La hora de la verdad

La hora de la verdad


Este domingo se terminan meses de especulaciones, operaciones y campaña. La provincia de Buenos Aires vuelve a ser el epicentro de la elección porque es allí, como en 2009, donde el liderazgo nacional es puesto a prueba. Pero además, la jornada de los comicios es la víspera del inicio de la larga carrera presidencial que culminará con una Casa Rosada por primera vez en doce años sin un apellido Kirchner.

“Te tengo que confesar que me alegro de que no fuiste candidata en la Provincia. No sabés el miedo que teníamos a que te largaras”, le susurró entre risas Sergio Massa a Gabriela Michetti cuando se cruzaron luego de participar en el programa de Luis Majul, filtraron allegados a la diputada.

Es que lo de este fin de semana es el epílogo de una novela que comenzó a escribirse hace mucho y en la que Michetti, sin quererlo, fue una protagonista esencial: si hubiera aceptado la propuesta de Macri de ser candidata en territorio bonaerense, ella sería hoy la cara visible del límite que la sociedad le quiere poner al kirchnerismo, aunque probablemente con números más humildes. Pero quién sabe. Massa nunca se hubiera postulado con ese escenario y a lo sumo habría decidido una jugada más modesta para su liga de intendentes.

Al no jugar Michetti, De Narváez subió su cotización como el opositor que podía pelearle a Cristina Kirchner su bastión, aunque promediando mayo, el globo de ensayo massista dejó de ser tal y pasó a ser una realidad, empujado por las ganas de buena parte del peronismo de encontrar un proyecto presidencial alternativo que lo cobije hasta 2015.

Soldados del cuarto oscuro.

La dimensión bonaerense y el anacrónico sistema electoral argentino le exige a cualquier candidato un mínimo de 35 mil fiscales para poder evitar que le roben la elección, y eso sin contar a los fiscales generales encargados de cada distrito, más los encargados de la logística básica, como traslados, capacitación y alimentación.

En el Frente Renovador saben que en donde el kirchnerismo puede hacerle mella es en la fiscalización, ya que nadie cuenta con más recursos humanos y materiales que el propio oficialismo. Y en esa tarea se abocaron en los últimos días.

“Donde estuvimos más complicados fue en el fondo de La Matanza (el oeste profundo del municipio) y en Mar del Plata”, explica a Noticias Urbanas una fuente de la cúpula de campaña massista. La jefa del operativo de fiscalización, la diputada Graciela Camaño, ajustó detalles en ese sentido. Visitó en los últimos días Mar del Plata y Bahía Blanca.

Algunos creen que Camaño espera como premio a semejante labor la jefatura del bloque del FR en diciembre próximo. “Nunca le interesaron los cargos a ‘la Negra’, no le hace ni más ni menos y ella no es mediática; un cargo así la deja expuesta”, comenta un fiel ladero de la diputada.

Es lógico que Camaño cuente entre su cuerpo de fiscales con miembros del sindicalismo sanitario (West Ocampo y Daer) y de Luis Barrionuevo. Otro que ayuda “en todos los frentes y todo lo que puede” es Eduardo Duhalde, según insisten en señalar sus allegados. Pero la ayuda tiene un límite: uno de sus dos gremios más cercanos, la Uatre, juega para defender la postulación de su líder, el Momo Venegas, que marcha último en las encuestas.

Otra mano puede venir del Pro, aliado circunstancial y táctico del massismo con fecha de caducidad. Según explicó a NU uno de los miembros de la jefatura de campaña macrista, los amarillos movilizarán su estructura solo en donde haya candidatos distritales propios. Aunque quienes integran la lista de diputados nacionales también dispondrán su gente, como Gladys González en la Séptima Sección y Soledad Martínez en la Primera.

Números finales.

En la antesala electoral crece el optimismo en Tigre. La última encuesta que el equipo de campaña del FR recibió antes del cierre de esta edición auguraba varios puntos de ventaja para Massa. El núcleo duro massista sueña con acariciar el 45 por ciento y jura que habrá un mínimo de diez puntos entre su candidato y Martín Insaurralde.

De concretarse, ese resultado marcaría el éxito de la estrategia de los últimos dos meses del intendente de Tigre: potenciar las presencias en La Matanza y, sobre todo, en la Quinta y Sexta Sección, especialmente sus dos grandes centros urbanos, Mar del Plata y Bahía Blanca (en esta última, Massa quedó tercero en las PASO).

Para eso apeló a figuras caras para el votante peronista, como Carlos Reutemann o Roberto Lavagna, o a golpes de efecto, como invitar al legendario exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani (una contribución que le hizo Martín Redrado, viejo conocido del dirigente republicano).

Al día siguiente de que hablen las urnas, comenzará el primer capítulo del tantas veces mentado y nunca concretado poskirchnerismo. Será el inicio de una etapa de transición que tendrá, por primera vez desde 1983, a dos peronistas bonaerenses como claros ejes de la disputa por el poder.

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