus autoridades elegidas desde 2016 hasta 2020 y están firmes por la misma jueza”. López, por su parte, declaró que la jueza tiene un “plazo de tres días” para conceder o rechazar la presentación de las autoridades del justicialismo.

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