Una buena ley

Una buena ley


El pasado jueves, en una de las sesiones más extensas en lo que va del corriente 2016, se sancionó en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la ley de Sistema Integral de Seguridad Pública, que crea en primer lugar la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, además de un cuerpo de bomberos civil, foros de participación ciudadana, mecanismos de control, transparencia y sistema de videocámaras.

El primer paso para que esta ley fuera aprobada por casi la totalidad de los miembros del cuerpo de la Legislatura tuvo lugar el día 5 de enero de este año con la firma del Convenio entre el Estado Nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de transferencia progresiva de facultades y funciones de seguridad en todas las materias no federales ejercidas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, surgiendo allí la necesidad de generar un sistema de seguridad integral.

Se aprobó “una buena ley” porque la norma sancionada con 55 votos positivos en general, fue el resultado de un proceso de debate y análisis del proyecto presentado por el Jefe de Gobierno, que permitió arribar a un texto consensuado por todos los bloques. Las comisiones de Justicia, Seguridad y Presupuesto fueron el escenario donde se trabajó y pulió la mejor ley posible. La misma tiene como principal finalidad asegurar a nuestros vecinos instituciones confiables, profesionales y con una responsabilidad continua en pos de la seguridad pública.

El jueves 17 no solo se aprobó la Ley Integral de Seguridad Publica, sino que también, por la misma cantidad de votos, quedó sancionada la ley que crea el Instituto Universitario de Seguridad, que será el ámbito de formación y capacitación de los cuadros de oficiales superiores y de dirección, además de otros agentes que forman parte del nuevo sistema integral de seguridad.

Como expresó el Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el 17/11 fue un día histórico, la nueva policía será de cercanía con los vecinos y de tolerancia cero con la corrupción, que es el enemigo que se está combatiendo en todas las jurisdicciones de nuestra Argentina. El sueño del Presidente Mauricio Macri ahora es la realidad de todos nosotros.

Como legisladores, representantes de los vecinos de Buenos Aires y servidores públicos debemos comprometernos con los valores democráticos esenciales de nuestra sociedad. Esta ley fundacional representa un elemento esencial para que la Ciudad continúe avanzando por el camino de la plena autonomía, aquella que comenzó a escribirse con la reforma del 1994 y que cada vez tiene más capítulos. Estamos más que orgullosos de haber sancionado principalmente lo que entendemos, y los demás bloques entienden, es una buena ley.

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