¿Cómo se arma el PJ Capital para disputar el poder en el distrito?
–Ya está armado. Por suerte hay bastante movimiento interno en estos días dentro del peronismo porteño, lo que quiere decir que está vivo, que interesa más allá del partido, que no es solo una herramienta electoral sino un territorio de disputa de ideas, que permitirá que se vayan armando los espacios políticos. Ojalá que tengamos varias listas el 6 de abril porque eso nos da más riqueza. Además fue muy importante el proceso que se dio el último año, porque desde diciembre de 2012 a diciembre de 2013 se incorporaron 35 mil nuevos afiliados, lo que demuestra la intensa vida interna que tiene el partido. Las fichas ya fueron presentadas a la Justicia.
–¿Se le puede disputar el poder al Pro en la Ciudad?
–La materialización de las internas nos da la posibilidad de no quedarnos mirando hacia adentro, sino que nos permite salir y poder mirar hacia la Ciudad. Nuestro espacio político desea que esta interna nos sirva para comunicarnos mejor con los vecinos. Ahora, la interna tiene que tener tres o cuatro objetivos para nosotros como espacio político. En primer lugar, nos debe permitir salir a encontrarnos con los vecinos de la Ciudad. En segundo lugar, la interna debe ser de inclusión. Esto quiere decir que el que gana tiene la responsabilidad de conducir, pero por eso tiene también la obligación de sumar a las minorías en el Consejo partidario para que se sientan parte de este peronismo. En tercer lugar, creo que esta interna tiene la particularidad de que va a juntar a aquellos dirigentes históricos de la Ciudad con los jóvenes militantes, con otros que en los 90 abandonaron la militancia y que a partir de la aparición de Néstor y Cristina volvieron a creer y otros que vienen de otros sectores y ven hoy en el peronismo un partido político democrático, que los representa. Esta conjunción de los últimos diez años de nuestra historia se van a plasmar en esta campaña y en esta votación. Gane quien gane, tendrá que llevar esta realidad política a la conducción del partido.
–¿Cómo se hace para ganar en la Capital, ese distrito tan esquivo?
–Yo creo que el cambio es cultural. El peronismo fue, ya en 1946, una revolución cultural tan profunda que nos permite a los peronistas seguir estando vigentes casi 70 años después, tras lo que hicieron Perón y Eva Perón. Creo que Néstor y Cristina están en ese mismo camino, que estos cambios culturales que ellos encarnaron son los que nos van a permitir que haya peronismo para rato, estando o no en el poder. Lo que lograron Néstor y Cristina y lo que logró antes Perón fue incorporar a una clase que estaba olvidada en nuestra Argentina, que eran los desocupados, los desamparados, los que sobrevivían pidiendo limosna, como lo definía Discépolo, la clase trabajadora. Y esa clase trabajadora en la Argentina, como hecho central, es la clase media. Nosotros tenemos que protagonizar esa revolución cultural explicando que las principales beneficiadas por los cambios que introdujeron Néstor y Cristina fueron la clase media y la clase trabajadora. A ellos nos tenemos que dirigir, a ese caudal de gente no tenemos que renunciar para seguir el camino que Néstor y Cristina vienen construyendo. Tampoco tenemos que olvidar que en la Ciudad de Buenos Aires hay mucha gente que no es clase media y que todavía está esperando la posibilidad de generar trabajo. Nosotros, desde el peronismo, tenemos que incorporar a los que viven en las villas de emergencia, que no tienen trabajo, que viven de un plan social y que les gustaría formar parte de esa clase media. Para esto tenemos que hacerle entender a la clase media que esos que no tienen trabajo no son sus enemigos y que incorporarlos va a servir para hacer que la Argentina siga creciendo.
–Hasta ahora hay solo dos postulantes, usted y Tomada.
–Solo nosotros, por ahora, después se verá cómo es el cierre el último día. Ojalá que haya más listas, porque mientras más alternativas haya, más le sirve al peronismo de la Capital. Quiero volver a hacer la salvedad de que todos deber ser incorporados a la conducción. La Carta Orgánica del partido indica que para incorporarse al Consejo hay que alcanzar un piso del 25 por ciento de los votos, pero nuestra idea es incorporar a todos, aunque no lleguen a ese piso. Queremos una conducción abierta, queremos un peronismo que represente filosóficamente lo que se hizo en los últimos años, que incluya a representantes de los movimientos sociales, del movimiento obrero y a todos los actores de la Ciudad de Buenos Aires.
–¿Cómo caracteriza al Gobierno porteño, con cuyos candidatos el peronismo debería disputar el poder si quiere ganar la Ciudad?
–Representa a los sectores más altos de la sociedad, a los que mandan a sus hijos a la escuela privada, a los que tienen posibilidad de poseer planes médicos privados. El Pro representa hoy a la zona norte de la Ciudad. Frente a ellos, nosotros no debemos renunciar a nuestros principios ni nos tenemos que disfrazar de nada. Somos lo que somos, somos el peronismo y representamos a los trabajadores y a los sectores medios. No necesitamos enamorar a los sectores del privilegio, para eso está el macrismo, que es la derecha. Nosotros tenemos que representar a la clase media y a los sectores del trabajo en la Ciudad.