Superlógico

Superlógico

Por Fernando Riva Zucchelli

Opinión. Por Fernando Riva Zucchelli.


La mayoría de las veces, la política se desarrolla de manera lógica. Las elecciones no constituyen la excepción a la regla, y por eso se pueden analizar los comportamientos de los políticos, sus actos y decisiones y el porqué del voto de los ciudadanos. Por afuera de la lógica, en el amplio sentido de la palabra, se encuentran las “sorpresas”, resultados supuestamente “ilógicos” que en realidad eran inesperados a partir, casi siempre, de una mala lectura del escenario y de sus cambios en los días previos a los comicios.

Fue una campaña dentro de lo previsible, con un Horacio Rodríguez Larreta concentrado en su tarea de gestión y manteniendo una tropa callejera con mesas y globos por toda la Ciudad.

Martín Lousteau demostró ser un buen candidato que, a partir de un espacio difuso y contradictorio y sin mayores ayudas que las de Enrique Nosiglia, un puñado de radicales más y los socialistas de Roy Cortina, logró un inédito segundo puesto, algo parecido a lo sucedido con Pino Solanas en aquel medio término con Gabriela Michetti, en 2009. Distinto escenario y discurso, pero los mismos votantes, votos que no tienen espacio a seguir sino candidatos “golondrina” que no los comprometen ni con el oficialismo ni con la oposición. En realidad, con nada concreto.

El único debate, en TN, se ajustó estrictamente a lo que venían proponiendo los tres postulantes con mayores posibilidades. Una desprolijidad importante fue la de no haber invitado a los dos restantes candidatos, provenientes de la izquierda. Una medida claramente antidemocrática e inaceptable. Eran solo dos más y eso era la expresión de la totalidad contra solamente la parcialidad. El resto, bien. Algunos golpes llegaron pero nada de lo allí vertido movió la aguja. Como siempre.

Un tema aparte fue el caso de las denuncias. Por caso, la de mayor trascendencia mediática, la de la Vicky Xipolitakis, generó exactamente el efecto contrario al buscado por Canal 13. La solidez de Mariano Recalde en la resolución del conflicto y la no politización del tema claramente desvió el tema a favor del titular de Aerolíneas Argentina. En el programa de Mirtha, siguió consolidando su ascenso en algunos sectores medios.

La denuncia que sufrió Lousteau (el affaire Yacobitti) coincidió con su meseta, y provocó que no pudiera salir de ella. Es probable que de haber continuado la campaña unos quince días más, este espacio hubiera cedido el segundo lugar a manos del FpV, que comenzó tarde su instalación en la Ciudad. El repunte de la imagen positiva de Cristina lo afianzó en la persecución del candidato de ECO.

Larreta hizo una muy buena elección, a pesar de algunas caras largas que se lamentaban esa noche por no haber llegado al 50 por ciento más uno, algo verdaderamente imposible tal como se había planteado en la semana previa. La especulación era la de ir a buscar en los últimos días los votos en los barrios acomodados, donde entre Pro y ECO se llevaban casi el 80 de los sufragios. “Insistamos a ver si votan a ganador y nos consolidan primeros”, soñaron en Pro. Pero no, el 49 –que era el número mágico para presionar a Lilita y Sanz para bajarlo al “Pibe” del balotaje– quedó demasiado lejos.

De todos modos, lo que viene por delante es un trámite, y volvemos a la lógica del principio y de los resultados del domingo. La gente no está loca, está absolutamente claro que quiere que gane Larreta en la Ciudad y así lo hará, más allá de que hay diez días más de especulaciones en los que se oirán muchas cosas, entre ellas, algunas estupideces.

Una derrota del candidato de Macri –o de Macri mismo, ya que se evaluó su gestión– hubiera sido muy beneficiosa para el kirchnerismo, pero era una misión muy difícil y de modo acertado atacaron la posición del exministro K. De todos modos, resulta ridículo que “públicamente” llamen a votar por Lousteau en la segunda vuelta. Habida cuenta de que no tienen que participar del fracaso de Lousteau, quizás una buena idea para ellos sería llamar al voto en blanco y agrupar allí el capital propio, algo que seguramente hará la izquierda. Siempre algún opositor va a votar en contra de Macri, como alguno de Lousteau va a votar al futuro ganador, Larreta. Pero nada de ello alterará un veredicto ya consumado.

Un buen debut de la boleta única electrónica, ágil y sin problemas relevantes. Todo lo demás sigue como está. La Capital tiene nuevas caras en la oposición y, seguramente, la pelada conocida estará en el sillón principal de Uspallata a partir de diciembre. Los hombres top de Larreta esperarán a octubre para ver la luz. Primero, tienen que trabajar con Macri en la nacional. Recién después de ello y de acuerdo a cómo quede el mapa, empezará la transición de nombres y lugares. La mitad del gabinete ya está confirmada. La otra, no.

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