En una sesión histórica, que mantuvo en vilo a la sociedad hasta el último momento. La jornada legislativa se inició apenas pasadas las 10:30 de la mañana; luego de largas exposiciones predecibles y ya de madrugada, llegaron las sorpresas.
El voto clave de la noche -y a donde las miradas apuntaron en el tramo final de la maratónica sesión de 16 horas- fue el del senador santiagueño Emilio Rached, en contra del proyecto oficial, que aunque sostuvo que su voto estaba "decidido hace 4 meses", no dio señales de la dirección de éste hasta último momento.
Caso contrario al de Rached fue el de Ramón Saadi, que profesó que su voto iría para el oficialismo, a fin de ratificar las retenciones móviles.
El senador radical Ernesto Sanz el último orador opositor en hacer uso de la palabra, instó a la presencia del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, para que se haga cargo del desempate, pidiéndole que "piense en el país pero parándose desde nuestra querida Mendoza".
El último poseedor de la palabra antes de la votación fue el presidente del bloque K, Miguel Ángel Pichetto, y durante su discurso la figura del vicepresidente de la Nación se hizo nuevamente presente en el recinto. En su alocución, Pichetto deslizó la idea que el desempate de Cobos ?de existir- debería ser en dirección al oficialismo, "salvo que quiera debilitar y empezar a liquidar el Gobierno".
Una vez que concluyeron los discursos de los senadores se realizó la votación. El resultado fue un empate en 36 votos.
Julio Cobos tomó la palabra. "Es el día más difícil de mi vida. El país está partido", dijo. Luego pidió un cuarto intermedio y tras la negativa de los sectores mayoritarios, se procedió a una nueva votación, que nuevamente quedo empardada.
La responsabilidad de la definición recayó totalmente sobre Cobos, quien declaró: "Hay quienes dicen que debo acompañar el proyecto de la Presidenta, pero mi corazón dice otra cosa". "No estoy traicionando a nadie, actúo como indican mis convicciones", enfatizó el vicepresidente de la Nación.
Tras remarcar que su voluntad es continuar cumpliendo la función para la cual fue votado por el pueblo "integrando la fórmula que encabeza la Presidenta", Cobos emitió su voto. "Que la historia me juzgue, mi voto no es positivo", concluyó.
Según establece la ley, el proyecto oficialista no podrá ser tratado en la Cámara de Diputados hasta el próximo año. Hasta tanto el Ejecutivo no derogue la resolución firmada, las retenciones cotinuarán vigentes. Si el Gobierno Nacional no da un paso atrás con el incremento en el porcentaje de las retenciones, los ruralistas podrán concurrir a la Justicia para que, argumentando la negativa legislativa a la resolución 125, se les dicte una medida cautelar. Otra posibilidad es que el Congreso someta a votación en el recinto, nuevos proyectos planteando modificaciones a las retenciones, o un plan agrario nacional.
En relación a los rumores de la renuncia, Cobos subrayó: "No se me cruza la idea de renunciar No se me cruza renunciar. Sería traicionar la voluntad popular. Espero que (los integrantes del Gobierno Nacional) lo entiendan. Deben comprender que vengo de otro espacio político y tengo una opinión distinta", dijo ante la prensa desde su casa de Ezeiza.
Finalizada la votación en el Senado, los ruralistas que siguieron la jornada desde una pantalla gigante ubicada en Palermo, el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, sostuvo que "Julio cobos dio un gran ejemplo. Nuestro más sincero reconocimiento". Y concluyó explicando que: "Hay ahora en el Senado la capacidad de buscar un punto medio que habilite a que las retenciones se hagan soportables y que no clausure y obstruya la posibilidad de ser productores agropecuarios. Hacia ese concenso empezamos a caminar".
En el Congreso, los manifestantes kirchneristas, furiosos por la derrota, se retiraron tirando piedras al aire e insultando a los senadores opositores al Gobierno nacional.
