Para acceder a una vivienda usada de 70 metros cuadrados, una pareja necesita contar con ingresos un 160 superiores a los actuales, según el último informe sobre “accesibilidad a la vivienda” realizado por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
El informe oficial indica que actualmente un matrimonio tiene que declarar ingresos por 93.800 pesos para acceder a un crédito hipotecario que le permita contar con el 75 por ciento del dinero que se necesita para comprar un departamento usado (70 metros cuadrados) de tres ambientes. Y que la cuota del crédito no supere el 30 por ciento del ingreso de la pareja. En tanto, de la Encuesta de Hogares surge que hoy los ingresos de una pareja de ingresos medios y ocupación laboral técnica suman apenas 36.135 pesos. Es decir, una diferencia del 159,6 por ciento.
Esto se debe a que “entre octubre de 2007 y la actualidad (indicadores de agosto de 2015), los valores de los inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires crecieron en pesos un 800 por ciento y los ingresos para las parejas de asalariados se incrementaron en el orden del 450%”, de acuerdo al informe porteño. El valor promedio del metro cuadrado en dólares casi se duplicó –de 912 dólares subió a 2.369 dólares—mientras el dólar se multiplicó casi por 5 (de 3 pesos a entre 14/15 pesos).
Además, se encareció el crédito hipotecario. El estudio oficial dice que “si sumamos el aumento de los costos del financiamiento de los créditos hipotecarios, vamos a poder explicar por qué resulta más difícil comprar un departamento o acceder a un crédito hipotecario“. Según el informe, para volver al escenario 2007, las tasas de interés deberían disminuir 15,7 puntos porcentuales, de 18,3 a 2,6 por ciento.
Este aumento de la “inaccesibilidad” a la vivienda y al crédito hipotecario fue constante a lo largo de todos estos años. En 2015 continuó, porque mientras a agosto pasado los salarios crecieron un 29,6 por ciento anual, los precios de los inmuebles incrementaron su valor en pesos en un 38,5 por ciento.
El informe señala que “los eventuales aumentos en el valor de las propiedades o del dólar tienden a alejar a las parejas del crédito hipotecario, al tiempo que aumentos en los salarios y/o bajas en las tasas de interés del mercado los acercan”.
Este deterioro se acentuó en los últimos meses porque aumentaron los costos del financiamiento hipotecario y los valores de las propiedades en dólares, mientras los salarios subieron mucho menos; incluso menos que la inflación.
Lo mismo pasó con los alquileres. “En el período octubre 2014/octubre 2015 el precio de los alquileres de departamentos usados de 2 ambientes se incrementó un 31 por ciento, mientras que el de las unidades de 3 ambientes lo hizo 33 por ciento”, aunque en algunas zonas llegó al 38 por ciento.