Soy presidente de una sección electoral de la Unión Cívica Radical Ciudad de Buenos Aires, represento a otros dirigentes y militantes incluso de otras secciones, y me entero por los medios de prensa que mi partido tiene candidato a presidente para el 2007.
No es nuestra intención polemizar respecto del ex ministro de economía de Duhalde y Kirchner. No vamos a emitir juicios de valor sobre su capacidad ni sobre su desempeño cuando le tocó ocupar funciones públicas.
Sí, nos alarma la ausencia de mecanismos democráticos para la toma de decisiones dentro del partido.
Era tradición en la Unión Cívica Radical someter a la voluntad de los afiliados determinaciones de la trascendencia de la que hablamos. Esa característica nos distinguía del verticalismo reinante en otros partidos y coadyuvaba a que la UCR constituya el bastión democrático de la República.
No sólo se decide entre cuatro paredes quién va a ser el candidato para las elecciones del 2007.
Lo que es aún peor, se tejen alianzas con los restos del duhaldismo, sectores con los que no encontramos comunión ideológica. Tampoco sabemos qué quiere para el país el disputado candidato a presidente.
No descubrimos la fórmula para pensar y actuar en alianza con Duhalde, nos resistimos a que nuestro partido sea presa de la interna peronista.
Respecto de Lavagna, no vamos a opinar ni a favor ni en contra, ya que no sabemos lo que quiere ni a quién representa. Primero debió haberse pronunciado él, su deber es convencer a los radicales y no coquetear con un vetusto grupo de dudosa representatividad.
Estos mecanismos autoritarios y antidemocráticos, por cierto contribuyen a la diáspora de dirigentes, afiliados y simpatizantes que nuestro partido viene sufriendo.
De esta forma se sigue dividiendo la oposición y por lo tanto, acrecentando el poder del oficialismo.
Hay que trabajar en un proyecto de país, convocar a los más idóneos, generar grupos técnicos para diseñar el futuro que queremos.
Confiamos en el ex Presidente Raúl Alfonsín, para poner a prueba el “pluralismo” al que ha convocado el presidente Kirchner, planteando medidas de gobierno que incluyan a todos los que estamos en el rango democrático, constituyendo un Comité de Planeamiento Estratégico Nacional, que nos permita ver con certidumbre el futuro político de la Nación.