La sociedad ha dado pistas concretas sobre el futuro de la Argentina, y Mauricio Macri, como jefe de una fuerza política, auscultó la información.
Por más que en el equipo de campaña insistan con la tesis sobre el corrimiento del voto Pro hacia la interna de Unen, el número de votos registrados señala menos de 30 por ciento.
Hasta ahora el oficialismo en la Ciudad ostentaba la mayor cantidad de precandidatos a jefe de Gobierno para 2015: Rodríguez Larreta, Michetti, Ritondo y Santilli. Cada uno de ellos con diferentes chances pero a la expectativa de actuar.
Durán Barba ya no podrá echar mano a la figura de Macri. El ingeniero debe concentrarse en la Casa Rosada. ¿Acaso hay otro puesto al que aspire si no es a la Presidencia?
En las elecciones del 27 de octubre todo indica que una fuerza nueva, Unen de Carrió-Pino, ideológicamente contrastante con el macrismo, consolidará posiciones.
La agrupación tiene personajes como Gustavo Vera, que la política aún no descifra, y Martín Lousteau, quien cosechó el respaldo porteño. Prat-Gay estuvo atrás aunque es un perfil que puede atraer si Viki Donda lo deja.
La política es un juego de escenario permanente y el Pro lo sabe. El año 2015 está más cerca de lo que aparece en el almanaque.
Para las generales y en la elección de legisladores vernáculos, Macri necesita “jugar todo”.
Como el kirchnerismo, el macrismo no tiene a jefe con posibilidades de reelegir. Y es necesario que la caminata barrio por barrio empiece ya.