El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, respondió a las consultas de los principales dirigentes de la comunidad judía en el país, reunidos en la sede del Congreso Judío Latinoamericano, y preocupados por la “grieta” entre el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC).
En la reunión De Pedro dio detalles de su viaje de abril pasado a Israel junto a ocho gobernadores, el funcionario insistió en la necesidad de buscar acuerdos en los dos temas centrales “que planteó Cristina en sus cartas”. Es decir, buscar un consenso en la economía bimonetaria y la lucha contra la inflación.
Su intención de acordar no incluye solo a los dirigentes más cercanos-con el radical Facundo Manes sostiene un vínculo de respeto político y personal que viene de lejos-sino también a los denominados halcones de Juntos por el Cambio (JxC).
“Para hablar, hay que hablar con todos, incluido el jefe. Y hoy el jefe es Mauricio Macri”, sostienen cerca del ministro del Interior, que concurrió a la sede de Larrea al 700 junto al exministro de Agricultura, Julián Domínguez; el Director Nacional Electoral, Marcos Schiavi; y al titular de la Policía Aeroportuaria, José Glinski.
Los actos del ministro quedaron corroborados también en una reunión con la cúpula de la UIA, en la que De Pedro les pidió que “llamen a Horacio Rodríguez Larreta” para discutir el denominado Libro Blanco de la entidad, presentado en marzo y que contiene 100 propuestas para impulsar la productividad y la competitividad de las empresas argentinas.
Desde el larretismo también negaron avances en algún sentido, horas después que De Pedro cuestionara a la Corte Suprema por el eventual fallo en favor de la ciudad de Buenos Aires en el diferendo por la coparticipación porteña.
Cuando terminó la reunión, y con los micrófonos encendidos, el ministro del Interior calificó el encuentro de “muy bueno”, y destacó que ya cinco provincias (San Juan, Mendoza, Río Negro, Catamarca y La Rioja) ya firmaron convenios con la empresa estatal de aguas de Israel, Mekorot, para implementar sus sistemas de aprovechamiento hídrico en sus provincias.
También se mostró esperanzado en el plan de obras que presentó junto a los gobernadores del Norte grande al BID, en el que solicitó U$S 30.000 para la concreción de esas obras.