Buenas prácticas de gestión internacional para la Ciudad

Buenas prácticas de gestión internacional para la Ciudad

"La adopción de buenas prácticas de gestión es un recurso cada vez más utilizado por los gobiernos locales para dar solución a problemas y necesidades comunes".


En los últimos diez años se ha podido observar un notable incremento de la actividad internacional de parte de provincias, regiones y ciudades. A nadie le resulta una novedad que día a día crece el número de ciudades que hacen de la acción exterior una línea de trabajo importante incluyéndola en sus programas de gobierno. La novedad es la magnitud que están adquiriendo las relaciones internacionales desde el nivel local y la multiplicidad de formas y mecanismos de cooperación que se están implementando.

Hace ya algunos años la mayoría de la dirigencia de la ciudad –cualquiera sea su orientación política- ha tomado cabal conciencia de la necesidad que Buenos Aires tenga una activa participación internacional en los distintos espacios en los que una urbe de su importancia puede beneficiarse. Así es que participar de la Red de Mercociudades o de la Unión de Ciudades Capitales de Iberoamérica (UCCI), aprovechar la cooperación que ofrecen las distintas agencias internacionales, hacer uso de la variedad de convenios bilaterales vigentes, son algunas de las herramientas al alcance de las autoridades porteñas para mejorar la gestión y en ultima instancia la calidad de vida de los ciudadanos.

La actividad internacional puede convertir al mundo en una inagotable fuente de experiencias de gestión, posibilidades de inversión y de negocios, comercio de bienes y servicios, e intercambio turístico y cultural.

La adopción de buenas prácticas de gestión es un recurso cada vez más utilizado por los gobiernos locales para dar solución a problemas y necesidades comunes. La infinidad de experiencias disponibles hace muchas veces difícil la tarea de identificar prácticas replicables y amoldables a las necesidades específicas de nuestra ciudad.

Existen dos experiencias internacionales que me parece que la Ciudad de Buenos Aires perfectamente podría replicar y adaptar y que le darían a la gestión un perfil moderno e innovador.

Una tiene que ver con la promoción de las inversiones y los negocios y fue desarrollada por la ciudad de Londres, en el Reino Unido.

El Ayuntamiento desarrolló dos herramientas muy interesantes: un “Programa sobre familiarización de la ciudad para diplomáticos”, que se trata de un curso especialmente diseñado para que los diplomáticos (tanto los nacionales como los extranjeros) conozcan en profundidad la ciudad y todo su potencial económico y de esa manera puedan ser un instrumento efectivo para promover los negocios.

Complementariamente creó otra innovadora herramienta que se denomina “City Marketing Suite” una increíble y única maqueta a escala 1:500 de la ciudad de Londres, instalada junto a un salón de usos múltiples que es cedido por la ciudad para realizar presentaciones de negocios. Los inversores que visitan la ciudad son llevados a conocer la maqueta y mediante una presentación multimedia e interactiva se le muestra in situ las posibilidades de inversión y negocios desplegando información de cada uno de los barrios, de sus diversas facilidades, infraestructura y medios de transporte.

La otra experiencia es también única y realmente de vanguardia. Se denomina “Programa de Sensibilización ciudadana en cuestiones internacionales” y fue desarrollada por la oficina internacional de la Diputación de Barcelona. El objetivo principal es difundir entre los ciudadanos -y principalmente niños y jóvenes-, la situación en distintas regiones del mundo (guerras, conflictos étnicos y religiosos, catástrofes, epidemias, subdesarrollo, etc.) y distintos fenómenos globales (cambio climático, globalización, migraciones, pobreza, etc.) con el fin de promover la solidaridad, la comprensión internacional, la paz y la tolerancia; construyendo de esa manera las bases de una ciudadanía crítica y comprensiva a la vez.

El programa promueve y reúne acciones de sensibilización en cuestiones internacionales llevada adelante por organismos públicos y ONGs. Se trata entonces de una oficina de coordina las acciones de distintas reparticiones públicas y anualmente realiza una convocatoria de acciones de sensibilización entre ONGs, las cuales son parcialmente subvencionadas. Por último, edita un catálogo que reúne toda la oferta (pública y privada) comprendida por una gran variedad de cursos, jornadas, conferencias, espectáculos y exposiciones; todos especialmente diseñados e imaginados para sensibilizar a los ciudadanos.

Así es como el Ayuntamiento dispone, entre otros, de cursos que tiene como finalidad profundizar sobre cada uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de un taller dirigido a centros educativos para reflexionar sobre el estado actual de los pueblos amazónicos, o de un espectáculo de cuentos escenificados sobre la globalización, o una obra de títeres que profundiza sobre las causas de las desigualdades y la pobreza en el mundo.

Muchas son las líneas de acción que pueden emprenderse, éstas son tan sólo un par de buenas prácticas que las futuras autoridades podrían tener en cuenta a la hora de llevar adelante su gestión internacional. Ahora, para que este tipo de actividades prosperen es necesario que existan o se generen un conjunto de condiciones favorables de carácter institucional, económico y político. La ausencia de estas condiciones ha convertido a muchas iniciativas en cáscaras vacías. Esto solo será posible si la visión estratégica prima sobre las necesidades de la coyuntura y el corto plazo.

Por Carlos Soukiassian
Director de PONTIS Consultora, Ex Director General de
Relaciones Internacionales y Cooperación del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires

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